Alana

Me siento tan cansada y adolorida, mi cabeza me duele muy fuerte, mi estómago lo siento revuelto, tengo náuseas, quiero abrir los ojos pero los siento tan pesados y me duele tratar de hacerlo.

No me di cuenta lo tan cansada que he estado y que necesitaba dormir más, desde ahora trataré de dormir unas 5 o 6 horas.

¡Espera! ¿Dormir más?, por más que me duela abro los ojos de golpe y me trato de sentar, unos aparatos empiezan a sonar más fuerte, tengo un montón de cables y tubos a mi alrededor tengo tantas ganas de arrancarlos, no sé exactamente que son, pero sus pitidos me tienen con dolor de cabeza.

— ¡Quédate quieta Alana o lo vas a complicar todo!, les darás trabajo a las enfermeras porque tendrán que volverte a pinchar y no creo que eso les cause gracia alguna— ¿Qué hace él aquí?, no dijo que se había ido a casa y que regresaba más tarde.

¡Diablos! ¿Cuánto tiempo ha pasado?, Enzo, debo ir a ver a mi hermano, no puedo estar perdiendo el tiempo aquí acostada.

— ¡Deja de mirarme