Lizzy ignoro sus problemas y los peligros que corría, volvía a casa flotando entre nubes, lo que sentia por el joven Jeremy era una ilusión indescriptible, única, los pensamientos estaban pegados a él a su recuerdo, su corazones exaltaba en su pecho, quería mirar sus ojos una y otra vez y que sus ojos se cruzaran pero se preguntaba si en verdad un hombre como ese realmente se fijaría en ella, o solo la consideraría como un juego.

Era tan ingenua, Jeremy era ya un hombre. ¿cómo se fijaría en un chiquilla en una forma romántica? La flor que Jeremy le dio era tan pequeña como ella, quizás Jeremy solo era amable como una labor social, la veía tan desvalida.

Se cubrió el rostro, como se le ocurrió confesarle que tenía una hija, seguro sonó tan desesperada por conseguir un padre o un esposo.

Sintió que alguien la estaba vigilando, inspecciono todo su alrededor, recordó que Karola debía estar cerca, un escalofrió corrió por su espalda, apresuro su paso para volver a la casa.

Sus ojos se desp