Entre el amor y la justicia

—Por qué mi cliente no fue interrogado en la estación, esto ha causado un revuelo más grande con los medios, ¿quién los ha llamado cuando hemos pedido total discreción? Exijo explicaciones para mi cliente.

—No es nuestra culpa que el señor sea una cara conocida, y que hayamos trasladado al señor Prego es por mero protocolo de seguridad para delitos de asesinato, tememos que el hombre intente fugarse después de confesar.

—Eso no explica... —con rapidez alcé mis manos esposadas e indiqué tranquilo.

—No pasa nada, señor Vieira, haré todo lo que esté en el protocolo para qué avancé rápido. —Se acercó hasta mí y susurró.

—No hables nada hasta que no este presente, mantente fuerte.

—Gracias, Vieira —miré a shon y con una simple expresión, asintió y con seriedad salió de la estación cumpliendo su promesa. De repente me quitaron las esposas y pusieron una bandeja frente a mí.

—Deje todas sus cosas ahí —saque de mis bolsillos, mi cartera, las llaves del auto y