"¡Mamá! ¡Mamá!" 

Un joven de temprana edad exclamaba con gran emoción mientras corría hacia el interior de una vieja casa. La mujer dejó lo que estaba haciendo y se dio la vuelta para enfrentarlo, una sonrisa decoraba su rostro que ya tenía varias arrugas por la edad. 

"¿Qué le ocurre a mi pequeño?" 

El niño también sonrió, y sus ojos se iluminaron con un brillo especial, miles de estrellas formándose en esos dos profundos orbes. 

"¡Es tu cumpleaños! Así que te he traído un regalo" detrás de su espalda, el niño estaba sujetando una flor blanca entre sus pequeñas manos. Sin esperar mucho más, se la entregó a su madre con una ilusión que desbordaba por todo el lugar. 

Ella tomó la simple pero delicada flor, regalándole otra sonrisa. "¿Siempre te acuerdas verdad? Le buscaremos un lugar" 

"¡Si!"

Corrió hacia su madre, abrazánd