Pamela.

Cuando mire a mi bebé en los brazos de Alex sentí un gran alivio y tan que no sentía desde asé mucho tiempo, Alex está tan feliz sentado a mi lado y mi pequeño cachorro me pide alimento que con gusto le doy, es una sensación tan extraña pero placentera a la vez poder tener a mi bebé entre mis brazos es una gran alegría, miro de reojo a Alex que está embelesado mirándome hay hombres son tan fáciles de distraer.

-Alex mi cara está arriba.

Alex me mira desconcertado para darme una sonrisa tonta y recargar su cabeza en mi hombro.

-Es que no puedo creer que esté aquí, que esté bien, tan grande y saludable. Tuve mucho miedo cuando me dijieron lo que les paso.

-Lo siento por salir pero era una oportunidad para la abuela.

-Pamela eso no importa ya lo primordial es que tú y nuestro pequeño Erick estén bien.

Le doy una sonrisa a Alex para recargarme en él y respirar su aroma que me calma, mi bebé llama mi atención sueltando mi pecho me cubro y lo acomodo en mi hombro para sacarle