- Pero el laboratorio tenía una muestra suya.- Insistió Javiera angustiada
Ver a su hermana sucumbir la enfermedad cuando eran pequeñas, fue lo más doloroso de su vida, el final de todo de su familia de su felicidad.
Tenía que saber para poder prepararse para lo peor, no abortaria pasará lo que pasara no lo haría.
El recuerdo de su hermana de la maravillosa pero corta vida, era demasiado querido cómo para hacer eso. Por eso necesitaba saber.
- No soy donante y por lo tanto no me he hecho ninguna prueba.- Hablo Enrique, Constanza se dejó caer sobre un silla porque sus piernas ya no soportaban.
- Pues tiene que hacercelas porfavor necesito que se las haga
Enrique examinó a la mujer que tenía adelante con el corazón acelerado no había pensado en la clínica de fertilidad desde la muerte de Victoria. Poco después del accidente recibió un mensaje de una empleada de Zoi-Lab para preguntar si podían descartar las muestras de espermas pero no había contestado porque en ese momento no estaba listo para lidiar con eso. No habría imaginado que abría consecuencias, y ahora iba a ser padre.
Era el momento más asombroso y más aterrador de su vida, entonces miró el estómago aún plano de Constanza Mansilla era imposible imaginar que estaba embarazada, de su hijo, resultaba tan fácil imaginar a un niño o niña de pelo claro en sus brazos, y esa imagen hizo que sintiera una punzada en su pecho.
Creía haber olvidado el deseo de ser padre, creía haber enterrado ese deseo junto a su mujer, pero en un momento ese sueño podría haber sido posible y en ese mismo instante había descubierto que su hijo puede tener alguna enfermera.
- Me haré la prueba de inmediato
- Muy bien
Aunque no pretendía volver a Turan de inmediato esto era importante. Para ver a su médico personal
-¿Y que piensa hacer si la prueba diera positivo?
Constanza Mansilla era una mujer muy guapa. Pero también mucho menos sofisticada que las mujeres que el estaba acostumbrado. Constanza a penas llevaba maquillaje y tenía una piel muy delicada. Sus ojos eran casi del color del cobre y sus labios carnosos sin nada de carmín. Su pelo liso castaño oscuro como para enredar los dedos de Enrique a través de ellos, Enrique trato de controlarse llevaba tiempo sin una mujer y una extraña lo excitaba así, ¿Y cuando una mujer lo había atraído así? Nunca
- Voy a tener a mi hijo pase lo que pase.- dijo ella .- Pero necesito estar preparada
Algo en el tono "mi hijo" como si el no tuviera nada que ver provocó un sentimiento posesivo tan inmenso
- El niño no es suyo es de los dos
- Pero su mujer y usted...
Enrique se dio cuenta que ella no tenía idea de quién era el
- Mi esposa murió hace 2 años .- Lo ojos de Constanza abrieron como platos
- Lo siento no sabía Melisa solo me había dicho su nombre
- Normalmente con eso es suficiente
- ¿Pero usted no creerá que le daré a mi hijo?
- Nuestro.- Repitió el.- Es tan mío cómo suyo
- Es mi hijo fui inseminada artificialmente.- Suspiro.-
Aunque este era mi tercer intento los otros 2 no funcionó
- ¿Y estas segura que fue mi esperma el que funcionó?
- Todas las muestras eran suyas, cometieron ese error hace meses, recién vine enterandome
- Si puede tener hijos de manera normal ¿Porque se dirigió a la inseminación?.- Constanza áhizo una mueca
- Que comentario más desagradable
- ¿Es usted lesbiana?.- Constanza se puso roja
- No, no lo soy
- ¿Entonces porque no a esperado a casarse para tener hijo?
- Porque no quiero casarme
- No crea que por ningún momento va a críar al niño sin mi haremos una prueba de paternidad y si es mi hijo podría encontrarse con un marido lo quiera o no.
El no quería volver a casarse. Pero si aquel niño era suyo viviría en Turan con el no estaba dispuesto a ver que mirarán a su hijo como un bastardo como un hijo ilegítimo incapaz de reclamar su herencia y había una forma de remediar eso
- ¿Acaba de pedirme matrimonio?.- Dijo Javiera sorprendida
- No exactamente
- Pero yo no lo conozco ni usted a mi
- Vamos a tener un hijo.- Le recordó el
- Pero eso no tiene nada que ver con el matrimonio
- Es de sentido común casarse cuando se va a tener un hijo
- Yo tengo intención de ser madre soltera. No estaba esperando que un príncipe azul me pidiera matrimonio, esto no es un plan B
mientras espero al hombre de mi vida, mi niño es el único plan
- Y estoy seguro que la asociación feminista aplauden su desición señorita Mansilla pero ya no es usted la única persona involucrada en el embarazo, yo también lo estoy de hecho es usted la que me involucró
- Solo porque necesito saber si usted es portador de fibrosis quística
- ¿No podría haberle echo pruebas al niño?
- Quiero saberlo antes que nazca .- Respondió Constanza. -El algo que requiere una gran preparación emocional se podrían hacer pruebas dentro del útero pero no suelen hacer a menos que los dos padres sean portadores de la enfermedad a demás esas pruebas siempre conllevan un riesgo para el feto, y no estaba dispuesta a hacerlo sin hablar con usted.
- Oh tal vez su postura feminista sea solo eso, una postura
.- Ella lo miro perpleja por la grosería
- ¿Como?
- Dice que tiene una amiga en la clínica y yo soy un hombre muy rico, tal vez no haya recibido mi esperma por accidente, ¿Como es posible que haya estado allí dos años y derrepente lo hayan confundido con el de un donante? ¿Habría quedado embarazada a propósito para conseguir dinero?
- No sé cómo ocurrió el error yo no soy responsable de eso, solo sé que ocurrió y no sea tan engreído al pensar que yo haría esto por
dinero, de hecho nisiquera se quien es usted.- Enrique soltó una carcajada
- Me parece extraño que una mujer educada y bien informada
no sepa quién soy, a menos que no sea ninguna de esas cosas .- Constanza lo fulminó con la mirada
- ¿Ahora mide mi intelecto dependiendo de que sepa quién es usted? Tiene el ego del tamaño de un catedral dios mío
- A riesgo de confirmar su opinión sobre mi ego señorita Mansilla debo decirle que mi título oficial es de príncipe soy Enrique Diaz heredero del trono de Turan. Y si el hijo que esperas el o ella será mi heredero el futuro gobernante de mi pais.
De repente, le quedó horriblemente claro por qué su cara era familiar, por qué su rostro le resultaba familiar. Lo había visto antes en las noticias, en las revistas, etc. Su mujer y el habían sido los favoritos de la prensa durante mucho tiempo. Eran una pareja aristócrata, guapísimos los dos, y por lo que decían, muy felices. Pero dos años antes, habían salido en las noticias por una tragedia: la muerte de su esposa Constanza se alegraba de estar sentada o se habría caído al suelo - ¿Se encuentra bien? .- Le preguntó él inclinándose, poniendo una mano en su frente. Su piel era cálida y le hizo sentir una especie de cosquilleo - Si, no, la verdad es que no - Baje la cabeza Enrique empujó suavemente su cabeza para colocarlas sobre su rodilla. Había pasado mucho tiempo desde que un hombre la tocó. Había estrechado la mano con muchos por supuesto, pero no recordaba la última vez que alguien lo hizo para consolarla y era muy agradable. Pero el roce estaba provocando otras sensacion
Era una carrera que me gustaba y se me daba bien, a demas lo que hago ahora me gusta mucho, yo hablo por los niños para que no tengas que sentarse frente a un juez, no voy a dejar que los que han abusado de ellos vuelvan, a convertirlos en víctima obligándolos a repetir lo que sufrieron soy abogada pero a veces no hay a quien odie más que a otros abogados. La pasión que sentía por su trabajo su vocación era evidente, la mujer que esperaba un hijo suyo había hecho de defender niños su carrera. ¿Podría haber elegido a alguien mejor? En lugar de una persona fría, ahora veía a una mujer, dispuesta a defender a los más débiles, y eso es lo que estaba pensando. El Matrimonio no estaba en su agenda, ya había estado casado, y había amado a su mujer, pero ni siquiera el amor y el respeto los habia hecho felices al final. El no habia sabido resolver los problemas de Constanza y su mujer había pasado los últimos meses de su vida sola, y eso era algo que tendría que llevar en su conciencia tod
Aunque en realidad ella estaba acostumbrada al dinero,durante su infancia, antes de las tragedias, que destrozaron a su familia,habían vivido lujosamente en una casa rodeada de un precioso jardín inclusoahora su sueldo era más alto que el de la mayoría de la gente, aunque ella eraahorrativa, y prefería no hacer gastos de más.Pero aquello no se parecía a nada lo que alguna vez ellahabía visto, poco después la limusina atravesaba en la verja de hierroforjado que separaba a los habitantes del palacio del resto de la poblaciónenorme estatuas de soldados blandiendo espadas parecían vigilar las puertas,como reforzando la exclusiva del sitio.- ¿No hay fosos?.- Bromeó Constanza- No, los cocodrilo nunca podían distinguir a los intrusosde los residentes, de modo que era muy mal para el sistema de seguridad, ahorasolo tenemos una alarma como todo el mundo.- Su inesperada broma la hizosonreír.- ¿Entonces tampoco queman a los invasores con aceitehirviendo?- El aceite solo se usa
- ¿Tu futura esposa?.- Constanza aún mareada por el besoestaba segura haber escuchado mal- Si, lo he pensado mucho y es la única solución.- Asintió Enriqueencantado con sigo mismo- No voy a casarme contigo.- Replicó Constanza- Mira, sé que eres una mujer muy inteligente y dado eltrabajo qué haces, también una persona compasiva con esas dos cualidades, noEntiendo como no has llegado a la misma conclusión que yo- No entiendo porque la inteligencia y la compasión iban ahacerme concluir que tú y yo deberíamos casarnos- No podremos compartir la custodia si tú vives en Estadounidos y yo aquí, a demás un hijo ilegítimo no tendría derecho al trono, o areclamar su herencia espero que por compasión no le hagas esto a nuestro hijo.-Ella sacudió la cabeza- Nisiquera nos conocemos. ¿Cómo va a ser bueno para el niñocrecer en un hogar en el que sus padres son dos extraños?- Pero no lo seríamos.- Protesto el.- Nos sentimos atraídosel uno por el otro y yo creo que pronto nos conocería
Cuando Enrique salió de la habitación Constanza se tumbó enla cama, sin quitarse los zapatos, y unos segundos después estaba profundamentedormida.Cuando Enrique volvió media hora después, Constanza estabadormida, con un brazo sobre la cara, el pelo extendido sobre la almohada,inmediatamente su mirada se dirigió a sus pechos, que subían y bajaban por surespiración, es una mujer asombrosamente bella, pensóY no recordaba la última vez que besar a una mujer lo habíaexcitado tanto. No habia querido besarla aún no, Constanza era una mujerinteligente cerebral, y tendría que seducirla a través de la lógica y la razón,al menos eso había pensado, pero ella se había mostrado sorprendentementeapasionada entre sus brazos, un poco vacilante pero más dulce por ello.La tentacion de acariciar su estómago, y subir su manos porla curva de sus pechos, era tan poderosa, que le dolían hasta los dientes, y nosolo los dientes, Enrique tuvo que hacer un esfuerzo para controlarse - Constanza, "c
Una sensación de triunfo, y una sensación opresiva en lagarganta sospechosamente parecida al nudo de una soga, asaltaron a Enrique enese momento.Era necesario, era lo que debían hacer, la única manera depoder reclamar a su hijo, como heredero y la única manera de tener a Constanza.La idea de tenerla hizo que su entrepierna despertase a lavida de una manera elemental la deseaba con una ferocidad que le resultabadesconocido.La habría deseado en cualquier caso, pero la intensidadganas de tenerla, de entrar en su cuerpo y unirse en ella, eso tenía que estarconectado con el embarazo, porque no lo había experimentado nunca. Habíaexperimentado deseo, el más básico que no tenía, nada que ver con la emoción, yhabía estado enamorado pero nada de eso se parecía a lo que sentía por Constanza.Podría satisfacer su deseo sin casarse, pero el matrimonioera necesario para tener la clase de relación que él quería tener con su hijo yla única manera de darle todo lo que quería.- Pero acep
Enrique se encogió de hombros- No creo que la naturaleza de nuestra relación sea asuntosuyo- ¿No quieres que sepan cómo se concibió el niño?- Ellos no sabían nada del problema de fertilidad de Javierapara ella era muy importante que nadie supiera- Entonces no creo que sea importante que tus padres sepancómo se concibió el niñoAún que le rompía el corazón saber que iba a vivir el sueñode otra mujer. Le gustaría ser sincera sobre la concepción de su hijo pero erael deber de Enrique proteger el secreto de ella.- Bueno, te dejo para que te prepares.- Dijo Enrique.-Volveré a buscarte dentro de una horaConstanza vio a su prometido Enrique cerrar la puerta, unaparte de ella quería estar más cerca de el y la otra decía que se alejara. ....Luego cuando entro al comedor era demasiado grande. Un niñono podría sentarse en esa mesa no podría un niño ahí comer galletitas o dibujarsobre la mesa, y no por primera vez que acepto su propuesta de Enrique sepreguntó si había hecho bien
Constanza hizo una mueca cuando el corsé del vestido declavó en su costado. Hacía calor, mucha calor, y la humedad era altísima elambiente cargado aumentaba las náuseas que se habían convertido en susconstantes compañeras.La empleada la estaba ayudando a vestir le había dicho queel anuncio del compromiso era una ocasión formal. Y tendría que llevar unvestido adecuado. De modo que ahí estaba maquillada y embutida en un corséesperando tras una cortina roja el momento de salir al balcón con Enrique. Paraanunciarse su compromisos a las cámaras de televisión y a la gente que esperabaahí abajo.Porque no eran solo los ciudadanos de Turan. Si no que elmundo entero, Enrique era un hombre carismático y popular en su país, y fuerade él, a su boda acudirían personajes de todo el mundoNada de presiones pensó irónicaRespirando profundamente intento no ver qué sus pechosparecían querer escapar del escote imperio del vestido azul. Supuestamentetendría que ser pudoroso y podría haberlo