AlanaHoy me acaban de llamar para que me acerque al hospital, no me dijeron exactamente que era lo que querían pero estoy de camino para allá, claro está con la debida escolta de Gianni.Aunque cualquiera hubiera pensado que dejo de lado eso, en realidad no lo hizo, sigue con la firme creencia que alguien en algún momento me va a hacer algo es absurdo pero él insiste, ya estoy en el hospital cerca del área de administración en donde me llamaron para que venga a firmar unos documentos y es por eso que estoy acá ahora.Me acerco a la puerta y golpeo suavemente, sale una mujer algo mayor debe de estar rondando por los 40 más o menos, ella me dice que espere un momento que ya termina, después de unos minutos ella me llama para hacerme pasar, me pide amablemente que tome asiento y así lo hago.Estoy tan aburrida con la vida que llevo, no sé si quiero estudiar, o si tengo ganas de viajar por todo el mundo, si quiero comprarme una casa en el lugar más alejado de aquí de NY, no lo sé nunca l
GianniAlana me mira de una forma muy extraña que no sé porque lo está haciendo, a mí lo que en realidad me interesa es lo que ella acaba de decir que mis hijas han estado llorando sin parar, eso es lo que me llena de enojo y me tiene de muy mal genio.— ¿Qué fue lo que dijiste de mis hijas?, quiero que lo repitas—La inepta de la enfermera se pone roja y se remueve inquieta en su lugar antes de responder.—Señor no fue en mi turno así que no le puedo dar más detalles de lo que paso en la sala de neonatos en el UCI, solo repito lo que me dijeron a mí antes de enviarme acá señor—Con mucha más razón estoy enojado.— ¿Qué clase de hospital es este?, que dejan llorar a unas niñas prematuras sabiendo su estado delicado y no las alimentan, ¡Esto es inaceptable!, voy a averiguar quienes estuvieron en ese turno y castigarlos como es debido—La enfermera palidece un poco pero en ese mismo momento Alana decide interrumpirme.—Deja de molestar a la enfermera y sal de la habitación para que pueda s
GianniCada vez que trato de ser amable con ella siempre hace algo que me enoje, solo quiero que cuide a las niñas y se preocupe por ellas, ha estado huyendo de ellas como si tuvieran la peste, quizás con las citas al psicólogo y tratar con ellas la hagan ser menos fría y distante.—Bueno vamos que no te van a comer ella son tus hijas también, necesito que me ayudes a cuidarlas ya que aún no he encontrado alguien de confianza que las pueda cuidar mientras yo me dedico al negocio al 100%, tú sabes hay un insecto al cual debo de cazar y desaparecer—Eso hace que ella levante la mirada del suelo y me mire sin entender.— ¿Un insecto dijiste?, creo que no entiendo muy bien a que te refieres o quizás no quiero entender—Ella ahora mira a la enfermera que se está acercando para ayudarla a vestirse para que pueda entrar y ver a las niñas.—No importa quizás cuando te llegue la noticia entiendas, mientras tanto solo preocúpate en ser una madre para ellas hasta que pueda arreglar quien te pued
AlanaEstos meses han sido una completa pesadilla, las niñas no solo lloran cada vez que algo las despierta, cuando trato de vestir a la una la otra se mueve y no me deja terminar con la tarea de vestir a la primera, Carmen me ayuda cuando puede pero debe de seguir con el resto de sus tareas.Enzo mi hermano a veces me ayuda a mecerlas en el coche y que se duerman, lo peor de todo es cuando es la hora de comer, debo darles el pecho, eso es lo más doloroso e incómodo de todo esto, aunque trato de pensar en otras cosas igual siento las ganas de querer sacarlas y que dejen de succionar, pero entiendo que se deben de alimentar.Lo peor de todo es que parece que me gusta la compañía de ellas y mantenerme ocupada, Enzo me ayuda, Carmen también, casi parece que la Alana de antes quiere volver pero es mejor si eso no sucede.— ¿Hermana viste si se durmió la pequeña Cinzia?, ya me duelen los brazos de pasearla—Me inclino un poco cerca del coche y en efecto está dormida.—Sí Enzo, ya puedes des
GianniBote a la basura esa estúpida nota de amenaza y puse un poco más de seguridad en la casa de Alana, en realidad ya es mía pero no le digo eso o me odiará más de lo que ya lo hace.Me estoy bajando del auto y estoy por entrar a la casa cuando recibo una llamada de mi madre.— ¿Qué se te ofrece madre? —Ella jadea con fingida indignación antes de hablar.— ¿Esa es la forma de saludar a la mujer que te dio la vida bebé?, puedes ser un poco más gentil eso no te va a matar—Reprimo responder a eso con mal actitud, pero mi madre se ganó que la trate de esa forma.—Madre dime que es lo que deseas estoy muy ocupado, me dices que quieres o cierro la llamada tú decides cual de las dos será—Ella murmura algo que no logro entender, hasta que se queda un momento en silencio y después me dice que es lo que quiere.Pero dudo que vaya a creer en sus palabras, ellos nos dieron la espalda, bueno mi padre no pero es como si lo hubiera hecho al ponerse de parte de Damiano y de mi madre.—Quiero que v
AlanaNo quiero llegar a la hora de dormir, Gianni me dijo unas cosas que me dejaron sin aliento y algo sonrojada, pero ya me imagino para que lo está haciendo, se acerca la hora de irme y eso me tiene un poco feliz, es por eso que no quiero caer en su trampa. Cinzia deja de comer y es la hora de sacarle los gases, Costanza está tranquila en su cuna jugando con sus manitas, debo reconocer que son hermosas y que si me va a dar algo de pena dejarlas, pero sigo poniendo esa coraza en mi corazón para que no me afecte cuando llegue el momento, no quiero más dolor en mi vida y si sigo con el padre de ellas eso es lo que al final voy a tener, además tengo una venganza que planear pero que no he podido por los diferentes golpes que he venido recibiendo en mi vida.Ellos deben de recibir lo que se merecen eso y mucho más, se merecen todo el dolor y el sufrimiento del mundo, mis planes no salieron como yo esperaba, pasó lo del accidente, el embarazo, todo fue un completo desastre, dejo de mece
GianniLa mande lejos de aquí con las niñas cuando en realidad todo lo que quería era poder ir con ellas, no confío en nadie al 100% pero sé que él no me va a fallar, es de los pocos que aún me son leales y no le informan todo lo que hago a mis padres.— ¡Señor acaban de entrar! Y sí, son ellos, son los hombres de ese sucio Bellomo junto con los de esa chica Costello, no son muchos pero no estaban los chicos de ataque aquí, han caído los vigilantes es por eso que lograron entrar. ¿Qué hacemos señor? — ¿Qué hacemos?, pues lo que mejor se nos da, matar a estas escorias que han tenido el descaro de venir hasta mi casa y amenazar a mi familia.—Ya sabes lo que hay que hacer, tú ve por el lado izquierdo con los mejores hombres que puedas reunir y que Isaías vaya por el derecho, yo me quedare aquí en el centro para arremeter contra los que logren entrar por esa puerta a la casa, ahora vamos pongámonos en marcha—Y así lo hacemos, ellos atacan a la mayoría que entran descuidados pensando que
AlanaLlegamos al lugar que Gianni nos envió para esperarlo, pero he venido observando en el trayecto cada vez que podía por si venía otro auto detrás de nosotros, pero nada, no había nadie.¡Gianni más te vale que cumplas tu palabra!Cuando me baje del auto seguido de Enzo y la señora Carmen que venía cargando a la otra bebé, lo primero que se me vino a la mente es. ¿Qué voy a hacer cuando necesite pañales o ropa para cambiarlas?— ¿Hermana qué es lo que está pasando? ¿Por qué Gianni nos envió lejos de casa? —No sé ni que decirle porque no me dijo que fue lo que estaba pasando exactamente, ni quiénes eran los que habían entrado a la casa por la fuerza estoy igual que él, sin saber mucho.—No lo sé hermoso, no lo sé, pero debemos esperar que él va a venir por nosotros, tiene que hacerlo—El hombre de confianza de él nos hace un gesto de que lo sigamos y así lo hacemos.Entramos a la casa, por fuera no es nada del otro mundo una casa con dos pisos, tiene una decoración muy sencilla per