Dani consiguió ropa, le ayudo a vestirse, la ayudo a entrar en una canasta de ropa sucia caminaba cuidándose contemos a ser descubierto. Salió con ella hasta el interior del hospital.

La subió a una camioneta que tenía lista fuera del hospital por un costado. Los dolores la mataban, derramaba lagrimas al no soportarlo. Cuando metió la mano para jalar el cinturón de seguridad noto una mancha enorme de sangre.

—Insisto que deberías quedarte en el hospital. —ahora se di cuenta del error —no estas bien

—Date prisa, alguien puede verme —se recostó un poco de lado para cubrirse

—No sé por qué estoy haciendo esto. —cerro la puerta y ego con la cabeza, a la primera oportunidad que tuviera la dejaría sola ya habia hecho suficiente por ella.

Subió a la camioneta y sintió la mano de Nicoll acariciarle la mejilla.

—Te recompensare —le prometió.

Daniel no sentia la misma pasión que antes ni el mismo afecto, si estaba apoyándola era por los años de juventud cuando ninguno de ellos tenía ni fama