— ¿Cómo te gustaría que te llamara?— le preguntó la joven con voz atrevida, llevando dos de sus dedos hacia su boca, mojándolos, lo suficiente, antes de llevarlo en medio de sus piernas, bajo sus braguitas, acariciando su clítoris, cerrando sus ojos, mientras llevaba su mano libre por su cuello, imaginando que eran los labios del abogado acariciando su piel con sus labios.— Por mi nombre — él estuvo a punto de pedirle que lo llamara amo, pero eso sería adquirido algún tipo de responsabilidad sobre ella y no pretendía hacerlo.—Matthew… — jadeo casi sin aliento al abrir con sus dos dedos los pliegues de su intimidad, sintiendo no solo el roce de sus dedos, también el roce del encaje de sus braguitas, al hacerlas a un lado.Sus caderas se movieron hacia arriba, justo cuando la mano en su cuello llegó hasta sus senos, los cuales amasó con sus manos hasta llegar a su pezón y jugar con él.Era una delicia verla así, tan joven y a la vez tan entregada a satisfacerlo, casi podía comprender
Mat no se amedrentó, la idea era hacerla, disfrutar, si, pero a la vez asustarla para que no volviera a buscarlo, así que no entraba en sus planes follarla, solo usar su boca para desahogarse de la excitación que le provocaba lo que veía y hacerla terminar sin llegar a tocarla. Una tortura porque lo único que deseaba en ese momento era poseerla con las mismas ganas con las que la agarró del cabello para pegarla a su pelvis y empujarse en el interior de su garganta, embistiendo sin ninguna restricción mientras el ritmo en que el brazo hidráulico se movía se incrementaba cada vez más.— Así Eloise aprieta los labios ¡Qué Boca joder!— exclamó viendo los ojos llorosos de la americana y cómo a pesar de ser brusco seguía aguantando cada uno de sus duros movimientos— Mierda … Me corro— no tardó demasiado en dejarse llevar y empujarse un par de veces más en su boca, al primer chorro de semen le precedieron un par más que dejó caer sobre sus senos para luego acariciar y estimular más esa zona
— La doble penetración es uno de mis fetiches, pero no me gusta compartir con nadie a mis amantes, al menos no mientras están conmigo — Explicó mientras llevaba su erección a la dilatada entrada del trasero de la chica y en una dura embestida se hundía en su interior.Ella tenía deseos de decirle que no le gustaban los tríos, pero no dijo nada, simplemente, mordió sus labios, humedeciéndolos en el proceso, pensando en porque deseaba explicarle algo a ese hombre. Gimió cómo una gata en celo justo cuando el ardor por sus manos recorrió su trasero, no solo una sino dos veces.Eloise estaba disfrutando con el dildo de su trasero, pero cuando lo sintió entrar en ella de manera firme y dura en su interior. Se sintió estremecer por completo, su intimidad se humedeció aún más, por lo que estuvo a punto de correrse solo con sentirlo dentro—Matt… — jadeo su nombre con fuerza, arqueando su espalda, alzando más su trasero, deseando que él la tomara de manera salvaje, que la dominará, por lo que
—Noelia te ves hermosa.La voz de Ariadna tras ella la hizo sonrojar, sobre todo por el tono que lo hizo.Noelia realmente no era del tipo de chica que se vistiera o pensars en qué ponerse para verse bien, era más del tipo que usaba lo que tuviera a mano o fuera cómodo. Por lo que no creyó disfrutar de pasar la mayor parte del día en compañía de las mujeres Lorreaine; sin embargo, fue todo lo contrario, ellas la hicieron disfrutar de colocarse mascarillas en el rostro, mientras le daban masaje, no solo en su rostro, también en cada parte de su cuerpo, ademas de ameba conversación y, como no, comida deliciosa y dulces traidos de la mejor pastelería de la ciudadPero todo fue gracias a Eloise y Ariadna quien rompieron a su manera el hielo entre todas, incluidas la madre de Marius quien no fue demasiado sutil al hacerle preguntas, por un momento Noelia consideró la posibilidad de que las mujeres a su alrededor la juzgarían como una caza fortuna cuando dijo que no tenía padre, más si una
Phillip se aclaró la garganta en un sutil intento porque su hijo se comportara en público, ya que empezaban a llegar los invitados y aun así no logró sacar a Marius de su burbuja ni hacer que el cirujano se apartara de la joven mientras todas las miradas estaban puestas en ellos.Bueno, todas no, la mirada de Mathew estaba clavada sobre la joven pelirroja, quien resaltaba su figura con un atrevido vestido largo verde agua de tirantes, que tenía una raja tan pronunciada que le llegaba hasta la cadera, dejando ver por completo su pierna cada vez que se movía.Eloise notó la mirada del abogado sobre de ella, lo que hizo que su piel clara adquiera un hermoso tono melocotón, que la hacía resaltar aún más entre las demás mujeres, a excepción de su amiga Noelia, quien era la estrella de esa noche, hasta ella tenía que reconocer que en ese vestido la joven parecía ser la representación humana de la diosa afrodita o de psique, la mortal que le había robado el amor y la devoción de su hijo cupi
— Bueno señor Dubois voy a sacar a mi novia a bailar, si me lo permite.— Marius agarró a Noelia del antebrazo y tiró levemente de ella, odió la forma en que ese hombre le besó la mano, en ese momento comprendió que odiaría a cualquier hombre que elogiara a su mujer o pudiera observarla como James lo hizo.Noelia agradeció que Marius la llevara lejos, sobre todo que su atención se centrara en ella, más al ver a la ex de su Daddy llegar. No solo se veía hermosa, la mujer había tenido la misma idea de vestirse de rojo, haciendo que la joven se sintiera insegura tras haber evitado sentirse de esa manera durante el tiempo que había pasado en la fiesta.Dubois jamás se casó tras la muerte de Violet y decían las malas lenguas que había decidido buscar esposa, ojalá se quedara con su ex a la que poco tardó en invitar a bailar, eso sería muy bueno para Marius, quien no dudó en pasar un brazo tras la cintura de Noelia y la pegó a su cuerpo, mientras entrelazaba los dedos de su otra mano con los
Debía irse, todo había Sido, una completa locura y un sin sentido, ella no debería haber aceptado viajar hasta Francia, ciertamente era muy inconsciente, como podía haber ni siquiera aceptado la idea de acompañar a un hombre que apenas conocía a la otra punta del mundo y pensar que saldría bien.«No, no debí aceptar jamás sus estúpidas condiciones, ni su estúpido contrato.»Se recriminó, mientras llegaba por fin, a la habitación donde estaban todas sus cosas y que había compartido con él.Solo recordar las palabras de la exmujer de Marius, la hizo desear ir al baño y devolver todo lo que había comido, pero no lo haría. Ella no dejaría que esa mujer le ganara. No de esa manera. Pero tal vez Lucrecia no fuera su mayor enemiga, sino su propia mente que le hacía evocar lo que había visto o creído ver entre sueños la noche antes de la fiesta, como si pretendiera castigarla por estar allí, como si pretendiera dejar claro que si en ese instante sufria era únicamente por su culpa, por no haber
Cuando Marius llegó a la habitación no había ni rastro de la chica, tan solo estaba la habitación revuelta y, tal y como suponía, la joven se había marchado, solo había necesitado llevarse una única cosa, aquello por la que él sería capaz de encontrarla. Sacó el teléfono móvil del bolsillo interior de la chaqueta de su esmoquin mientras caminaba en dirección al salón.— Brigitte, necesito que mires los pagos de la tarjeta de Noelia ahora, ha huido y sí ha pagado un taxi, una habitación de hotel o cualquier otra cosa debe salir reflejado. ¡Pero es para ya, Brigitte, lo necesito cuanto antes!Si por lo general el francés era estricto con sus órdenes, en ese instante sonaba hasta peligroso si no se llegaba a hacer lo que pedía. Por lo que su chófer y mujer de confianza abandonó la fiesta para ponerse a investigar mientras Marius salía de allí para buscar por los jardines. Tal vez no había huido, tal vez estaba solo llorando en el laberinto o cerca del lago. El pensamiento de que esa chica