Los médicos lo llevaban corriendo sobre una camilla para su valoración. Ya esperaban su arribo, Arianne no soltó su mano desde que lo subieron en la ambulancia hasta ese momento. Y pretendía no soltar su mano nunca.—Señorita no puede pasar —una enfermera muy delgada rubia y alta soltó sus manos con brusquedad—Yo quiero estar con él. ¡Malcolm…!—lo llamo, en un momento de incoherencia esperaba que Malcolm pudiera exigir que no se le apartara pero solo fue eso una trastorno provocado por la angustia y desesperación, la realidad le recordaba que estaba inconsciente — tengo que decirle que lo amo… Malcolm por favor déjeme ir con él—Señora va estar bien, se lo dirá cuando salga ahora por favor tranquilícese, haremos lo que este en nuestras manos.Era su culpa, si no se hubiera quedado de pie en medio de la calle Malcolm no tendría que haber intervenido, recordaba su voz lejos como sumergida en un pozo, era su culpa.—Señorita Owen —el señor Malcolm llego al hospital, al verlo se puso de
Las dos semanas pasaron entre libros, música, largas charlas sin sentido, silencio y la constante espera que abriera los ojos, Arianne no se despegaba a menos que el señor Ryan deseara estar con su hijo, el resto del tiempo incluso algunas horas durante la noche le permitieron acompañarlo.El señor Malcolm llamo a Jeremy para que tomara la dirección del periódico, era algo que Malcolm jamás hubiera aprobado pero estaba hecho y no podía pelear por lo que a Malcolm le pertenecía y cuidar de él al mismo tiempo.La primeras planas del periódico estaban llenas de violencia, las notas más amarillistas iban siempre a la cabeza, Malcolm tenía que despertar para volver a poner orden o iba a llevar el periódico a la quiebra. Las ventas bajaron por la mitad tan solo en la primera semana de ausencia.Ni siquiera la influencia del señor Malcolm era suficiente para controlar la locuras de Jeremy.Arianne peina su cabello comuna sonrisa, sentia una emoción de ver sus ojos abrirse en cualquier moment
—Buen día, es hora de bañar al paciente. —un par de enfermas entraron el la habitación interrumpiendo la lectura—¿En serio? —observo su reloj el tiempo leyendo se iba mucho muy rápido casi cuarenta y cinco minutos habían transcurrido —es que mi hijo puede despertar en cualquier momento me gustaría que su esposa o yo estemos presentes.—No demoraremos y si presenta signos de despertar lo llamaremos de inmediatoLo medito un poco le preocupaba que nadie estuviera cuando el abriera los ojos, pero bueno ese hospital tenia su protocolos y era mejor no retrasar el trabajo de las enfermeras.—Está bien, iré por un caféAl salir se encontró de frente con el doctor que atendía a su hijo.—Señor Ryan, buen día—se estrecharon las manos. y el doctor le palmeo la espalda—Doctor Jackman, mi hijo va despertar en cualquier momento, ¿él va estar bien?, se va recuperar completamente.El doctor chasqueo los dientes, tenia una buena expresiones pensar en el pronóstico de Ryan.—Es lo que esperamos que
Ella se había descubierto el rostro, sin importar quien la atrapara ahora junto a Malcolm, pero él no la miraba.Los ojos de Malcolm no se movían, sus ojos seguían fija en un punto. Nicoll se colocaba delante esperando que el centrara su vista en ella, pero no era así.—Malcolm, dime algo; ¿me vez?—¿¡Qué estás haciendo aquí!? lárgate —el rugiente grito del su ex suegro la hizo palidecer.—¿Papá?La persiguió por la habitación, ella era un peligro para Malcolm, Nicoll corrió logrando evitar que la sujetara, los gritos de la dramática chica alteraron la tranquilidad de la habitación.Malcolm se sentia inquieto con una sensación de vacío en su pecho, a pesar de que Nicoll estuviera en la habitación junto a él no era suficiente.—Por favor… no me haga daño —escuchar su gritos creyó que la estaba maltratando cuando su padre ni siquiera habia logrado tocarle ni un pelo —déjeme, yo solo quiero estar con MalcolmLa infantil modelo se hundió en un rincón de la habitación, protegiéndose como
Su imagen no era mejor que la de esta mañana, incluso al verse reflejada en un vidrio polarizado se dio cuenta que lucía peor, no había remedio así se pararía frente a Malcolm, le contaría incluso una buena historia algo gracioso de porque venía en ese estado, así lograría incluso animarlo.Entro corriendo a la clínica, corrió por todo el pasillo y subió las escaleras, no importaba el cansancio o el esfuerzo que estaba haciendo al no tener una buena condición, solo quería verlo y saber que aun podía llegar antes de que su ojos se hubieran abierto.El corazón iba a mil por hora, presentía que era tarde y que él estaba llamándola y que cada segundo que pasaba y no veía cerca se desilusionaba aún más de ella.La habitación de macoco estaba custodia por un ar de enfermeras que solo en realidad acababan de salir y se quedaron chismorreando fuera.Al verla la detuvieron alzando las manos.—Lo lamento señorita tenemos ordenes de no dejarla pasar —Arianne pensó que era una malo broma o que Ma
Se detuvo, por supuesto que todo podía ser una trampa de Nicoll, no como podría ella engallarlo, era lógico que Malcolm estaba de acuerdo con ella, la perdono solo podía pensar en eso, con lágrimas en los ojos decidió dar vuelta y no volver a buscarlo.El señor Malcolm la vio cruzando la puerta del hospital la llamo pero no logro haceres escuchar por Arianne. Las fuerza que le dieron sus pasos, no eran sufriente para alcanzar fácilmente a una chica con mucha juventud. Al salió ella esta de pie esperando un taxi, agradeció al cielo que se le escara.—Arianne, espera hija por favor —al verlo emprendió su huida. no se detuvo el señor Malcolm corrió para detenerla— estoy viejo, ten piedad.No quería ser molesta pero no tenía ganas de escuchar al padre de su ex esposo, ahora estaba todo claro y en su justo lugar.—Déjeme en paz señor Ryan, usted y su hijo, ya estoy cansa de solo ser la burla y el asma reír de ese junior…—De que estas hablando —noto su ropa maltrecha sucia, y su pelo desa
—¡Pequitas! —su grito fue desgarrador, Nicoll salto del sofá no recordaba en el primer minuto donde se encontraba. Hasta que se dio cuenta que el que gritar era Malcolm había conseguido medio dormir en ese estrecho mueble.Se sintió bastante irritada al darse cuenta que Malcolm fue quien grito como un desquiciado.—¿Qué te pasa?, me despertaste, intentaba dormir, si es que alguien es capaz de dormir en ese sofá tan incomodo … —renegaba, con una cara de fastidio, detestaba tener que quedarse esa noche en un lugar tan incomodo, pero era un sacrifico que tenía que hacer para no perder de nuevo a Malcolm.—Nicoll, Nicoll, ¿quién esa chica? —empezó a imaginarse a quien se refería, pero fingió no entender. Pregunto fría despreciativa con otra pregunta.—¿Chica, que chica?—Soñé con una chica de cabello rojizo, con muchas pecas en su rostro…—Hay no lo puedo creer—sentia sus tripas se le revolvían de coraje, no era posible que no pudiera olvidarla teniéndola a ella ahí —, debió ser una pesad
Obtener el puesto de aseo fue más fácil de conseguir de lo que se imaginó aun cuando era una menos de edad, el periódico de Malcolm Ryan era enrome, el moviente de la gente era abrumador, muchas caras felicites, era un mundo increíble que no habia imaginado conocer jamás, gente vestía elegante y el aroma a fresco y perfumes exquisitos de marca pululaba por el recibidor.Pasos firmes y seguros, apurados, risas y coqueteos. Como una novela romántica.Lizzy ahora era solo una limpiadora de vidrios, quizás en un futuro podria aspirar a ser alguna secretaria y después ejecutiva de un puesto importante, y así poder darle lo mejor a Luci. Eran demasiados vidrios lo que tenía que limpiar y dejar impecables pero no le importaba, tenía un propósito, en cualquier momento se enfrentaría a Malcolm o a la señorita Arianne, entendería por qué dejaron de buscar a Luci y les pediría ayuda, esa ayuda que Arianne le ofreció.Lo única que no la dejaba tranquila era lo desamparada que estaba Luci y los