Alana

Mi día estaba yendo tan bien porque mi hermano había despertado al fin, pero ahora con la presencia de esta gente indeseable, como que se quiere ir en picado acabando con todo lo bueno que había.

—Yo no me llamo chica, me llamo Alana podían haber estado llamando a cualquiera, como iba a saber yo, que me estaban llamando a mí, no soy adivina para saber que era conmigo con quienes ustedes querían hablar—Damiano gruñe a mi lado, parece más un perro rabioso que una persona cuando se enoja, solo se la pasa gruñendo y es algo muy molestoso.

—Vaya resultaste ser más tonta de lo que pensaba, pero que se puede esperar de una Mancusso, hay un tema en específico que quiero hablar contigo, así que vamos a un lugar más privado donde nadie pueda interrumpir ni escuchar lo que no deben. ¿Te parece chica?—No, no me parece pero igual van a hacer de cuenta que no he dicho nada y van a imponer sus deseos.

Me preguntan en dónde está la habitación de mi hermano, se las señalo y entramos, este al ver