Con la espalda casi pegada a la pared, la vista frente al balcón. Bajó un pie para luego colocar el otro frente a este sobre la misma grada. Con cada escalón que bajaba se detenía por un segundo. El silencio era abrumador, tanto que en sus tímpanos podía escuchar el silbido del viento. Una sensación extraña subía a su pecho cada vez más cerca de su corazón.
Conforme bajaba cada escalón la vista se iba ampliando ante él. Largos sofás, con acabados de madera a sus costados, estaban situados frente a la puerta. Varias cajoneras adornaban el espacio entre cada uno; sin embargo estas no estaban adornadas por nada. Por qué los artículos de valor que mantenían en ellas ya habían sido saqueados con anterioridad, quedando solo la marca en la madera donde solían estar.Cuando llegó a la última grada, caminó frente a un gigantesco mueble igual de vacío. Puesto a un lado de las gradas; de tal manera que al pasar por la puerta principal quedara a la vista el esplendor de los artículos de oro que hubo en el. Isaac se detuvo justo en frente. Luego, se dirigió al lado derecho donde se encontraba la pared de las gradas. Después, subió sus manos y las pasó sobre esta. Deslizando la yema de sus dedos en el papel tapiz hasta que encontró una pequeña deformación en la pared. Una pequeña línea tan perfectamente unida con el papel que era imposible de ver.Isaac giró su cuello encontrándose con la espalda de Lucas quien vigilaba los alrededores. Apretó sus dientes y dejó salir una ligera corriente de aire entre estos. Como si fuera una serpiente produciendo un sonido bajo. Al escuchar su señal, Lucas se acercó. Isaac tocó el lugar con su dedo, dando un golpe en el punto indicado, antes de retroceder dos pasos para darle lugar a su compañero.Ante sus ojos, Lucas sacó la navaja, nuevamente. Metió la punta y dobló el cuchillo. Destrabando la puerta escondida. Los bordes perfectamente unidos se fueron despegando desde la altura de su pecho en una línea recta hasta sus pies. Emitiendo un ligero sonido al despegarse. Un tiempo después, Isaac escuchó el siseo producido por Lucas como señal para entrar. De espaldas a él camino en retroceso. Como si tuviera calculado cada centímetro de distancias. Después de dos pasos llegó a la puerta, luego dio un paso a la derecha introduciéndose perfectamente en el espacio. Dio otro paso atrás antes de estirar la mano al frente. Tomó la puerta y la fue cerrando suavemente.Una vez dentro, la oscuridad los rodeó. Era un negro tan intenso que incluso era difícil ver su propia mano. Parados en medio de la nada, esperaron hasta que escucharon los sonidos dentro del cuarto. El sonido del viento se escuchó antes de ver una pequeña llama. La luz atravesó la oscuridad. Iluminando los rostros de todos los presentes. Desde el suelo salieron, primero Samuel quien había encendido una pequeña lámpara de gas. Luego salió Dylan, poniendo sus dos brazos a los costados de agujero por donde salían, se impulsó hacia arriba; pero no había terminado de sacar todo su cuerpo cuando escuchó las voces.En el momento en que vio a Samuel, Isaac rápidamente se acercó. Samuel intentó formar una sonrisa; sin embargo, esta se desvaneció al sentir el dolor en su oreja. Los dedos de Isaac la sostenía con mucha fuerza, tanta que incluso temía que se la arrancara - ¡¿no te he dicho que me sigas en todo momento?! - empujó las palabras por sus dientes apretados; los cuales, sofocaban el sonido a la vez que le daba la fuerza suficiente a su voz.El rostro de Samuel estaba distorsionado, con una expresión de sufrimiento - hermano - apenas podía quejarse; mientras la lámpara en su mano se agitaba. Moviendo la luz con ella.Isaac estaba a punto de volver a reprender cuando de pronto sintió algo frío en su hombro. Totalmente alerta, soltó la oreja de Samuel volteando su torso hacia atrás. Un rostro cubierto lo observaba. La voz rasposa de Lucas habló - no es momento para eso - luego, bajó su mano.Por otro lado, Dylan se sacudía las manos frente a él - Cálmate, yo le dije que viniera conmigo - dijo con toda tranquilidad; mientras palmeaba la tierra de su ropa.Una ceja de Isaac crispó - ¿por qué lo haces desobedecer mis órdenes?, ¿No estaba Matías contigo?.Dylan levantó la cabeza. Poniendo una mano en su cintura; mientras mantenía la otra colgando - Así es, lo dejé con Tomás, vigilando afuera.La poca importancia que transmitían las palabras de Dylan fastidiaban aún más a Isaac. Estaba tan furioso que podía sentir el calor de su cuerpo, emitiendo aire caliente que lo cocía a él mismo. Apretó sus labios. Decidiendo no decir más. Ignoró los ojos enlagrimados de Samuel que lo veía con mucho sentimiento. Caminó al frente pasando rozando el brazo, que sostenía Dylan en su cadera.La luz descubrió el cuarto totalmente vacío. Solamente había una pintura con la imagen de una niña colgando de una de las paredes. El cuadro no representaba nada de valor para ellos; por esa razón, no lo hurtaron con el resto de cosas y decidieron dejar por lo menos un recuerdo de lo que solían guardar en la habitación secreta.-Es este - Isaac estaba ante el cuadro.-No parece muy especial - comentó Samuel desde atrás.Una figura encorvada llegó al lado de Isaac. Sosteniendo un cuchillo en una mano, su voz sofocada se escuchó - Veamos que hay detrás - informó para luego subir su mano vacía al cuadro. Pasó la mano por los extremos de madera; mientras subía la otra para meter el cuchillo. Sin embargo, el arma quedó en el aire cuando de repente el cuadro se movió ligeramente. Solo un poco de fuerza había ejercido en él y los movimientos de Lucas se detuvieron por un instante.Al ver las manos sin movimiento, el corazón de Isaac rebotó en su pecho. Llevándose consigo el oxígeno que ya le era difícil conseguir - ¿que ocurre? - apenas preguntó cuando vio a Lucas llevar el cuchillo a su espalda y guardarlo en su cintura.Luego, con la mano que sostenía la pintura, simplemente la movió a un lado. Descubriendo el espacio cubierto por ella. Los ojos de Isaac se ampliaron al ver ante él un bloque de concreto. Incrédulo, se acercó. Sus dedos temblaron cuando se cerraron en el marco de la pintura. La agarró fuertemente moviéndola hacia él para luego desprenderla de la pared. Como era de un tamaño considerable tuvo que apoyarla en el suelo rápidamente.Después, levantó la vista para encontrarse con lo que temía. Ante él una fría pared le bloqueaba el paso. No había señales de ningún pasaje, ni siquiera una fisura en el bloque que lo hiciera creer que había algo detrás.-¿Qué significa esto? - Samuel no pudo evitar preguntar; mientras Isaac estaba sin palabras - ¿hermano?.Todo el color se había ido de su rostro. Sus ojos se habían enrojecido mientras veía fieramente la pared. Como si tratara de abrir un pasaje con la fuerza de su mirada. De pronto, tomó el cuadro y lo lanzó a un lado. La madera se rompió al hacer contacto contra el concreto. Pedazos de palo volaron en todas direcciones. Mientras Lucas lo miraba sin ninguna expresión aparente en sus ojos. Isaac se encontraba en un coraje inminente que impedía el paso a cualquier razonamiento lógico. Su mente no podía reaccionar.De repente, un fuerte sonido retumbó entre el hueco en el que estaban. Atravesando los oídos de todos los presentes - Un disparo - susurró Dylan antes de reaccionar. Apresurado dijo - Es la señal, ¡tenemos que irnos!.Todos comenzaron a apresurarse. Ante él las personas corrían alocadas; mientras que su propio cuerpo no podía reaccionar. Isaac se quedó paralizado por un tiempo hasta que vio el rostro de su hermano ante él. El sudor corría por su cuello, sus ojos estaban húmedos y abiertos grandemente, un profundo temor se podía ver en ellos. En ese momento Isaac se dio cuenta de la situación; así que rápidamente suprimió sus emociones para dejar su cabeza fría.Se acercó a Samuel. Con una mano sujetó la camisa de este de la parte del hombro. Envolvió sus largos dedos en la tela, arrugándola hasta casi romperla - ¡rápido! - hizo una señal con su cabeza - ¡entren al hoyo! - Lucas estaba a punto de abrir la abertura en la pared por donde habían entrado; mientras que Dylan esperaba a su lado, cuando sus movimientos se detuvieron. Giraron sus rostros para ver a Isaac. Con toda calma este dijo - puede que nos estén esperando afuera, es más seguro por este lado.La mirada en los jóvenes se suavizó cuando
Mientras corrían, una tropa de guardias se acercó corriendo por el lado opuesto. Uno de ellos vio a los cuerpos sobre el tejado y los señaló - ¡POR AHÍ! - su estruendosa voz resonó en las calles. Los guardias que estaban en la casa se acercaron pronto a ellos. Formando un nuevo grupo más grande.-Mierda - la palabra pasó por los dientes apretados de Isaac. Estaban en la mira, les sería difícil perderlos; así que Isaac tomó una decisión - ¡DESVIENSE! - meneó su mano, moviendo el viento con ella; a la vez que los de enfrente lo miraban de soslayo - ¡HACIA EL OTRO LADO!.En lugar de seguir por las casas que estaban a las esquinas del camino. Doblaron a la izquierda saltando al lado opuesto por donde los guardias los seguían. Fueron a tomar la siguiente cuadra donde el camino estaba despejado; pero no por mucho tiempo. Tan solo al otro lado, los guardias se apresuraban a doblar la esquina; mientras ellos corrieron en dirección opuesta como si sus intenciones fueran regresar a la mansión.
La mano de Dylan se quedó en el aire. Sus ojos se ampliaron cuando giró su rostro hacía Isaac con una expresión sería. No dijo nada. Simplemente se recompuso y esperó a que Isaac actuará.-Tú - señaló con su cabeza a Matías. Evitó decir su nombre para no revelar la identidad - enciende la vela.Matías se dio la vuelta; pero no dio ni un paso lejos cuando Dylan habló - Espera - su voz estaba alterada - yo lo haré - Luego, se giró y comenzó a caminar por la habitación. Sus manos tocaban con precaución cada cosa que se encontraba. Rodeó todo el lugar en busca de la vela hasta que su pierna chocó contra un objeto que se arrastró en el suelo por la fuerza del empuje. A tientas, movió las cosas encima. Tardó un tiempo ahí hasta que logró encender la vela que estaba en esa mesa.Isaac esperó, escuchando atentamente los movimientos que producía Dylan a sus espaldas. Hasta que la habitación se iluminó. Sus ojos se ampliaron con sorpresa cuando el cuerpo en el suelo
Las vistas se giraron de Isaac a Dylan, quien aún tenía el brazo de la niña en su mano. Este vio el rostro asustado una vez más antes de dejarla ir. Isaac comenzó a caminar. Sus pasos firmes y veloces se dirigían a Dylan. Iba a la mitad del camino cuando alguien se le interpuso. Matías había dado un paso al frente, bloqueando el paso y la vista de Isaac hacia Dylan. Su enorme porte estaba atravesado - Hermano - dijo esa palabra para tranquilizar, tan bajo que incluso a Isaac le fue difícil escuchar.La mano de Isaac se alzó, con un movimiento más brusco de lo normal, la puso sobre el hombro de Matías, produciendo un sonido de choque. Inmediatamente, Dylan salió tras la espalda de Matías. Tomó el antebrazo de Isaac y lo apretó mientras retiraba la mano del hombro de Matías, dirigiéndole su mirada oscura. Isaac sabía que quería formar un lío en el lugar; pero el no se lo iba a permitir. De tal manera que decidió no echarle más leña al fuego. Así que suavemente bajó su mano. L
Fue ahí donde Isaac se dio cuenta que tenía el rostro descubierto y había expuesto su identidad. Se había distraído tanto que no se dio cuenta cuando los guardias se habían marchado, ni en qué momento Sofía se había acercado a la puerta. Dejándolo sin la oportunidad de volver a cubrirse. No había pensado en su cara descubierta hasta ese momento. Lo tomaron totalmente desprevenido. Rápidamente estiró su mano y arrebató la máscara de las manos de la niña. Aunque era tarde; aún así se la colocó mientras se levantaba.-Supongo que no hace falta decir nada - dijo refiriéndose a su identidad. Temeroso de volver a insultar la moral de la joven, no quiso amenazarla.Sofía apretó sus labios. Dedicándole una mirada penetrante, no respondió. Isaac ya se había acostumbrado a su actitud fría; de tal manera que no le dio importancia a su silencio. Entonces agregó - Nos iremos en un momento, cuando los guardias estén más lejos.-No te vallas aún - Isaac se sorprendió al
Algunas veces, Isaac sentía la verdadera necesidad de golpear a sus hermanos. Como en ese momento. Cuando su paciencia estaba a punto de extinguirse como la última llama de una hoguera que no fue alimentada con más leña. Inhaló profundamente. Llenando sus pulmones hasta el punto en que no cabía nada más, luego, exhaló todo lo que tenía.Después, cuando se sintió con la fuerza suficiente. Caminó, pasando justo en medio de ellos. Entró al corredor para luego dirigirse a la baranda desde dentro. Topó su espalda a ella, recostándose levemente antes de cruzar los brazos sobre su pecho. Así, escuchó la conversación; a la vez que sus hermanos se colocaban uno a cada lado de él. Matías a su derecha, apoyó sus brazos hacía atrás sobre la baranda; por otro lado, Samuel se pegó a él, casi metiéndose tras su espalda. Apoyó su mejilla sobre su bíceps, con los brazos colgando a sus costados.-Yo lo vi cuando salté a la terraza - Lucas estaba pegado a la pared. Apoyado solo con s
-¿por qué no… - Lucas despegó el cuerpo de la pared - ¿por qué no mejor encontramos un lugar donde vivir por unos días antes de regresar? - después de una pausa, agregó - debemos asegurar antes que nuestra identidad aún está oculta.-por esa razón - Isaac dio un paso hacia él. Saliendo del escudo hecho por Matías - iré a verificar nuestra casa, si está rodeada no entraré y escaparemos inmediatamente.-Puede ser una trampa - Matías replicó. Estaba poco dispuesto a dejarlo ir.El temperamento de Dylan ya se había calmado; entonces, con su tono habitual habló - es mejor esperar por lo menos un día antes de volver.Difícilmente Isaac conseguía obtener un pensamiento; ahora, con las diferentes opiniones contradiciendo su mente, se encontraba en un punto muerto. Donde nada lo convencía con sus puntos buenos ni malos. Porque en ese momento no podía definir que era correcto y prudente. Sus oídos zumbaban con su propia voz. Estaba perdido en él mismo cuando a l
Todo el tiempo, Samuel estuvo escondido detrás de él. Al escucharlo, amplió los ojos - No, no, no - lo dijo tan rápido que fue difícil entender.-Entonces, bajemos - señaló con la barbilla el camino y esperó a que Samuel fuera para seguirlo.Cuando llegaron a la parte baja, escucharon los ronquidos de Lucas quien se había quedado dormido apoyado contra la pared. Matías y Dylan estaban recostados en el suelo; pero aún se movían. Mientras uno esquivaba la mano del otro evitando así que lo agarraran, los pasos suaves de Isaac llegaron a la puerta. Se apoyó en la pared y se fue deslizando lentamente hasta quedar completamente sentado. Samuel se sentó a un lado de él; pero enseguida se estiró en el suelo. Girando la espalda, puso un brazo bajo su mejilla. Planeando acostarse para dormir, Isaac estiró más las piernas. Un zapato rozó con fuerza el suelo produciendo un chirrido. Matias y Dylan se congelaron. Dirigieron su vista al sonido, sorprendiéndose enormeme