RECLAMANDO A MI LUNA: ¡DAME CACHORROS, MI LOBA CHEF!
―¿Qué le hiciste a mis hijos, Darius? ¡Dime dónde están!
―Están donde pertenecen, Liona. Y no los volverás a ver... a menos que vuelvas conmigo.
Yo, Liona Lindbergh, pasé de ser la chef esclava de la manada Crepúsculo a ser elegida para engendrar los cachorros del Alfa Darius Wolff. En ese momento, creí que era mi oportunidad para acercarme al lobo frío y distante que siempre había amado en secreto. Mi corazón latía con esperanza, imaginando que tal vez, solo tal vez, él podría verme de otra manera. Pero mis sueños se desmoronaron en un instante cuando Darius me rechazó y me marcó con palabras que aún resuenan en mi mente: "No eres más que un vientre sustituto". Esas palabras me destrozaron, dejándome vacía y rota por dentro.
Siete años después, el destino nos jugó una carta inesperada. Darius me volvió a ver, pero yo ya no era la misma. Había renacido de mis cenizas, más fuerte, más indomable y más deslumbrante que nunca. Ya no era la loba sumisa que él había conocido. Ahora, mi corazón pertenecía a otro. Azlan Silvermoon, el Alfa de otra manada, me amaba profundamente y sería mi futuro compañero y el padre de mis cachorros.
Vi en sus ojos la desesperación, el enojo y el arrepentimiento. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperarme, pero yo ya no estaba segura de querer volver. Las cicatrices del pasado eran profundas, y cada una de ellas me recordaba el dolor que él me había causado. ¿Podría perdonarlo? ¿Podría darle una segunda oportunidad? Las respuestas no eran claras, pero una cosa era segura: yo ya no era la misma Liona que él había conocido. Ahora era dueña de mi destino, y no estaba dispuesta a mirar atrás.