GianniElla quiere pasar sobre mí vamos a ver qué tal le va con eso, porque no tendrá éxito, Alana debe de entender que todo lo que hago es por su bienestar no porque quiera molestarla— ¿Enzo qué malestar tenías? ¿Era urgente? —él me mira algo nervioso antes de responder.—Algo sí, parece que mi hermana sabía que debíamos de ir, ya que me dolía la cabeza muy fuerte—Mira a otro lado y después a su hermana.—Ya veo, entonces según Alana un fuerte dolor de cabeza es motivo para salir corriendo sin importar que podían estar en peligro la vida de ambos—El pequeño Enzo me mira asustado, antes de dejar caer la cuchara con fuerza sobre su plato.Quizás estoy siendo algo duro pero debe de saber que su vida y la de su hermana están en peligro, porque es cuestión de tiempo antes de que vengan por él, si los que hicieron el trabajo ya no están planeando como poder acabar con el pequeño hermano de ella, ya que no pudieron hacerlo aquella vez. — ¿Hermana lo que él dice es verdad? —Ella me da una
AlanaMe siento un poco invisible en esta fiesta, no se han acercado muchas personas a mí desde que entramos, unas pocas me han venido a dar las condolencias y me tomo todo de mí no ser grosera con ellos.Pero bueno ellos no tienen la culpa de lo que le paso a mi familia, estoy bebiendo un poco de agua de mi copa, mi querido esposo antes de dejarme sola y a mi suerte se ha encargado de que yo tenga un mesero solo para mí, me da lo que quiero y lo que pido, pero tiene ordenes específicas de no darme nada alcohol.¡Vaya es una pena!, ya que planeaba emborracharme hoy hasta olvidar mi apellido, supongo que eso no se podrá ahora.Mi estómago está un poco revuelto, nunca antes me había afectado tanto el olor de los perfumes de las mujeres de la alta sociedad supongo que eso es otra de las desventajas de este embarazo, ahora mismo me hacen llorar un poco los ojos y picar la nariz si me muevo de donde estoy un poco oculta, encontré un lugar un poco apartado de todos en donde me siento tranqu
GianniVeo rojo, ahora mismo lo que quiero es poner mis manos sobre su cuello y apretar con fuerza por haberme mentido, ella sí hizo cosas íntimas con él, cuando me juro que nunca lo había hecho con nadie, que era pura, que jamás nadie la había tocado de forma indebida.— ¡Eres una sucia mentirosa Alana!, me mentiste —Le susurro muy enojado pero parece que sí me ha escuchado, porque trata de sacar su mano de mi agarre, yo la agarro con más fuerza, no me importa si la lastimo, eso es lo que quiero en realidad, lastimarla, hacerla que ruegue por mi perdón, que no estoy dispuesto a dárselo, no en este momento.—No…no sé a qué te refieres, ya suéltame me vas a hacer caer, eso sería malo para tus preciados bebés que tanto te desesperas por cuidar —Eso hace que deje de halarla de malas maneras, pero no hace que quite la fuerza de mi agarre en su mano.Llegamos a mi antigua habitación y abro la puerta, la empujo dentro de ella y cierro con fuerza la puerta quedándome yo afuera de la habitaci
AlanaSiento como las pesadas mantas son arrancadas de mí con fuerza y como el aire frío va trepando por mis piernas y mis brazos, dejando un camino de piel de gallina en todo mi cuerpo.¡Me congelo!, el aire acondicionado parece que estuviera puesto al máximo, eso hace que me haga un ovillo y trate de cubrirme con mi cuerpo lo mejor que pueda.— ¡Hace mucho frío! ¿Por qué me quitas las mantas? —Siento como una de mis piernas quiere acalambrarse, así que me pongo de pie con rapidez antes de que sea tarde y ese dolor me recorra toda la pierna, cuando pasaba eso Gianni me ayudaba estirando la pierna hasta que el dolor se iba, pero ahora es más seguro que ni eso ha de querer hacer por mí.Lo encuentro ahí de pie dándome una mirada de asco y odio, ahora mismo está recién duchado, vestido elegantemente y hasta acá me llega el olor de su perfume, huele delicioso ya no a ese perfume asqueroso de esa mujer con la que estuvo ayer, recordar eso duele y arde en mi pecho, es una mezcla algo rara,
GianniEstoy hablando solo como un loco y eso me enoja, ella me dijo hola y después no escuche más, solo un fuerte estruendo que no sé que puede haber sido y unos pocos segundos después ella jadeo de sorpresa.Escucho a alguien reír y esa risa es inconfundible, ese es mi hermano. ¿Qué diablos hace él cerca de ella?Lo más importante de todo es ¿En donde está ella ahora mismo?, me pongo de pie y salgo de la reunión en la que estaba con mis hombres, estábamos poniéndonos de acuerdo sobre como poder agarrar al idiota de Orlando Bellomo que tuvo el descaro de asistir en compañía de esa niña tonta a la pequeña reunión que mi madre organizo, pero no me pueden engañar sé que mi madre lo hizo a propósito para darle un mal rato a ella, pero lo que ellos no sabían es que hasta a mí me iba a afectar.Pero no tiene caso pensar en eso, solo por esa vez lo deje ir porque estaba más centrado en castigar a Alana que en ese imbécil, ahora con mucha más razón le voy a dar su merecido, mis hombres se
AlanaEsto que está pasando ahora entre ellos es como ver una película se siente muy irreal, no lo puedo creer que se estén peleando aunque en parte es por mí culpa y a la vez no.Gianni solo está defendiendo la vida de sus hijos y Damiano en cambio quiere acabar conmigo porque le caigo mal y no sé qué otro motivo más pueda tener, bueno creo que sí sé porque puede ser que me odia tanto, pero eso fue hace tantos años que ni su hermano que también casi se muere es tan rencoroso como él.—Esto es algo increíble de escuchar como puede ser posible, que tú siendo de la misma sangre que tu hermano digas algo como eso, estoy muy decepcionada de ti hijo, poner a esa cualquiera sobre tu sangre es algo inaudito —Está mujer es la reina del drama, quien lo diría y eso que se la ve tan perfecta, tan correcta, la sociedad la adora no solo a ella a su familia también.Pero es como dicen nadie sabe lo que sucede dentro de casa, cuando deben dejar de fingir que son perfectos y dejar de sonreír a todo
Alana¡No puede ser! yo creo que otra vez estoy en el hospital, siento que me quema la nariz, hay un olor muy fuerte como si tuviera debajo de mi nariz una bola de algodón impregnado con algún antiséptico fuerte.— ¡Ugh!, huele horrible aquí Dios mío—Sigo con los ojos cerrados, no los quiero abrir porque no solo está ese olor fuerte y abrasador, también me molesta la luz, se siente como estar debajo de un gran foco que está dirigido solo a mi rostro.Escucho que alguien se mueve y camina lentamente hasta que se detiene junto a mi cama, quiero volver a dormirme pero nada, no lo consigo.— ¿Cómo te sientes Alana? —Esa no es la voz quiero escuchar en este momento, después de que me tratará como si fuera su enemiga, ahora suena preocupado.Juro que este hombre me tiene muy confundida, no sé si de pronto es bipolar o si padece la locura que parece tienen todos en su familia.—Déjame en paz, tú eres la persona que menos quiero ver en este momento, además deja de fingir que te importo cuando
AlanaCuatro meses despuésYa sé cuál es el nombre de la enfermera, ella se llama Melissa, tiene 30 años y es madre de dos niños, de 8 y 5 años, madre soltera por eso acepto el trabajo, dice que la paga es muy buena que es mejor de lo que esperaba así que por eso está aquí.Conversamos a veces cuando no hay nadie cerca de nosotras que pueda llegar a escuchar, en la habitación y a veces en las citas médicas cuando me toca ir una vez al mes, porque ella es la encargada de estar conmigo en todo momento y de acompañarme a todos lados, es como mi sombra, Gianni ha pasado a ser invisible en el día y en la tarde, pero en las noches es el único momento que siento su presencia junto a mí en su lado de la cama, sigue obligándome a dormir arropada, con el frío que hace si lo hago, pero otras veces me cuesta tanto respirar que simplemente me saco las mantas de la cabeza, y las pongo debajo de mi cuello.Los malestares se han ido pasando de a poco, ahora solo vivo con hambre, mi abdomen ha crecido