Zem—¿Cómo sabía usted, señor, que caerían en su trampa? —preguntó uno de los pálidos de menor rango que estaban dando vueltas por esta mansión.Sonreí, con cierto desdén.—Era predecible. No hice eso ahora, busqué alterar ese sitio antes, en el pasado, por si en algún momento llegaba a necesitar manipular a Mark. —Sonreí. —Yo soy de esos tipos que confían en su intuición.Intuición, así le gustaba llamarle a la gente. Pero yo prefería la verdad. Uno solo era precavido, yo sabía que necesitaba poner a Mark en contra de Sara constantemente. Ya había hecho que se enfrentaran en el pasado. Dejé eso allí para que, si volvían ambos, que era algo que sospeché que harían porque eran unos ingenuos, el caos reinara. Me gustaba que el caos tuviera rienda suelta. Hacía que los poderosos se volvieran cada vez más poderosos y los débiles cada vez más débiles.—Usted es el vampiro más inteligente de los que han existido. —dijo el esbirro de Julius. —Es un honor pelear esta guerra a su lado. Los vam
ZemEn la colina, el aire soplaba frío, el ambiente iba difuminándose con el cielo azul.El pequeño no parecía en absoluto asustado y eso sorprendió.—¿No me tienes miedo? —pregunté, entrecerrando los ojos.Sonreí. Me recordó a Sara, en alguna forma, tenía una mirada similar. En especial cuando era desafiante. El niño siguió observándome fijamente como si incluso pudiera pelear conmigo si se lo propusiera.Una parte de mi quería ir a darle a Julius el niño y olvidarme para siempre de él.Cada vez que quería transportarme, otra parte de mí lo impedía.Como si en el fondo de mi pecho, allí, donde antes no había mucho, hubiera ahora un corazón que latía e incluso sentía pena por alguien tan pequeño.El grito de Sara en mi mente por poco hace que suelte al niño. Fue un chillido insoportable que me hizo fastidiar en lo profundo de mi ser.“¡Devuélveme a mi hijo!” gritó ella, con una rabia que sulfuraba su perdida.Se había dado cuenta. Habrían dejado de pelear, evidentemente. O quizás Mark
Sara—¡Sara! ¡El está aquí! —recordaba los terribles gritosLos gritos de Adren. De Tanya. De toda mi manada. Ellos habían hecho todo su esfuerzo y aún así perdieron. Al igual que yo.La sangre corría por todo mi cuerpo. El dolor, el recuerdo, todo se fundía dentro de mí. Un veneno amargo de digerir incluso para una híbrida como yo. Sentí que se me acababa el mundo, como si mi torre se hubiera derrumbado de un solo golpe.La tormenta estaba sobre mí. El recuerdo de Mark persiguiéndome, liberando todo su poder.“Suplica. Quiero verte sufrir hoy.” Decía, gruñía, enseñando sus gruesos colmillos.Me había perseguido por toda aquella siniestra escuela que vio nacer nuestro romance. En sus ojos pude ver que el lobo Blood desplazó a Mark de su interior. Porque no veía nada de Mark en ese monstruo, en esa bestia que estuvo persiguiéndome para pelear.Y aunque logré empatar las fuerzas, la golpiza a manos del lobo había sido dura.Recordaba cada ataque, en mi corazón, me sentí indefensa y sobr
NarradorLa sangre regaba los pasillos de la escuela. Esa vieja secundaria que nadie pensó topar nuevamente. Nadie jamás espera volver a la escuela y menos para ver su propio destino final.Adren estaba paralizado. Jamás, en toda su vida, había sentido esa inferioridad, ese miedo, esa decepción.—Lo hemos perdido… —soltó un sollozo, mirando a Tanya.Ella se encontraba igual de desesperada. Con los ojos repletos de lágrimas. El dolor se dibujaba a pleno en su rostro. La decepción amarga de haber sido vencidos tan rápidamente por ese vampiro, sin poder defenderse, sin poder morir por proteger al pequeño. Ambos lobos hubieran dado la vida por el pequeño Hawk si tan solo hubieran tenido la oportunidad. El tiempo había transcurrido tan rápido que no lograron detenerlo, ni siquiera por unos miserables segundos.—Sí… Maldita sea… —Adren golpeó una de las paredes, derribándola enteramente.El grito de dolor de Sara fue estremecedor para ambos. Corrieron para tratar de ayudarla.—Sara puede ga
El Wolf Blood se hallaba atacando sin ninguna clase de piedad a Adren. Para el era más duro. Ver a su propio hermano dándole una paliza semejante era peor que el dolor físico.Después de tanto tiempo, de tanta historia. Aquí el lugar poseía una energía fuerte de abandono para Mark. Lo que terminó quebrando su voluntad para que el lobo Wolf Blood poseyera el control total.La perdición estaba cerca.Mark arrastró a Adren por las escaleras de la escuela. La sangre del lobo beta regaba los pisos, manchándolos de un rojo intenso.—Piedad. Debes saber que es tu beta ¡Mark! —gritó a duras penas Tanya, que luchaba entre la inconsciencia, la muerte y también la vida.Tenía un hilo delgado que la mantenía todavía respirando. En su mente, Tanya sabía que no deseaba morir hasta no saber si el querido niño Hawk estaba a salvo. No se lo perdonaría nunca, necesitaba saber si estaba bien. Amaba a ese pequeño con todo su corazón, quería protegerlo, era como su sobrino y parte de su manada.Para Adren
—¿Desea algo de beber, mi respetado señor? —preguntó una voz a la espalda del gran Julius.El pálido seguía mirando por la ventana. Aguardando.—No. No deseo nada. —dijo, casi en un reproche a pesar de que siempre sostenía su educación y modales intactos.—¿Está seguro? —preguntó, insistiendo.Julius comenzaba a perder la paciencia. Miró al pálido con los ojos rojos como la sangre, develando su apariencia más delgada y avejentada.Eso solo sucedía cuando perdía el control. El hombre retrocedió hacia atrás con un gran temor.—No está avanzando. No siento su asquerosa presencia. —cerró los ojos.Era casi imposible rastrearlo si el no quería ser buscado. Las limitaciones con las que ahora contaba eran como una correa para un perro. No estaba acostumbrado a tener esa clase de motivos que lo detuvieran.Tenía que esperar. Solo se limitaría a esperar que Zem cumpliera con su palabra. Que trajera al niño para que pudiera revivir a su amada esposa.—Carol. —murmuró para sus adentros, como si
“De la locura de las posibilidades surge un orden. El poder, cuando se concede en exceso, genera muchas grietas. Y es en las grietas, donde nacen los más crudos demonios.”La voz de Carol estaba penetrando la mente de Julius. Su enlace de amor regresó a tener un poco más de fuerza.Julius pudo sentir su presencia, su aroma, su percepción de lo que sus ojos veían.Zem estaba frente a él.Y la decisión de pelear lo dejó con una sonrisa. No creía que el viejo fuera tan valiente, querer aceptar la muerte peleando era un honor reconocible. Incluso para Zem. Una buena pelea no podía negarse. El recuerdo de Julius siendo superior todavía lo consternaba y vencerlo iba a ser un escalón más alto para su desarrollo.—¿Por qué crees que tienes una oportunidad contra mí? —preguntó el hibrido, con una sonrisa maligna, cínica.—Se que querrás hacerme sufrir. —Julius respondió con la voz severa. —Porque tú me culpas por todo lo que no has tenido.—¿Culparte? —Zem entrecerró los ojos, y el rencor se d
SaraNo me había sentido así jamás en toda mi vida. Sentirme atada de pies y manos, poder ver que mi mundo colapsaría si a el le sucedía algo. Mi pequeño, haría cualquier cosa para protegerlo.Cuando volví a sostenerlo en brazos, sentí que la vida retornó a mi cuerpo. Sentir que podía protegerlo entre mis brazos.Aunque la magia se había esfumado de mi cuerpo.Los fragmentos de imágenes podían estar en mi mente, pero yo decidía rechazarlos. No necesitaba un recordatorio de todo lo que había sucedido.“Lo mejor para nosotros tres”Era lo que me decía, ante la decisión que había tenido que tomar. Tenía la poción en mis manos, la que correspondía para Mark, para el resto de mi manada, para mí y para mi pequeño.UN REINICIO.Repetí las palabras como eco. Un miedo que me generaba temblor en cada parte de mi cuerpo.—Podremos empezar de nuevo, Hawk. —murmuré, con los ojos llenos de lágrimas.Zem nos había dejado aquí para que pudiera hallar a Mark cuando el avanzara por este sendero.Me par