Alana

— ¡Despierta mujer desagradable!—Escucho que me susurran eso con enojo muy cerca de mí, pero el cansancio de todos estos días que no he descansando bien hace que me tome un poco más de tiempo el poder levantarme y orientarme en donde estoy y quien es la persona que me está molestando para que yo que despierte.

Abro los ojos poco a poco solo para que mi respiración se atasque en mi garganta al ver a Damiano aquí de pie frente a mí con un rostro muy enojado.

¿Y ahora de que se va a quejar?, no lo he visto hace un mes así que no tiene de que culparme, yo no le he hecho absolutamente nada.

— ¡Abre bien los ojos de una maldita vez!, necesito que me digas algo antes de que lleguen los de seguridad que mi hermano ha puesto para ti aquí, ¡Vamos que no tengo toda la noche!—Me froto los ojos y me siento con cautela, no sé qué es lo que él puede querer de mí.

¿Se enteró del embarazo? ¿Viene a lastimarme ya? tan rápido, debo proteger a este bebé ya que es muy valioso para Gianni, no debe d