Capítulo 101. ¿Somos góticos?

La expresión de enfado en el rostro de Sebastián era tan evidente que todos los empleados de la empresa pudieron verlo. Alejandro, al enterarse de su llegada, se dirigió a su oficina. Antes de abrir la puerta, tocó suavemente y solo asomó la cabeza, manteniendo el resto de su cuerpo en el umbral.

—Dime, ¿estás muy cabreado o solo es un término medio? — preguntó Alejandro con una sonrisa ladina. —Y, por curiosidad, ¿qué tan agresivo podrías ponerte? No quiero ser golpeado — bromeó, aunque su mirada reflejaba genuina curiosidad.

Sebastián, que había estado con facciones endurecidas, comenzó a reír.

—Eres tan o más idiota que Mauricio — soltó, viendo cómo su amigo se sentaba frente a su escritorio.

Alejandro continuó, observando a Sebastián con incredulidad.

—Es que, amigo, recuerdo que la última vez que me golpeaste, tuve que ponerme hielo durante dos días y me resulta totalmente extraño que ahora no te tornes agresivo. ¿Tu esposa te ha sanado? Tus arranques de ira son menos intensos de
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App