—Hey— susurra Elizabeth a mi lado, ya no está acostada, está sentada a mi lado mirándome fijamente. —¿Pasa algo?— niego con la cabeza, pero también lo hago para simplemente borrar mis pensamientos. —Fue como si te hubieras ido de aquí. —Estoy bien, estoy bien —respiro hondo, que difícil está resultado esta mierda, creo que es la primera vez en años que tengo recuerdos tan lucidos, tan reales. Es como si me transportara a la época en la que todo eso pasó, se siente tan real que por un momento me sentí de 19 años.—¿En serio? Me asustaste, te hable y no... contestabas, sentí miedo— la miro directo a los ojos, es verdad, está asustada. —Lo siento. Es que estaba pensando en algo y divague, no sé que pasó, pero estoy bien —elĺa asiente agradecida por mi explicación. —Estoy bien, en serio, Eli —me levanto de la cama y camino hasta el baño, necesito lavarme la cara con agua fría, lo suficiente como para despertar completamente del trance en el que estaba hace unos segundos. —Emma, ¿esta e
Observo como Elizabeth entra a su casa, se despide de mí desde la entrada con la mano, manteniendo una sonrisa muy linda en el rostro. Al parecer ella está feliz, la pasó bien conmigo y yo... yo todo lo contrario y no por ella, carajo, ella es todo lo bueno de este mundo. El problema siempre voy a ser yo y los fantasmas de mi pasado que al parecer se empeñan en seguirme. Es su nuevo hobie, perseguirme, entran a mi cabeza atormentandome. Haciendo que no pueda estat en paz con nadie, ni siquiera con la única mujer que me da la tranquilidad que necesito para mi vida llena de mierda. Necesito un baño, no porque este sucio, no, simplemente necesito recuperar un poco de codura, y la podré recuperar con un baño de agua fría y quizás unos cuantos cubos de hielo. Necesito despejar mi mente de eso malditos recuerdos. Conduzo por la vereda hasta llegar a la carretera principal que me lleva hacia mi territorio, no iré a casa, iré a la casa de Anthony. Necesito tranquilidad, paz y relajarme, en l
—De nada hermano, ¿pero estás bien?— se sienta al borde de la bañera mirandome fijamente, retiro mi mirada de él, simplemente miro al techo, dejándome llevar por la sensación de ardor en el cuerpo. —No, no estoy nada bien... pero no quiero hablar de ello— respondo— estoy... cansado de todo— admito.—¿Quieres hablar sobre ello, hermano?— asiento ligeramente, no me vendrá mal poder liberarme de esta mierda. —No pensé que estar con Elizabeth desencadenaría muchas cosas, nadie en mi casa la acepta, al menos creo que Natasha la admite como amiga...— empiezo a decir.—Natasha adopta a cualquier persona, eso es lo bueno de ella— sonrie como tonto al pensar en ella, ojalá Zack fuera su mate, pero todos sabemos que eso no será así, por eso están sepadados, ninguno de los dos quieren dañarse.—En mi casa ella es la única que le habla con amabilidad verdadera, mi mamá es sarcásticamente amable... no sé como puede hacerlo, sonríe como si le cayera bien, pero sé que no es así. —¿Y tu papá?— pr
—Tengo que mostrarte algo —me muevo en la bañera con intenciones de ponerme de pie.—Eh... no, ¿qué haces?— voltea la cabeza al lado contrario para no verme, pongo los ojos en blanco, no quiero que me vea nada de mis partes íntimas, esas solo las ven la chicas y... ahora Elizabeth. —No seas idiota, Zack, no quiero mostrarte eso, quiero que veas esto— coloco mi dedo en el tatuaje, mi amigo con miedo voltea a verme.— Esto, ¿lo ves?— alza las cejas soprendido, pero después de eso frunce el ceño sin entender nada.—¿Un tatuaje con su nombre?— asiento con obviedad— no, Daniel... en serio que vas mal con todo esto. —Cierra la boca Zacky, tú fuiste el que me retó a hacer algo que demostrara que no estaba jugando con Elizabeth solo por ser la hija de Bruno, bueno, pues aquí está esa prueba —Zack niega con la cabeza, desaprueba lo que ve, pero él es el causante de esto.—Me sorprendes Daniel, no paras de hacerlo, cuando creo que te mantienes cuerdo y centrado, haces algo que me demuestra que
No, no estoy molesto ni estoy ansioso, solo que no puedo creer que no me ha llamado para pedirme que la acompañe a visitar a su padre desobligado, ni tampoco me ha llamado ni me ha mandado un mensaje para saber cómo estoy... no es obligatorio que lo haga, pero me gustaría que tan al menos diera señales de luz. Mi teléfono suena y no necesito revisar quien es, yo tomo la llamada inmediatamente. —¿Hola?— contesto esperanzado de que sea Elizabeth quien está del otro lado de la linea, pero creo que no es así. —Hola señor Daniel— me dehago de la ilusión por escuchar la voz de Elizabeth, así que sigo con la llamada.—Hola Harry— respondo ahora más desanimado.— ¿Qué necesitas?—Elizabeth salio de su casa— dice, pero no creo que eso sea un problema, ella puede hacer eso y más, no soy su dueño aunque ella porte mi marca en su cuello.— Salió con otra chica, pero ese no es el problema —responde incómodo —el problema es que no soy el único que las está siguiendo. —¡¿Qué?! ¿Están en peligro, Ha
No es lástima lo que siento por Elizabeth, siento tristeza por lo inocente que parece a veces. Suena ingenua cuando habla, se comporta como si más allá de sus ojos no hubiera gente mala a pesar de que gente mala le ha hecho daño. Siento que decide obviar ciertas cosas para mantenerse así de feliz y contenta con lo que tiene, ojalá y solo ojalá, Emma hubiera tenido la fortaleza que Elizabeth tiene. Si eso hubiera sido así, ella aún seguiría viva a un y cuando un tipo como yo la rechazó y la maltrató, peor cada vez me queda más claro, Emma y Elizabeth no son iguales. Sonrío al darme cuenta de que Elizabeth jugueta con sus dedos, está nerviosa por estar apunto de ir a la casa de su padre, a un lugar al que no es requerida ni fue invitada. Siento que intentar ayudar no fue una buena idea, estoy seguro de que algo malo va pasar hoy y me sentiré culpable, lo sé. —Tranquila— sin despegar la mirada de la carretera le coloco la mano en el muslo y se le aprieto ligeramente. Ella suspira ansio
La sonrisa de Bruno por tenerme a solas con él y con su hermano me parece patética, es tan iluso que cree que con eso puede asustarme, pero esta muy equivocado. Su sonrisa patética no podría causarme ni un solo gramo de miedo y si es que este fuera materializado. Su hermano parece estar confiado y parece tenerle mucha confiaza a Bruno porque descansa en el sillón con los brazos cruzados sobre su pecho. Ambos me miran desde sus asientos, me analizan, ¿qué esperan? ¿Esperan que les suplique por mi vida? Ni siquiera si un mafioso de elite y de gran valor y peligro me apuntara con un arma llena de plata me haría rogarle por mi vida, he vivido lo suficiente como para saber que si estoy en esa situación en vez de preocuparme me estaría haciendo un favor. Así que encontrarme en una situación como esta no me da miedo, hace mucho que la muerte me dejó de dar miedo, pues mi mate está muerta, ¿qué más puedo n perder si muero? Nada, estar aquí con vida no me gusta ni mi entusiasma, pues ni siqui
A medida que pasa el tiempo me doy cuenta de que esta idea ha sido una muy mala idea, no puedo creér que estoy perdiendo en tiempo en medio de esta gente, quiero decir, Elizabeth lo vale, puedo ver como sonríe y como se divierte hablando con sus hermanos pequeños. Parece que le han caído bien y ella a ellos a excepción de uno que realmente no es tan importante, pero aún así ella se toma el tiempo de hablar con él. Es una cosa nueva en Elizabeth o al menos eso creo, se comporta de una forma muy madura con ellos y eso que es el primer día que los ve, intenta ser sutil y mi paciente. Eli debería de ser maestra de niños como ellos, creo que sería muy buena haciendo su trabajo. —Te ves hermosa con los niños— digo en cuanto me estaciono frente a su casa. Quiero evaluar su reacción, no es que yo quiera tener hijos, pero quiero molestarla y saber que es lo que quiere. Quiero asustarla.—¿Y?— responde con voz aspera y hostil, internamente sonrío, no esperaba menos de esta señorita, siempre si