Alana¡No puede ser! yo creo que otra vez estoy en el hospital, siento que me quema la nariz, hay un olor muy fuerte como si tuviera debajo de mi nariz una bola de algodón impregnado con algún antiséptico fuerte.— ¡Ugh!, huele horrible aquí Dios mío—Sigo con los ojos cerrados, no los quiero abrir porque no solo está ese olor fuerte y abrasador, también me molesta la luz, se siente como estar debajo de un gran foco que está dirigido solo a mi rostro.Escucho que alguien se mueve y camina lentamente hasta que se detiene junto a mi cama, quiero volver a dormirme pero nada, no lo consigo.— ¿Cómo te sientes Alana? —Esa no es la voz quiero escuchar en este momento, después de que me tratará como si fuera su enemiga, ahora suena preocupado.Juro que este hombre me tiene muy confundida, no sé si de pronto es bipolar o si padece la locura que parece tienen todos en su familia.—Déjame en paz, tú eres la persona que menos quiero ver en este momento, además deja de fingir que te importo cuando
AlanaCuatro meses despuésYa sé cuál es el nombre de la enfermera, ella se llama Melissa, tiene 30 años y es madre de dos niños, de 8 y 5 años, madre soltera por eso acepto el trabajo, dice que la paga es muy buena que es mejor de lo que esperaba así que por eso está aquí.Conversamos a veces cuando no hay nadie cerca de nosotras que pueda llegar a escuchar, en la habitación y a veces en las citas médicas cuando me toca ir una vez al mes, porque ella es la encargada de estar conmigo en todo momento y de acompañarme a todos lados, es como mi sombra, Gianni ha pasado a ser invisible en el día y en la tarde, pero en las noches es el único momento que siento su presencia junto a mí en su lado de la cama, sigue obligándome a dormir arropada, con el frío que hace si lo hago, pero otras veces me cuesta tanto respirar que simplemente me saco las mantas de la cabeza, y las pongo debajo de mi cuello.Los malestares se han ido pasando de a poco, ahora solo vivo con hambre, mi abdomen ha crecido
Gianni¿Por qué no ha llegado aún a casa de su hermano? ¿Dónde diablos está metida esa mujer?, juro que cuando la vea en la noche me va a escuchar. —No señor Gianni ella aún no ha llegado acá, ella siempre viene a ver al pequeño Enzo apenas sale de las citas en el hospital, no ha llamado tampoco. ¿Desea que llame al hospital a ver si ha ido hoy a la cita con el doctor? —No, ya lo voy a hacer yo, espero que por el bien de ella no haya planeado nada raro para escapar de mí, voy a poner más guardias en la casa de su hermano para tenerlo vigilado por si viene después por él. —No, no sé preocupe yo me encargo en caso de que llame o escriba me lo hace saber por favor, buenas noches—Cierro la llamada y marco rápidamente al hospital.— ¿Hola? Hospital de… —interrumpo a la persona que me acaba de responder el teléfono y le pregunto lo que quiero saber.—Necesito información, la paciente Alana Amuso, ¿Necesito información para saber si asistió a la cita con el doctor el día de hoy? —Ella al
AlanaAcaba de llegar una mujer voluptuosa y muy arreglada, parece que fuera de la alta sociedad pero hay algo en la forma de hablar y en su lenguaje corporal que no me convence del todo.— ¿Y cómo se ha portado está tipa? —El tal Marlon le dijo lo que me había hecho y ella tiene el descaro de reírse de mí, como deseo tanto que Gianni los encuentre y les de su merecido.—Ella se quedó tranquila desde ahí, pero ya sabes cómo es Connor de corazón blando, no me dejo que la siga educando para que se quede callada—Ella me da una mirada desdeñosa antes de que empiece a caminar para acercarse a mí.— ¿Desde cuándo se conocen tú y mi amado Gianni? — ¿Qué?, Pues de toda la vida bruja asquerosa, eso es lo que muero por decirle pero sé que estoy en una mala posición yo llevo la desventaja.—Para mi mala suerte desde que tenemos uso de razón, su familia y la mía eran muy cercanas, así que por favor no quiero estar involucrada en ningún lío amoroso que tengan tú y él, déjenme libre y arréglense us
AlanaOtra vez estoy de regreso al hospital aunque está vez en una situación diferente, parece que este va a ser mi nuevo hogar o por lo menos hasta que deje de vivir con los Amuso.— ¿Cómo te sientes Alana? ¿Sigues con ese dolor molestoso en tu espalda baja? —Sí, la verdad es que sí, pero no le quiero decir nada, porque si no se va a poner todo intenso sobre mí y no quiero eso ahora. —Un poco, quizás ya descansando y con los resultados que traiga el doctor nos podamos ir, solo quiero irme a mi casa Gianni, no a la tuya a la mía, necesito estar con Enzo alguien de mi familia, aunque sea solo por hoy—Se pasa una mano por el cabello y tira un poco de él.No hemos hablamos casi sobre lo que me hizo esa loca, porque esto que me acaba de pasar es su culpa, su amante loca me secuestro solo porque él no le daba la atención que quería, dejarme ir a mi casa es lo menos que puede hacer por mí.—No lo sé, creo que lo mejor sería que estés en nuestra casa, no la de tu familia, ya después tendrás
AlanaSiento que me estoy sofocando, que las mantas se me están pegando al cuerpo, una fina capa de sudor me recorre la frente, levanto mi mano para abanicarme un poco.Un gemido abandona mis labios ¿Por qué de repente todo se siente tan caliente?— ¿Alana estás bien? ¿Qué va mal? — ¡Quisiera poder gritar y decir todo!, pero siento que mi lengua está pegada al paladar y no me deja hablar.—Agua…dame…Un poco de…agua…por favor—Escucho movimiento a mi alrededor, hasta los ojos los siento algo pesados al momento que los quiero abrir.—Okey nena vamos, bebe un poco—Parte del agua se riega por mi barbilla y baja por mi cuello, pero es que me siento tan débil, tan cansada, tan caliente, como si un gran horno estuviera cerca de mí.Siento que pasa su mano en mi frente y ese simple toque, en mi frente me molesta, se siente como algo pesado pero solo fueron sus dedos.Maldice por lo bajo y luego empieza a gritar por ayuda, después de eso es como estar en un sueño y no sé lo que es real, las
AlanaMe siento muy adolorida, como si me hubieran dado una buena golpiza y yo solo me quede ahí a recibirla sin hacer nada. Un suave gemido se escapa de mis labios producto del dolor que siento en este momento, quiero moverme pero mi espalda me está matando parece que si me muevo se me va a romper, además también sentí un fuerte aguijón de dolor en mi vientre bajo, una de mis manos se posa ahí pero la zona se siente un poco adormecida.—Me duele un poco pero gracias a Dios mi calvario de llevarlos en mi vientre acaba de terminar—A duras penas logro hablar siento mi garganta muy seca.—Vaya no sabía que te sentías de esa manera esposa, pero si es como tu acabas de decir ya se terminó tu tarea de llevarlas, deberías saber que son niñas, ambas— ¡Niñas!, vaya Gianni tiene un trabajo muy duro por delante con ellas.Las niñas son algo caprichosas y algo complicadas, pero espero que haga un buen trabajo al criarlas con la ayuda de unas buenas niñeras o esa bruja que tiene por madre.— ¿No
AlanaHoy me acaban de llamar para que me acerque al hospital, no me dijeron exactamente que era lo que querían pero estoy de camino para allá, claro está con la debida escolta de Gianni.Aunque cualquiera hubiera pensado que dejo de lado eso, en realidad no lo hizo, sigue con la firme creencia que alguien en algún momento me va a hacer algo es absurdo pero él insiste, ya estoy en el hospital cerca del área de administración en donde me llamaron para que venga a firmar unos documentos y es por eso que estoy acá ahora.Me acerco a la puerta y golpeo suavemente, sale una mujer algo mayor debe de estar rondando por los 40 más o menos, ella me dice que espere un momento que ya termina, después de unos minutos ella me llama para hacerme pasar, me pide amablemente que tome asiento y así lo hago.Estoy tan aburrida con la vida que llevo, no sé si quiero estudiar, o si tengo ganas de viajar por todo el mundo, si quiero comprarme una casa en el lugar más alejado de aquí de NY, no lo sé nunca l