En el hospital, tanto Sebastián como Isabella, se quedaron callados pensando. En ese momento tocaron a la puerta, inmediatamente entraron las dos mejores amigas de Isabella, Karina y Vanesa. Al entrar no se dieron cuenta de que en el sofá se encontraba Sebastián, al verlo retrocedieron, queriendo regresar por donde llegaron. Luego las dos en coro saludaron a Sebastián, él asintió y se levantó, luego miró a Isabella y dijo: saldré un rato, si necesita algo estoy afuera y se despidió de la visita. Después de pasar casi toda la tarde con sus amigas poniéndose al día, Isabella dijo: “Es tarde deberían regresar, mañana tienen trabajo: deberían ir a casa y descansar temprano” Karina se levantó, se despidió de ella, si necesitas algo solo tienes que llamarme y salieron de la habitación. Antes de que Isabella pudiera reaccionar, ellas ya se habían alejado. Isabella se quedó sentada, mirando distraídamente después de dos segundo, reaccionó y sonrió, tomó su teléfono, marcó un nú
Isabella… estaba ida en sus pensamientos, cuando Karina amorosamente le puso la mano en el hombro y dijo: Isabella te distrajiste, en eso volvió en sí. Karina comentó has sufrido bastante por culpa de la familia Ortega, pero no hablemos de eso, mejor cuéntanos más cómo va la relación con el galán del director Gallardo, como te sientes al respecto. Isabella colocó su palma de la mano en su rostro y se ruborizó, me siento increíble y decidida, respondió con sinceridad. Sebastián es exageradamente sobre protector, agregó con una risita Karina se carcajeó. En ese momento llego la empleada colocándole frutas y demás bocadillos en la mesa, se hizo un silencio, luego discretamente se alejó, quería preguntarle a su ama sobre su salud, pero decidió esperar cuando ella estuviera sola. Entre risa y risa Vanesa comento, bueno eso es comprensible, estoy segura de que el presidente está tan emocionado al encontrarte, no sabes lo mucho que sufrió y se desesperó cuando te secuestraron, ha
Después de dormir casi toda la tarde, Isabella despertó, miró por la ventana y afuera estaba oscuro. Cuando se levantó, camino al baño se dio una ducha, luego cambiada salió de su habitación, al bajar las escaleras escucho ruido en la sala contigua. Camino sigilosamente hasta llegar a la entrada donde escucho a Sebastián conversando con sus dos amigas, al escuchar la conversación Isabella se sonrojó y se quedó quieta, esperando saber más de la conversación. Cuando detrás de ella escuchó que la llamaban, la empleada que se acercó y le dijo: ¿ya despertó señorita Fernández, estaba a punto de llamarle para avisarle que la cena está servida, puede dirigirse al comedor? Al escuchar eso, las personas que estaban en la sala se percataron de la llegada de Isabella, se levantaron y emocionadas caminaron hacia ella. En ese momento, Sebastián dijo: ¿pueden quedarse a cenar y hacernos compañía? Ellas se miraron y asistieron al mismo tiempo, se dirigieron al comedor. En la mesa estaba repl
Sebastián miró fijo al joven que tenía enfrente, sintió Furia y un atisbo de duda en su interior, pero sus ojos permanecieron inquebrantables. Después de todo, había ido demasiado lejos al robar el proyecto ángel dorado. Era el sustento del grupo Gallardo. Isaac se limitó a quedarse mirando. Sebastián, tomando la tableta de Isaac, le mostró la pantalla. Vio que un punto rojo se superponía su casa en el mapa. Luego pregunto ¿qué es esto? Supongo que eres la persona que pirateo, pirateo el sistema de mi empresa y robó los datos del proyecto ángel dorado. Él interpretó los gestos que tuvo el joven en la expresión como visión tácita de sus actos, una mirada gélida, su rostro se asombró. ¿Dónde está? Devuélvemelo ya. Isaac siguió su ejemplo estudiando al joven y descubrió que sus rasgos faciales se parecían a los de Sebastián, el descubrimiento le dejó boquiabierto. Dios mío, es una locura, En ese momento El joven habló: señor Gallardo, yo fui quien pirateó tus datos, levantó su
Después de esperar por un buen tiempo adentro del vehículo, Aldo se desesperó Y tomó su tableta en su tableta, tenía muchos programas, una cantidad de código corría por la pantalla, después de esperar por casi quince minutos Sebastián abrió la puerta del pasajero y le pidió que saliera. En la puerta de la villa estaba Isabella vestida con ropa cómoda para estar en casa, después que salió del hospital se había quedado por mucho tiempo en su casa sin salir cuando por fin Aldo bajó del auto camino hacia la entrada de la villa. Y al entrar se encontró con una exquisita figura, una joven hermosa, con su rostro impecable, su piel blanca como la nieve, con unos ojos encantadora sonrisa pura como un ángel. Sebastián al verle la cara de alegría frunció el ceño, se acercó a Isabella y se la presentó y dijo: Te presento a tu futura tía Isabella Fernández, respétala y trátala como a mí. En ese momento Aldo se dio cuenta de que esa joven hermosa y angelical era la futura esposa de su tío Sebas
Después que Isabella recibió la llamada se metió a su auto y se marchó, ya dentro del coche Isabella recibió una llamada, era de seguridad nacional. Señorita Fernández necesita informarle sobre la persona que se robó la información de seguridad nacional, tiene en sus manos muchos secretos de Estado e Y si los vendes estaremos en grandes problemas, la voz de la persona era tan seria, que Isabel frunció el ceño. Señorita Fernández escúchame con atención, dijo la otra parte informándole, anoche unos hackers más conocidos del mundo, interrumpieron el sistema y rompieron la Barrera de protección del Software donde se encontraba la información de personas importantes de los países internacionales. Según la información que tenemos, algunas cámaras de vigilancias relevantes también están rotos y están siendo reparadas. Y escaparon así nomás dijo Isabela, ¡ ¡Acaso pueden volar! Los ojos de Isabela permanecieron tranquilos reflejando su estado mental, señorita Fernández por favor denos la
No muy lejos, un hombre vestido de militar sentada en una silla de ruedas. Llévame un pasamontañas dificultando ver su rostro. Detrás de él, varios hombres corpulentos, también vestidos de militares, irradiaban una aura feroz y malvada. Isabella se limitó a observarlo, respiró tranquilamente y observó en silencio su entorno. El aire estaba impregnado en partículas de polvo, enfrente del hombre de la silla de Ruedas, se encontraban varios técnicos, sus dedos volaban por el teclado, todos vestidos de militares. Ella presenció cómo se filtraba información de países. Internacional. Luego un hombre habló: ¡jefe, tenemos a alguien aquí! Isabella sabía que la habían secuestrado sabiendo que no tenían información sobre ella, nadie sabía su identidad, solo se conocían por números de serie. Miró al hombre al que se referían como el jefe, y luego, con una media sonrisa y la mirada tranquila, sus ojos se encontraron. ¡El corazón de Isabel la dio un vuelco al reconocer! Pero inmediatament
En la fábrica abandonada en el segundo piso, el sonido de los teclados se escuchaba, en ese momento sonó un móvil, el hombre respondió deprisa, la llamada en la pantalla figuraba una imagen de un hombre militar con insignia de alto Rango. Sus manos las tenía atadas detrás de su espalda controlada por varios hombres, el militar se encontraba todo desaliñado, su rostro golpeado, su ropa manchada de sangre y la toalla metida en su boca. El corazón de Isabela se desgarró, conocí al hombre que tenían secuestrado, habían pasado algunas misiones juntas, ellos hablando en lengua extranjera, pero Isabella sabia lo que hablaban, al ver a los hombres sacar su arma, Isabella sacudió con desesperación la cabeza. No podía llorar, retenía sus Lágrimas con ansiedad, en ese momento se escuchó un disparo en el otro lado de la pantalla, el militar que tenían amarrado cayó al piso, Isabella intentó hablar, pero se tranquilizó, inmediatamente sabía que podía quedar expuesta su identidad. La transmisi