Shi Minzhe aún no había tenido la oportunidad de hablar con Ming Hui sobre la pintura y su pasado. El ambiente en Senshi Xu cambió de un momento para otro y el trabajo se incrementó. Tanto ella como todos los pertenecientes a Senshi Xu se volcaron en la seguridad de la secta. Era algo que tenía que ocurrir. Los sucesos extraños que habían sucedido de forma continuada encendieron las alarmas de cada una de las personas. No podían permitirse otra catástrofe. Pues todavía los recuerdos de aquella guerra continuaban presentes en los corazones de muchos, si bien ya no existían los Muguang ni ningún emperador tirano. Shi Minzhe se había acostumbrado a la presencia de Bing Wen, Bing Ming y Xin'er a su alrededor. También a la de Ming Hui. Pero ahora, ya habían pasado tantos días sin estar con ellos, que perdió la cuenta del paso del tiempo. Lo sucedido lo devolvió a la realidad. Sabía que no pertenecía a este lugar, que solo estaba de paso. Él era un extraño en un mundo donde todos s
Bing Wen sabía que a Xin’er no le bastaría con solo un beso más. Después de tanto tiempo juntos, conocía a la perfección su personalidad tan ansiosa. Los sentimientos de ambos inundaron la habitación, creando un ambiente romántico que Bing Wen jamás se imaginó experimentar en su vida. Sus intenciones al entrar en la habitación de Xin’er eran confesar esos pensamientos que habían estado rondando su mente durante tanto tiempo, pero las cosas terminaron de una manera bastante distinta. Xin’er lo llevó a su cama, donde lo llenó de caricias en su rostro y besos en sus labios, los cuales se sintieron como las cálidas flores de la primavera. Después de un rato, Bing Wen dejó que Xin’er se pusiera encima suya y aprovechó esa posición para pasar una mano detrás de su cabeza, afianzando el agarre. Xin’er no se esperaba esa reacción, pero tampoco es como si tuviera algo en contra. Bing Wen recibió un beso en sus labios, en su frente, en su nariz y de nuevo en sus labios. La presenci
“Ah…” Esa respuesta tan sincera y repentina tomó por sorpresa a Shi Minzhe, pues no se esperaba que Xin’er le confesara la verdad así sin más. Sus planes de molestarlo fueron arruinados por completo.“¿Entonces ya no necesitas esto?” Shi Minzhe agitó la pintura en su mano.“No, ¡digo si!”Xin’er cogió la pintura y la observó durante unos segundos. Una expresión difícil de descifrar pasó por su rostro, antes de volver a su habitual sonrisa.“Bueno, ¿y cómo es que ahora estáis juntos?” Ante esa pregunta, Xin’er sujetó una de sus manos, lo arrastró dentro de su habitación y después cerró la puerta. A Shi Minzhe ni siquiera le dio tiempo a reaccionar.“En realidad no estamos juntos, pero espero que en un futuro próximo si” Xin’er comenzó a hablar. “Aún tiene que ordenar sus sentimientos”Esa era la explicación que a Shi Minzhe se le hacía más razonable, pues sabía que los sentimientos de Bing Wen hacía Xu AnRong eran muy fuertes. “De momento es mejor llevarlo en secreto… Ya sabes. Conf
76. Cálidas flores de primavera (IV) *** Al igual que Bing Wen, Xin’er no podía pensar con claridad. Después de tanto tiempo enamorado de él, después de tanto esperar… Había conseguido que Bing Wen le correspondiera de todas las formas. Bing Wen terminó por quitarle la parte superior de su túnica, dejando su piel al descubierto, la cual aún continuaba un poco húmeda. El cuerpo de Xin’er estaba muy bien formado y Bing Wen no podía dejar de observarlo. Su tez de un color ligeramente canela, la definición de sus músculos y el rápido subir y bajar de su pecho debido a la anticipación. No sabía muy bien que hacer ni que decir, así que se quedó así unos segundos, admirando su belleza. Xin’er aprovechó para besarlo en ese momento, y así ocultar su creciente nerviosismo. Aún así, Bing Wen continuó con lo que estaba haciendo. Su mano tocó su torso para después continuar bajando hasta llegar a la parte superior de sus pantalones. “Espera…” justo en ese instante, Xin’er se separó un m
“Xin’er… No puedo más”Bing Wen se sorprendió con el aguante que tenía Xin’er. No sabía cuántas veces lo habían hecho, pues había perdido la cuenta hace tiempo. Su cuerpo estaba extremadamente sensible, y cada toque en su piel le hacía perder la cabeza. Pero Xin'er no parecía tener intenciones de parar. Volvió a besarlo mientras una de sus manos acariciaba su abdomen y llegaba hasta su miembro. Bing Wen jadeó cuando comenzó a masturbarlo de nuevo, siendo la sobre estimulación demasiado para él. Los fluidos de las veces anteriores actuaban como lubricante, provocando que el toque fuera más fácil. Los besos de Xin'er bajaron hasta su cuello, dejando marcas nuevas sobre las anteriores. No podía controlarse cuando tenía a Bing Wen así para él. Bing Wen mordió su labio inferior cuando los movimientos de Xin’er se acentuaron, tocando cada zona de aquella parte tan sensible. No tardó mucho más en correrse, aunque apenas salió nada ya que su cuerpo estaba al límite. Aún así, Xin’er aprovec
78. Cálidas flores de primavera (VI)***Como prometió, Bing Wen pasó el día entero con su hermana. Solo fue hasta que llegó la noche que volvieron a la secta. Esto le había servido para despejar su mente, pero al llegar el momento de dormir, múltiples pensamientos volvieron a atacarlo de forma sofocante. Aún podía sentir en su cuerpo a Xin’er, cada beso y caricia todavía parecía estar impregnado en su piel. Además de forma visible, pues debajo de sus ropas las marcas eran visibles como el día. Estaba avergonzado. Y se alegraba de no haberlo visto hoy, pues ni siquiera sabía cómo afrontar todo lo que había pasado el día anterior. Se dejó llevar demasiado. Estaba mal. Estaba muy mal. ***Una larga semana había transcurrido desde su encuentro y Xin’er se sentía frustrado. No era idiota, sabía que Bing Wen lo estaba evitando. Apenas se habían visto, y cuando lo hacían Bing Wen se apresuraba a abandonar el sitio. Tampoco quería presionarlo, pero la incertidumbre y la falta de respues
79. Odio (I)***Shi Minzhe se miró en un largo espejo que consiguió para su habitación. La constitución de su cuerpo había mejorado de forma considerable gracias a los entrenamientos que había estado haciendo con asiduidad. Él no era una persona a la cual le gustara hacer ejercicio o deporte, pero para su sorpresa, eso fue lo que lo había mantenido ocupado a lo largo de las últimas semanas. La llegada de la primavera fue como una renovación, un soplo de aire fresco lleno de nuevos comienzos. Todo estaba tranquilo, nada pasaba. Al contrario de los meses anteriores, donde miles de sucesos desagradables ocurrieron uno tras otro. Observó con detenimiento cada músculo en su pecho, en sus brazos… Ignorando cierta cicatriz en su hombro que cierta persona había provocado. Cada día seguía pensando… ¿Por qué todo le había salido mal?El protagonista y él se odiaban. Mucho.Solo le pasaban desgracias.Pero, a pesar de eso, Shi Minzhe se había rendido. No iba a tratar de llevarse bien con Xu
Esta es una obra original, por lo tanto los personajes, trama y locaciones etc son de mi completa autoría. Queda prohibida cualquier tipo de copia o plagio.***Shi MinZhe es un joven hombre aficionado a las novelas web 'danmei'. Aparte de eso, no tiene otros gustos interesantes, incluso lleva una vida común como un fracasado estudiante de universidad.¿Pero que hará cuando un día despierte y descubra que el personaje de su libro favorito está durmiendo a su lado?Es más, ¿por qué se estaba sintiendo atraído por él? ¡Si incluso tenía novia!¡Debe haber algún error en la trama del autor!*** Una novela de transmigración con un protagonista especialmente desafortunado.