AlanaOtra vez estoy de regreso al hospital aunque está vez en una situación diferente, parece que este va a ser mi nuevo hogar o por lo menos hasta que deje de vivir con los Amuso.— ¿Cómo te sientes Alana? ¿Sigues con ese dolor molestoso en tu espalda baja? —Sí, la verdad es que sí, pero no le quiero decir nada, porque si no se va a poner todo intenso sobre mí y no quiero eso ahora. —Un poco, quizás ya descansando y con los resultados que traiga el doctor nos podamos ir, solo quiero irme a mi casa Gianni, no a la tuya a la mía, necesito estar con Enzo alguien de mi familia, aunque sea solo por hoy—Se pasa una mano por el cabello y tira un poco de él.No hemos hablamos casi sobre lo que me hizo esa loca, porque esto que me acaba de pasar es su culpa, su amante loca me secuestro solo porque él no le daba la atención que quería, dejarme ir a mi casa es lo menos que puede hacer por mí.—No lo sé, creo que lo mejor sería que estés en nuestra casa, no la de tu familia, ya después tendrás
AlanaSiento que me estoy sofocando, que las mantas se me están pegando al cuerpo, una fina capa de sudor me recorre la frente, levanto mi mano para abanicarme un poco.Un gemido abandona mis labios ¿Por qué de repente todo se siente tan caliente?— ¿Alana estás bien? ¿Qué va mal? — ¡Quisiera poder gritar y decir todo!, pero siento que mi lengua está pegada al paladar y no me deja hablar.—Agua…dame…Un poco de…agua…por favor—Escucho movimiento a mi alrededor, hasta los ojos los siento algo pesados al momento que los quiero abrir.—Okey nena vamos, bebe un poco—Parte del agua se riega por mi barbilla y baja por mi cuello, pero es que me siento tan débil, tan cansada, tan caliente, como si un gran horno estuviera cerca de mí.Siento que pasa su mano en mi frente y ese simple toque, en mi frente me molesta, se siente como algo pesado pero solo fueron sus dedos.Maldice por lo bajo y luego empieza a gritar por ayuda, después de eso es como estar en un sueño y no sé lo que es real, las
AlanaMe siento muy adolorida, como si me hubieran dado una buena golpiza y yo solo me quede ahí a recibirla sin hacer nada. Un suave gemido se escapa de mis labios producto del dolor que siento en este momento, quiero moverme pero mi espalda me está matando parece que si me muevo se me va a romper, además también sentí un fuerte aguijón de dolor en mi vientre bajo, una de mis manos se posa ahí pero la zona se siente un poco adormecida.—Me duele un poco pero gracias a Dios mi calvario de llevarlos en mi vientre acaba de terminar—A duras penas logro hablar siento mi garganta muy seca.—Vaya no sabía que te sentías de esa manera esposa, pero si es como tu acabas de decir ya se terminó tu tarea de llevarlas, deberías saber que son niñas, ambas— ¡Niñas!, vaya Gianni tiene un trabajo muy duro por delante con ellas.Las niñas son algo caprichosas y algo complicadas, pero espero que haga un buen trabajo al criarlas con la ayuda de unas buenas niñeras o esa bruja que tiene por madre.— ¿No
AlanaHoy me acaban de llamar para que me acerque al hospital, no me dijeron exactamente que era lo que querían pero estoy de camino para allá, claro está con la debida escolta de Gianni.Aunque cualquiera hubiera pensado que dejo de lado eso, en realidad no lo hizo, sigue con la firme creencia que alguien en algún momento me va a hacer algo es absurdo pero él insiste, ya estoy en el hospital cerca del área de administración en donde me llamaron para que venga a firmar unos documentos y es por eso que estoy acá ahora.Me acerco a la puerta y golpeo suavemente, sale una mujer algo mayor debe de estar rondando por los 40 más o menos, ella me dice que espere un momento que ya termina, después de unos minutos ella me llama para hacerme pasar, me pide amablemente que tome asiento y así lo hago.Estoy tan aburrida con la vida que llevo, no sé si quiero estudiar, o si tengo ganas de viajar por todo el mundo, si quiero comprarme una casa en el lugar más alejado de aquí de NY, no lo sé nunca l
GianniAlana me mira de una forma muy extraña que no sé porque lo está haciendo, a mí lo que en realidad me interesa es lo que ella acaba de decir que mis hijas han estado llorando sin parar, eso es lo que me llena de enojo y me tiene de muy mal genio.— ¿Qué fue lo que dijiste de mis hijas?, quiero que lo repitas—La inepta de la enfermera se pone roja y se remueve inquieta en su lugar antes de responder.—Señor no fue en mi turno así que no le puedo dar más detalles de lo que paso en la sala de neonatos en el UCI, solo repito lo que me dijeron a mí antes de enviarme acá señor—Con mucha más razón estoy enojado.— ¿Qué clase de hospital es este?, que dejan llorar a unas niñas prematuras sabiendo su estado delicado y no las alimentan, ¡Esto es inaceptable!, voy a averiguar quienes estuvieron en ese turno y castigarlos como es debido—La enfermera palidece un poco pero en ese mismo momento Alana decide interrumpirme.—Deja de molestar a la enfermera y sal de la habitación para que pueda s
GianniCada vez que trato de ser amable con ella siempre hace algo que me enoje, solo quiero que cuide a las niñas y se preocupe por ellas, ha estado huyendo de ellas como si tuvieran la peste, quizás con las citas al psicólogo y tratar con ellas la hagan ser menos fría y distante.—Bueno vamos que no te van a comer ella son tus hijas también, necesito que me ayudes a cuidarlas ya que aún no he encontrado alguien de confianza que las pueda cuidar mientras yo me dedico al negocio al 100%, tú sabes hay un insecto al cual debo de cazar y desaparecer—Eso hace que ella levante la mirada del suelo y me mire sin entender.— ¿Un insecto dijiste?, creo que no entiendo muy bien a que te refieres o quizás no quiero entender—Ella ahora mira a la enfermera que se está acercando para ayudarla a vestirse para que pueda entrar y ver a las niñas.—No importa quizás cuando te llegue la noticia entiendas, mientras tanto solo preocúpate en ser una madre para ellas hasta que pueda arreglar quien te pued
AlanaEstos meses han sido una completa pesadilla, las niñas no solo lloran cada vez que algo las despierta, cuando trato de vestir a la una la otra se mueve y no me deja terminar con la tarea de vestir a la primera, Carmen me ayuda cuando puede pero debe de seguir con el resto de sus tareas.Enzo mi hermano a veces me ayuda a mecerlas en el coche y que se duerman, lo peor de todo es cuando es la hora de comer, debo darles el pecho, eso es lo más doloroso e incómodo de todo esto, aunque trato de pensar en otras cosas igual siento las ganas de querer sacarlas y que dejen de succionar, pero entiendo que se deben de alimentar.Lo peor de todo es que parece que me gusta la compañía de ellas y mantenerme ocupada, Enzo me ayuda, Carmen también, casi parece que la Alana de antes quiere volver pero es mejor si eso no sucede.— ¿Hermana viste si se durmió la pequeña Cinzia?, ya me duelen los brazos de pasearla—Me inclino un poco cerca del coche y en efecto está dormida.—Sí Enzo, ya puedes des
GianniBote a la basura esa estúpida nota de amenaza y puse un poco más de seguridad en la casa de Alana, en realidad ya es mía pero no le digo eso o me odiará más de lo que ya lo hace.Me estoy bajando del auto y estoy por entrar a la casa cuando recibo una llamada de mi madre.— ¿Qué se te ofrece madre? —Ella jadea con fingida indignación antes de hablar.— ¿Esa es la forma de saludar a la mujer que te dio la vida bebé?, puedes ser un poco más gentil eso no te va a matar—Reprimo responder a eso con mal actitud, pero mi madre se ganó que la trate de esa forma.—Madre dime que es lo que deseas estoy muy ocupado, me dices que quieres o cierro la llamada tú decides cual de las dos será—Ella murmura algo que no logro entender, hasta que se queda un momento en silencio y después me dice que es lo que quiere.Pero dudo que vaya a creer en sus palabras, ellos nos dieron la espalda, bueno mi padre no pero es como si lo hubiera hecho al ponerse de parte de Damiano y de mi madre.—Quiero que v