Me recuesto en la camilla forrada de plástico estéril, César me mira inconforme, pero apunta a mí con la maquina lista para taladrarme la piel. Él empieza su trabajo, el golpeteo de la maquina me causa un poco de estrés, espero que el tatuaje me dure lo suficiente. No más no menos, dos meses, lo que pretendo durar con la farsa, no pienso esperar más tiempo que ese, Elizabeth merece ser feliz con Andrew aunque este sea un hijo de puta. Según Harry él y Janne están a punto de separarse, no son muy felices juntos y menos ahora que Andrew se ha visto remplazado por mí. El orgullo de un hombre se puede manejar de la manera más fácil, demostrando que hay o puede haber alguien mejor que él interesado en ti. A nosotros no nos importa que te veas más guapa, que muestres una sonrisa, ni que compres ropa nueva o pruebes un look nuevo de cabello o de maquillaje, lo que nos puede y nos hace rabiar es verte feliz con un hombre más guapo, más rico o más carismático. No importa lo que hagas tú sola,
No voy a salir de mi habitación hasta que vea a Elizabeth llegar, sé que con su presencia ningún miembro de mi familia será impertinente, grosero y nadie me cuestionará sobre los negocios. Esa es la razón por la que la invité, las personas se comportan mejor cuando hay un desconocido que puede ir y ventilar tus fallas, a mi familia no le gusta eso. Ellos quieren y deben de matener la fachada de que los Clark son básicamente perfectos lobos, tienen todo bajo control. Y al menos hay varias cosas en donde todos fallamos, somo una familia unida, pero por debajo, las intenciones de todos son un poco distintas. Odio y envidia es lo que prevalece por aquí, sin embargo, todos ignoramos la situación.—Daniel— la puerta se abre sin previo aviso y en el umbral aparece mi hermana, está envuelta en un vestido muy lindo, con sandalias de tacón y el cabello alocado en un moño. Hoy está demasiado formal, no parece Natasha.—Natasha —respondo sin moverme de donde está la ventana. Desde aquí me daré cu
Salgo de mi habitación combiado, me he tenido que quitar mi ropa cómoda por la ropa incomoda de oficina. Yo no trabajo en oficinas, odio los trajes, pero lo hago, los uso para complacer a mi mamá, porque ella quiere una cena linda y elegante. Bajo las escaleras ignorando a todo el que pase a mi lado y al que vaya enfrente de mi, no me interesa. Lo único que quiero es recibir a Elizabeth, la vi desde mi ventana, así que ahora voy a encontrarme con ella en la puerta para que no tenga que pasar momento incomodos con mi familia, en especial con mis primos. Me detengo en el camino, revaluando la situación, ¿y si mi familia dice algo sobre Emma? Carajo, es un riesgo que debo de tomar, al menos hoy no quiero darle explicaciones a nadie. —Hijo— mi madre intenta interceptarme, pero la hago a un lado.—Elizabeth ha llegado, se amable con ella mamá —la dejo atrás, no me quedo a escucharla ni a mirar su expresión de enojo o rabia, no lo sé. Baja de la camioneta de una forma chistosa, parece tan
Hago más presión en su piel, quiero hacerlo, hasta que recapacito. No, ¿qué carajos estoy haciendo? ¿En qué carajos estoy pensando? Marcarla no funcionaría de nada o al menos eso es lo que pienso, ¿pero y sí sí? Ella ya no podría estar con Andrew que es la meta principal de esto, tener mi marca la haría mía y solo mía y yo... yo no la quiero.—No será ahora.— Digo a modo de disculpa y con voz entrecortada, no puedo ni hablar, estoy tan soprendido de mí mismo. —No quiero dejar esto a medias, también mi mamá se preguntará donde estamos y vendrá a buscarnos.— Me excuso, mi explicación es bastante buena, pero sé que no le basta, ella se a portado muy receptiva, ella quería que yo la marcara, quería mis labios sobre ella, quería mis comillos atravesando su piel suave y tersa. Coloco un pequeño beso en su cabeza, ella asiente ida, no sabe que es todo lo que acaba de pasar. —Vayamos abajo.— Comento, ella asiente con la cabeza y se deja guiar por mí, está muy confundida. Cada vez siento que
La puerta de mi habitación se abre, no alzo la mirada para ver de quien se trata, solamente puede ser una persona y ese es Steven. Mantengo la mirada en la ventana, no voy a dejar que su presencia perturbe la poca paz que tengo, aunque sinceramente me alegra saber que está aquí a punto de molestarme, pero no intentando molestar a Elizabeth. Aunque sé que Natasha la cuidaría muy bien de nuestro primo idiota.—Cuando lo escuché me quedé muy soprendido...— escucho que cierra la puerta— la cierro porque no vaya a ser que tu chica —la forma en la que lo dice me hace enojar un poco— nos escuche. —¿Qué necesitas, Steven?— Steven toma el papel de Alex cuando él no está, es como la relación de Anthony y Alex antiguamente. —Sinceramente no estoy de muy buen humor para soportar tus niñerías.— Estoy enojado conmigo mismo por lo que estuve a punto de hacer con el cuerpo de Elizabeth, quería marcarla, lo deseaba y ni siquiera ella es mía, no es mi mate y nunca lo será. —¿Hay algún día en el que n
Natasha y Elizabeth regresan del bosque emocionadas, no sé que diablos hicieron, pero ahora no me preocupo, no cuando ya sé que es lo que pasaba con Steven. Sin embargo la cena está a punto de comenzar, lo cual me genera demasiada ansiedad, no voy a poder controlar a todos los que estén en la mesa, podrán hacer comentarios impertinentes y no podré impedirlo. —Daniel, te entrego a tu chica, sana y salva —bromea Natasha, le dedico una media sonrisa a mi pequeña hermana bromista, no me interesa que bromee, estoy de mal humor como para soportarla.—Hola— Elizabeth me soprende poniéndose de puntillas para darme un beso en la mejilla, mentiría si dijera que ese gesto no me causó demasiada ternura. —¿Cómo estás?— al fin puedo sonreír d verdad y no por amabilidad y educación. —Mejor, las cosas siempre van bien cuando estás cerca de mí —digo con sinceridad y a pesar de que tengo ganas de darle un abrazo, mantengo mis manos dentro de mis bolsillos. No quiero abrazarla y no porque no me nazca,
La cena ha sido un fastidio, ojalá hubiera podido evitar que trataran de intimidar a Elizabeth, pero ella se defendió con una gran astucia. Realmente me siento orgulloso de ella, no dejó que la familia Clark y acompañantes la sometieran, ella decidió ser amable, pero no permitió que la humillaran. Es una chica admirable, me gusta eso de ella. —¿Cómo vas con las clases de piano?— le pregunta Ben a Jonathan, Ben es un aficionado de la música y los instrumentos. Es verdad que mis padres nos hicieron aprender a tocar varios instrumentos como requisito para ser un verdadero Clark, pero Ben fue el que desarrolló la música a mayor escala. Vive por la música y quizas en algún punto deba de ir a la universidad a estudiar algo realcionado con ello. Eso haría muy feliz a mi familia, en especial a mi padre, porque él fue quien nos inculcó la música. —Demasiado sosas para mi estilo, yo quiero no sé, quizás la batería —Ben asiente —¿podrías darme clase, Ben? —Me gustaría, pero me temo que no te
Esto es... extraño, una desconocida en las profundidades de mi habitación. No es como antes, no es como cuando recién había salido del instituto. Ya no hay papeles con garabatos en el suelo, ni tampoco hay dibujos en las paredes que eran hechos por mí, tampoco estan mis intentos de dibujos colgados por ahí. Ni mis primeros planos que hice antes de entrar a la universidad, esta había ha cambiado y mucho y aún así, me asusta que alguien como Elizabeth entre en ella. Y sé que eso sucede porque ya no solo estará el recuerdo de Emma aquí, escuchandome cantar para ella. Ella conoció 2este lugar cuando era mi auténtico lugar, incluso conoció la casita en el bosque donde solía drogarme y dormir cuando simplemente quería estar solo. Entonces, el hecho de que Elizabeth entre a esta habitación significa que Emma ya no será en la única en la que piense, sino que ahora también estará ella en mi mente. Elizabeth formará parte de otros nuevos recuerdos que borrarán los viejos. Y no, no quiero borra