AlaiaTres años después…—Tengo la orden de salida —Nick entra con una hoja en sus manos y se queda quieto en la puerta mirándonos.Noah y Alana miran a Nicolás, su hermanito de horas de nacido, el cual sostengo en mis brazos.—Es pequenito —dice Alana y Noah besa su cabecita, vuelvo a llorar de emoción al saber que mis niños ya quieren a su hermanito, Nick toma su teléfono y nos hace un retrato, sonrío recordando el día en que le di la noticia hace meses.Flashback.Bajamos las escaleras de la casa, Noah sostiene la cajita de regalo con una de las cinco pruebas, esta vez podré darle la noticia como esperaba hacerlo la primera vez, Alana sostiene una cajita con un par de zapatitos, los tres esperamos durante varios minutos hasta que escuchamos su auto, llevo a los niños a la mitad de la sala, vemos que entra y cierra la puerta de la entrada y se paraliza al vernos, nos regala una sonrisa y se fija en nuestros hijos.—¿Es mi cumpleaños? —cuestiona intentando recordarlo, mis niños me mir
Nick—¡Hey Nick! —Will toca mi hombro atrayendo mi atención, seguro ya se fijó en una nueva rubia con grandes senos, muevo mi cabeza para liberar la tensión de mi cuello sin prestarle atención y él continúa.—Acabo de ver dos niños idénticos a ti en una de las salas —habla con ánimo y pienso en la posibilidad que existe de que un par de niños se parezcan a mí, hago de cuenta que no lo he escuchado.—La niña se veía como toda una princesa y el niño todo un galán, son tu versión en miniatura, la niña tiene algo especial, me recordó a alguien, no sé a quién exactamente en este momento —sacude la cabeza—, y el niño es una mini copia de ti, frunce el ceño justo como tú —afirma y lo miro un poco contrariado por los detalles.—Sí, justo así —señala mi frente y me veo obligado a cambiar mi gesto.—¿Dónde están? —cuestiono y no sé exactamente por qué hago la pregunta, cuando me doy cuenta ya lo he hecho, Will camina en dirección a una de las salas de espera del aeropuerto y mis pies se mueven
AlaiaDOS AÑOS ANTESEspero a Nick para cenar juntos, ya casi cumplimos dos años de casados y nuestra relación es perfecta, vivimos en este apartamento cerca de la universidad a la cual ambos vamos, él está por terminar su carrera de ingeniería mientras que a mí, me faltan cuatro semestres, lo conocí en la facultad hace tres años cuando fue transferido de otra universidad nunca quiso contarme la razón por la cual fue transferido, fue amor a primera vista debo confesar, aunque él me ignoró por completo, con el tiempo se convirtió en el tipo popular, mariscal de campo del equipo de futbol americano de la universidad y todas morían por él incluyéndome, era un chico rebelde y yo seguramente debí parecerle una niña, y es que realmente lo era, tenía 17 y el 20, pasé los siguientes meses mirándolo de lejos y soñando con él, hasta que un día…FLASHBACK—¡Muévete! —gritó una enorme y fuerte masa de carne que se abalanzó contra mí haciéndome caer al piso, al césped mojado de la cancha de futbol
AlaiaConduzco mi auto sintiendo mi corazón en mil pedazos, observo de vez en cuando la caja que deje en el asiento de al lado, llego a mi casa y tomo mis cosas, abro la puerta y justo en ese momento sale mi madre de la cocina.—Linda, creí que vendrías este fin de semana —mi madre se acerca a abrazarme y me ayuda con mis cosas —. ¿Qué sucede? —detalla mi rostro con preocupación.—Mi relación con Nick… terminó mamá —ella piensa que somos novios, no esposos, lo conoció accidentalmente hace un año cuando fue a visitarme a la universidad, no me quedo más remedio que presentarlos.—Oh, hija, ¿Cómo? Si se veían tan felices —afirma sentándose en uno de los muebles.—¿Podemos hablar después de esto? —pido aún de pie.—Por supuesto mi niña, lo siento —se acerca para ayudarme a llevar mis cosas y subimos a mi habitación, me lanzo sobre la cama y solo escucho que mi madre cierra la puerta cuando sale en silencio de mi cuarto, es justo en ese momento cuando el dique se rompe y me permito sentir
Alaia —¿En qué puedo ayudarle? —digo cruzándome de brazos sin demostrar emoción alguna. —Bueno, hay muchas cosas que podrían hacer por mí —mira entre mi madre y yo, a lo que ambas levantamos el mentón y nos cruzamos de brazos. —Pero por ahora, quiero que sepas que estoy enterado de que tú y mi nieto estaban casados y vivían juntos —su semblante es serio y no sé qué lo llevo a descubrirlo, mi madre inhala y puedo ver que le ha sorprendido la noticia mientras el hombre continúa: —Afortunadamente, pudo rectificar a tiempo, no digo que no hay nada de malo en tener esposa y amante, créeme, lo digo por experiencia —afirma riendo y mira a sus hombres—, cuando me entere de su matrimonio y de que tenía una relación paralela con Bárbara, llegue a entender a mi nieto —ríe de su chiste interno, yo no le veo la gracia. No puedo evitar la desazón en mi pecho al recordar la imagen de él casándose con su amante—; sin embargo, se acercaba el momento para que mi nieto tome las riendas de la compañía
Alaia Abro mi Laptop para seguir buscando casas en Chicago, ya contacté una compañía de Real estate para vender esta casa, está registrada a mi nombre y al de mi madre, ella me ha apoyado incondicionalmente en las decisiones que he tomado, resolveremos lo de su trabajo y mis estudios cuando estemos allá. Sentimientos que no me agradan se abren paso en mi interior cuando veo las fotos de la boda de Nick con Bárbara, como la gran noticia del año, respiro sin dejarme llevar por esos sentimientos. Cierro la ventana que se abrió sin que yo lo pida y continuo con la búsqueda de las casas, de pronto escucho un auto estacionarse afuera, me pongo de pie y veo la camioneta, sonrío, siempre soy feliz cuando lo veo, aunque no puedo evitar sentirme aprensiva por su reacción ante la noticia que debo darle, siento un nudo en la boca del estómago, salgo de mi habitación, bajo y cuando estoy llegando abajo mi padre ya está abriendo la puerta. —¡Papa! —digo y él sonríe al verme. —¿Cómo está mi niña
Alalia —Para comenzar, quiero que vengan conmigo a Madrid —mi padre pide y yo sigo en silencio intentando procesar todo, no se como sentirme, mis padres son maravillosos y aunque no me gustan las mentiras, se que ellos no harán nada que me lastime y no tengo queja de mi vida y de su papel como padres. —No debí ocultarlo por tanto tiempo, Ali, pero no sabia como ibas a tomarlo, quise decírtelo cuando te convertiste en una mujer, pero algo me lo impedía —mi madre se ve afligida, debe ser porque no he dicho una sola palabra. —Esta bien mamá, creo que este ha sido el mejor momento para conocer esa verdad —es lo que siento, irnos del país es mejor que mudarnos a chicago, solo deseo comenzar una nueva vida lejos de los Garnett, lejos de todo. Mi madre se acerca y me abraza, mi padre nos observa en silencio, espera mi respuesta. —¿Cuándo nos vamos? —cuestiono y mi padre levanta ambas cejas. —Cuando tu quieras hija, todo está listo para que se muden, llegaran a mi casa en Madrid, después
Alaia Dos años después. Días antes de la reunión (Primer capítulo) Veo la hora en mi reloj de mano y me preparo para ir a casa En estos dos años logré terminar mi carrera, con algo de dificultades y contratiempos, tuve a mis preciosos hijos, una niña y un niño; mis padres, Ash y Aidan me acompañaron durante todo el embarazo y fueron todo lo que necesite, la etapa del embarazo estuvo llena de aprendizajes, de amor y muchas emociones, los primeros meses resultaron difíciles gracias a los síntomas que llegaron con fuerza; sin embargo, todo volvió a estar bajo control después del cuarto mes, viví mi embarazo plenamente con todo lo que conllevó, guardo y atesoro cada recuerdo de esos meses hasta el día en que nacieron, día que será el más inolvidable de mi vida; después de horas de trabajo de parto los vi por primera vez, la enfermera dejo en mis brazos esos pedacitos de mí envueltos en delicadas mantas y vi sus caritas, pude sentir su aroma, detallé cada pequeña y adorable parte de