—creo que estás equivocado, no tienes derecho a decirle nada relacionado a mí, eso me concierne y en el momento que entienda que debo decirle la verdad lo haré, pero no tienes nada que opinar, no la conoces y no eres su amigo, ni siquiera te agrada, no necesito tú ayuda para resolver mis problemas matrimoniales, no a estas alturas y menos de un hombre que se ha casado cuantas veces ¿4, 6?—

—te dejé más que claro que no era la mujer que necesitaba un hombre como tú, no es que no me agrade, es que las niñas como ellas no son aptas para un mundo como él nuestro—

—mi mamá era una princesa como ella ¿y te importó? ¿de verdad crees que me interesa tu opinión? Ni siquiera te invite a mi boda, no has sido parte de mi relación matrimonial ¿crees que me importa lo que creas o no? mientras estoy aquí rompiéndome el culo lo menos que quiero es una llamada con más malas noticias, tengo suficiente, creo que a veces abusas del hecho de que eres mi padre por desgracia—

—¿y que podré decirle? Amigos n