Después que Sebastián e Isabella terminaron de cenar. Planeó en enviar a Isabella a casa. Sebastián pensó: “Isa ha pasado por mucho en estos días. Necesita descansar bien” Déjame enviarte a casa con el chófer, debes descansar primero. Tus ojeras están a la vista. Se nota como que no has descansado últimamente. En los ojos de Sebastián había amor y gentileza, era evidente que a Sebastián le gustaba mucho Isabella. Isabella estaba sorprendida y a la vez confundida. De hecho, se me está haciendo difícil conciliar el sueño últimamente. Me quedo despierta hasta tarde. Isabella no pensó mucho en lo que le dijo Sebastián, y siguió su camino. Ella había pensado en confesarle qué había aceptado la propuesta del compromiso, pero se tragó sus palabras. Sebastián estaba un poco angustiado, pero no lo demostró en su rostro. “Entonces te mandaré a descansar, ve con cuidado” Cuándo Isabella Regreso a la villa, encontró que Tatiana Ortega estaba esperándola en la puerta. Inclu
Después que Tatiana dejó la residencia Fernández, se subió a su coche, frunció la frente y pego con los puños en el volante y grito frustrada y juró vengarse de Isabela, tomó su móvil e hizo una llamada. Al contestar la llamada, la otra persona contesto: Tatiana, cariño te acordaste de mí, pensé que nunca me llamarías. Lo que Ella contestó: ¿tenías que haberte mantenido alejado de la ciudad y mírate donde estás, dime cómo diablos se dio cuenta Isabela que fue una trampa para sus padres? El sujeto contestó, no tengo ni una p*ta ideas de lo que me estás hablando, salí de la ciudad hace cinco y nunca he regresado, no sé de qué carajos estás hablando. Tatiana guardó silencio y dijo necesitó otro trabajo, pero esta vez quiero que sea perfecto. La otra persona se mantuvo en silencio y dijo cuál es el trabajo que necesitas, ella dijo: quiero que hagas desaparecer a Isabella para siempre, la quiero bien muerta, será posible que puedas cumplir con esta orden a la perfección o me busco
Isabella se quedó sin palabras al escuchar esas palabras. Solo se escuchó el sonido del viento silbando en sus oídos. El conductor hizo un giro repentino, haciendo que Isabella fuera arrojada hacia su asiento. “Señorita, por favor abróchese el cinturón de seguridad. La llevaré a un área menos concurrida”, Instruyó el conductor. Finalmente, reaccionando, Isabella asintió mientras cerraba la ventana del auto y se ha abrochado rápidamente el cinturón de seguridad. El Rolls-Royce negro corría, maniobrando hábilmente entre los vehículos en la carretera. Isabella sentía el corazón latir en su pecho. Cada vez que evitaban por poco chocar con un auto en frente, en lo único que pensaba era en quien abia dañada su auto. Ella agarró fuertemente su teléfono, y justo en ese momento, llego la llamada de Isaac Mendoza, asistente de Sebastián. Temblando, Isabella contestó la llamada, Isaac pregunto, dice el presidente Gallardo que no le envió su ubicación. Isabella miró hacia dela
Zoe intentó por todos los medio entrar al cuarto de Isabella, en ese momento vio salir a Sebastián de la habitación, se dirigió a la oficina del director dejando a Isabella dormida y con la aguja insertada en su brazo por el suero.Zoo aprovechó la oportunidad y se coló a la habitación, pero al intentar ingresar dijo: “Mald*cion” un doctor entro a revisar a Isabella, quitándole la oportunidad de interferir en la recuperación de Isabella.Zoe, afligida y a la vez enfurecida hasta la médula, quería ver si Isabella estaba despierta o dormida para hacer su fechoría, al cabo de unos cinco minutos, un hombre elegante y con traje negro miraba para todos los lados revisando que nadie lo viera, y entrar a la habitación. Zoe no conocía a ese hombre, pero no le quito la vista de encima, estuvo pendiente de todos los movimientos de recién llegado.Zoe vigilando desde lejos pudo ver cómo el hombre vestido de negro entraba a la habitación se paraba a la par de la cama de Isabella, le rec
En el hospital, tanto Sebastián como Isabella, se quedaron callados pensando. En ese momento tocaron a la puerta, inmediatamente entraron las dos mejores amigas de Isabella, Karina y Vanesa. Al entrar no se dieron cuenta de que en el sofá se encontraba Sebastián, al verlo retrocedieron, queriendo regresar por donde llegaron. Luego las dos en coro saludaron a Sebastián, él asintió y se levantó, luego miró a Isabella y dijo: saldré un rato, si necesita algo estoy afuera y se despidió de la visita. Después de pasar casi toda la tarde con sus amigas poniéndose al día, Isabella dijo: “Es tarde deberían regresar, mañana tienen trabajo: deberían ir a casa y descansar temprano” Karina se levantó, se despidió de ella, si necesitas algo solo tienes que llamarme y salieron de la habitación. Antes de que Isabella pudiera reaccionar, ellas ya se habían alejado. Isabella se quedó sentada, mirando distraídamente después de dos segundo, reaccionó y sonrió, tomó su teléfono, marcó un nú
Isabella… estaba ida en sus pensamientos, cuando Karina amorosamente le puso la mano en el hombro y dijo: Isabella te distrajiste, en eso volvió en sí. Karina comentó has sufrido bastante por culpa de la familia Ortega, pero no hablemos de eso, mejor cuéntanos más cómo va la relación con el galán del director Gallardo, como te sientes al respecto. Isabella colocó su palma de la mano en su rostro y se ruborizó, me siento increíble y decidida, respondió con sinceridad. Sebastián es exageradamente sobre protector, agregó con una risita Karina se carcajeó. En ese momento llego la empleada colocándole frutas y demás bocadillos en la mesa, se hizo un silencio, luego discretamente se alejó, quería preguntarle a su ama sobre su salud, pero decidió esperar cuando ella estuviera sola. Entre risa y risa Vanesa comento, bueno eso es comprensible, estoy segura de que el presidente está tan emocionado al encontrarte, no sabes lo mucho que sufrió y se desesperó cuando te secuestraron, ha
Después de dormir casi toda la tarde, Isabella despertó, miró por la ventana y afuera estaba oscuro. Cuando se levantó, camino al baño se dio una ducha, luego cambiada salió de su habitación, al bajar las escaleras escucho ruido en la sala contigua. Camino sigilosamente hasta llegar a la entrada donde escucho a Sebastián conversando con sus dos amigas, al escuchar la conversación Isabella se sonrojó y se quedó quieta, esperando saber más de la conversación. Cuando detrás de ella escuchó que la llamaban, la empleada que se acercó y le dijo: ¿ya despertó señorita Fernández, estaba a punto de llamarle para avisarle que la cena está servida, puede dirigirse al comedor? Al escuchar eso, las personas que estaban en la sala se percataron de la llegada de Isabella, se levantaron y emocionadas caminaron hacia ella. En ese momento, Sebastián dijo: ¿pueden quedarse a cenar y hacernos compañía? Ellas se miraron y asistieron al mismo tiempo, se dirigieron al comedor. En la mesa estaba repl
Sebastián miró fijo al joven que tenía enfrente, sintió Furia y un atisbo de duda en su interior, pero sus ojos permanecieron inquebrantables. Después de todo, había ido demasiado lejos al robar el proyecto ángel dorado. Era el sustento del grupo Gallardo. Isaac se limitó a quedarse mirando. Sebastián, tomando la tableta de Isaac, le mostró la pantalla. Vio que un punto rojo se superponía su casa en el mapa. Luego pregunto ¿qué es esto? Supongo que eres la persona que pirateo, pirateo el sistema de mi empresa y robó los datos del proyecto ángel dorado. Él interpretó los gestos que tuvo el joven en la expresión como visión tácita de sus actos, una mirada gélida, su rostro se asombró. ¿Dónde está? Devuélvemelo ya. Isaac siguió su ejemplo estudiando al joven y descubrió que sus rasgos faciales se parecían a los de Sebastián, el descubrimiento le dejó boquiabierto. Dios mío, es una locura, En ese momento El joven habló: señor Gallardo, yo fui quien pirateó tus datos, levantó su