Alana

Todo fue muy raro y algo loco, no sé en que momento pase de estar en la reunión del día en que di mi decisión final que por cierto se fue tan rápido, a la actualidad que ya es el día de la dichosa boda, pero no sé sí sentirme decepcionada o sentirme aliviada de ver que es una simple reunión con pocas personas entre ellos mis hermanos, estamos en la casa de los Amuso, su familia no ha parado de mirarnos mal como si fuéramos unos mendigos que han venido a ensuciar su casa.

Sí hubiera podido usar un vestido negro este día lo hubiera hecho para que sepan que el sentimiento de rechazo es mutuo, no me estoy muriendo por entrar a esta familia de demonios, bueno hasta aquí el único que se salva y parece algo decente es el señor Carlo los demás merecen hundirse en el infierno al que pertenecen y de donde nunca debieron de haber salido.

— ¿Estás nerviosa Alana?, no debes de estarlo ellos son los que deben estar felices de tener en su familia a alguien como tú—Son las supuestas palabras d