Zoe, estaba tan disgustada que apretó su puño casi enterrándose las uñas en su piel. Luego dijo: ¡Señorita Fernández, cuide su lengua!Sin embargo, Miguel alargo la mano para detenerla y miró a Isabella. Su expresión era como si quisiera destruirla o desaparecerla.—Está bien, así que solo pregunté…Isabella miró a Zoe, antes de retirar con lentitud la mirada. Y luego continúo. —Vengo a preguntarle, Señor Ortega, si usted organizó el accidente de mis padres, ase más de cinco años…Todos los presentes se sorprendieron y susurraban, por la pregunta de la hija o de la heredera de la compañía, ellos ya tenían en mente lo del accidente del presidente Fernández. —Un atisbo de hostilidad brillo en los ojos de Miguel, y desapareció un segundo después. Respondiendo con tranquilidad:—No sé por qué me pregunta eso, Señorita Fernández. Si no recuerdo mal, sus padres viajaron por unos problemas en las compañías en el extranjero. En ese momento yo no podía viajar porque mi doctor me recomendó de
Cuando se marcharon, el asistente de Miguel se acercó y anunció que la reunión había terminado y agradeció a todos su participación. A todos les quedó claro que estaban ansiosos por terminar el evento para arreglar el desorden.La multitud hizo un puchero y se marchó a regañadientes, justo cuando la trama se complicaba.Pronto poca gente quedo en el lugar, que en un principio estaba animado. Álvaro fijó su mirada por donde se había marchado Isabella y se quedó un poco ensimismado.En ese momento, Lucían apareció de la nada y se paró frente a él. ¡Felicidades, Señor Campos…!¿Por qué? Álvaro recuperó la compostura y preguntó con indiferencia. No estaba de humor para intercambiar cumplidos con Lucían.Álvaro Frunció el ceño en señal de respuesta.¡Por ganar el proyecto de colaboración con Grupo Fernández como lo deseaba, claro!Aún no han publicado los resultados. Así que es muy pronto para qué me felicité.“¿Ah sí? Lucían dijo; ¿entre los competidores por la licitación, usted es la
El coche se estacionó frente a la villa, Manuel salió y se paró detrás del coche.Sebastián salió primero, luego Isabella.¿Oye, quieres ir a dar un paseo?¡No, ve tú! Yo me voy a quedar en casa. El ejercicio es bueno para la salud, así que deberíamos salir a pasear todos los días.Tal vez tengas razón. Llevo todo el día estresada.Hay un parque enfrente.Ella no pudo reaccionar ante el repentino cambio de tema, y soltó:¿Qué?Sin embargo, él no contestó, solo la tomó de la mano y tiro de ella.Isabella intentó soltar su mano, pero su esfuerzo fue en vano.En aquel momento había mucha gente paseando por el parque, entre ellos, solo algunos ancianos, mientras que el resto eran parejas de enamorados. También había alguien tocando la guitarra no muy lejos de ahíIsabella pensó que, ya que estaba en el parque, podía unirse a la diversión. Tomó la mano de Sebastián qué la sujetaba, cambió de dirección y camino hacia el lugar de donde provenía el sonido de la guitarra. Sebastián solo la
“¡Es demasiado perfecto! Es incluso más guapo que todas esas celebridades populares”“Ya pasaron diez minutos. ¿Nadie ha encontrado nada sobre él todavía?”Justo en ese momento, alguien mencionó: “¿No es… el chico del grupo Gallardo?”Una vez que es comentario apareció, todo el mundo se confundió por la repentina mención del grupo Gallardo. De inmediato, alguien público el video con Isabella. Los hashtags pasaron de “Un hombre guapísimo tocando la guitarra” a “El presidente Gallardo se confiesan con una extraña mujer.“Estoy celosa, esto es como un cuento de hadas”“¡Dios mío! El presidente Gallardo es muy guapo. Y ¡esa mujer es muy hermosa!”Un comentario decía: “Vaya, no esperaba que el presidente Gallardo supiera tocarla guitarra tan bien, además de escribir en el teclado”“¡Ja, ja, ja! Me hiciste reír”Cuando entraron a la villa, se abrió la puerta y Rubén asomo la cabeza emocionada y con una expresión de chisme lleno su rostro. ¡Isabella, regresaste!Isabella asintióRubén l
En la entrada de la villa, cuando salieron del coche, Isabella estaba a punto de abrir la puerta, cuando la puerta se abrió de golpe. La cabeza de Rubén se asomó emocionado y con una expresión de chisme en su rostro. ¡Isa, regresaste! Isabella asintió. Rubén la miró antes de ver a Sebastián qué está de pie detrás de Isabella, mientras una sonrisa cómplice se dibujaba en su rostro. Lo sé. El aire está lleno de burbujas rosas ahora. Isabella ladeó la cabeza confundida y le lanzó una mirada. Sin embargo, Rubén dejó escapar una tos y se entró a la villa, en un momento de despiste Rubén le lanzó una mirada a Sebastián y dijo: sigue así y le levantó un dedo de aceptación a lo que hacía. Luego de entrar a la villa, Isabella se volvió confundida solo para ver a Sebastián, que tenía las manos en los bolsillos con la cabeza un poco ladeada y dijo con calma: ¿Te quedas a cenar? ¿No se te olvida algo? Isabella retrocedió en silencio, y se dirigió a la sala donde estaba sentado Rubén.
AEROPUERTO En el aeropuerto en la ciudad de Segovia se encontraba un alboroto, muchos periodistas se aglomeraban para tener su primer lugar para su primicia. Se filtró la noticia que una persona importante aterrizaba a esa hora y en ese vuelo de la mañana, se decía que una relevante eminencia de la elite del poder, que ocupaba una posición dominando las tres instituciones del país, que era la seguridad interna y externa del estado, y de la economía política. Dentro del aeropuerto la esperaba una comitiva para darle la bienvenida y transportarla al hotel real, el más lujoso de Segovia. Por el lado de una salida privada, salía una mujer alta de uno setenta de estatura, su piel blanca como la nieve, con un cuerpo esbelto, sus largas piernas, su cabello negro rizado suelto, sus ojos color negros con pestañas largas, su cara reservada y severa y un aspecto arisco. Vestía con traje de ejecutiva, pantalones negros, blusa turquesa con cuello alto, chaqueta color negro… Llevaba un
¡La Señorita Zoe está embarazada, y según dicen el embarazo es del Señor Sebastián Gallardo! Ella, no se sorprendió, solo tenso sus puños, sus uñas muy bien cuidadas se incrustaron en su piel, y permaneció en silencio, momentos después dibujo una sonrisa, sarcástica, dijo. Parece que Sebastián ya hizo su buena jugada, no ha estado perdiendo el tiempo. Veremos cómo explica eso, retírate dijo, el asistente dijo si Señorita descanse.Después que se fue su asistente, ella subió las escaleras y entró a su habitación.Su habitación era espaciosa con una ventana francesa y estilo minimalista, sus maletas estaban su sitio, su almario estaba lleno de ropa de temporada con sus mejores diseños y marcas, tomó una muda de ropa se metió al baño.Él bañó, ya estaba preparado con los mejores aceites y fragancias.En el tocador a la orilla de la bañera se encontraba una charola con una botella de vino Marqués de Murieta 1968.Ella tomó la botella, se sirvió una copa y se metió a la bañera, pego un
Diez minutos después, enfrente de la escuela.Un Aston martín, llegaba a toda velocidad saliendo varias personas del auto, el primero en salir era una figura alta su traje negro acentuaba sus largas piernas y le daba un toque de elegancia a su figura.Incluso era llamativo entre la multitud su perfil perfecto, la nariz respingada rasgos esculpidos, era la envidia de muchos se veía tan atractivo que otros jóvenes eran insulsos en comparación con él.Pero en ese momento su cara reflejaba al mismísimo demonio, él era Sebastián Gallardo, amigo y prometido desde la infancia de Isabella. Dos horas antes le escribió a Isabella para saber dónde estaba, se había dado cuenta de que la familia Ortega la trataba mal y quería invitarla a cenar para hablar con ella para que se mudara a la mansión de los gallardos.Pero ella contestó que estaba con Zoe y le dijo que iba a una fiesta. Él contestó que lo esperara en la escuela, pero ya no recibió respuesta, marco muchas veces el número de Isabella y