Capítulo 2: Nuevo Comienzo

De forma paralela a lo que estaba ocurriendo en el hospital, en otra parte de la ciudad… más específico en una mansion algo pequeña, habia una hermosa joven pelinegra de 18 años, quien se estaba limpiando sus lágrimas mientras recogía sus pocas pertenecías de su habitación y las guardaba en una maleta vieja.

Justo en eso tocaron la puerta por lo que busco esconder su maleta improvisada debajo de su cama, para ir a abrir las puertas.

- ¿Papá? – preguntó al llegar a la puerta y empezar a abrirla - ah… eres tú – dijo molesta al ver que era su hermanastro, por lo que sin miramientos busco cerrar la puerta y azotarla en su cara.

- Aw… la imbécil está llorando – se burló sosteniendo la puerta y empujándola con fuerza para impedir que fuera cerrada y volver a abrirla.

- ¿Qué quieres? lárgate de aquí William.

- ¿O qué? ¿vas a gritar? porque te recuerdo que aquí nadie te quiere – indicó empleando un tono malicioso en su voz.

- … - ella apretó con fuerza los puños y frunció el ceño, porque él decía la verdad.

- Que lindo, la niñita quiere llorar.

- Sal de mi cuarto.

- Esto es un ático no un cuarto – se burló mirando con asco el lugar, el cual se notaba algo desgastado y viejo.

- Sera que estoy aquí porque tú me robaste mi cuarto, aunque sabes me sorprendió que te gustara el color rosa en las paredes – dijo ella buscando hacer enojar.

- Descuida apenas tome tu cuarto ese horrendo color de niña llorona desapareció, porque yo SI tengo una madre que me ame.

- … - ella apretó los puños con fuerza y frunció el ceño.

- Jaja que lindo… la estúpida y huérfana de Charlotte quiere llorar porque nadie la ama y… - sus palabras fueron cortadas porque la pelinegra ya no lo aguantaba ni deseaba escucharlo, por lo que lo empujo con todas sus fuerzas para sacarlo de su cuarto.

Por la fuerza él se golpeó contra la pared, pero a ella no le importo eso porque al verlo en el suelo solo cerró la puerta y busco bloquear la puerta por si deseaba seguir haciendo su drama, porque ya conocía la rutina y era una forma de vida que odiaba, porque era un inferno creado por su padre, su madrastra y William.

Ella habia vivido constantemente en las sombras aguantando los abusos y humillaciones porque ese lugar era la casa donde vivió con su madre, pero ahora que su padre le dijo que no estaría contemplada como la heredera de la familia… ya no existía motivo alguno para seguir en ese lugar y soportar esa horrible vida, por lo que regreso a terminar de preparar su maleta y cuando estuvo lista se colgó la mochila detrás de sus hombros y busco salir por la ventana apoyada de las enredaderas que cubrían las paredes del hogar.

Con cuidado salió de esa casa que por poco tiempo pudo llamar hogar hasta que su madre falleció y con eso paso a ser su infierno.

- Descuida mamá, prometo que volveré y les hará pagar por todo esto – le declaró al viento antes de girarse y empezar a alejarse de esa casa.

Mientras comenzaba su recorrido por las calles sin rumbo fijo, empezo a pensar que debía hacer y agradecía que hace unos meses habia pasado su dinero a una cuenta independiente, por lo que tenía algo para poder sobrevivir en lo que buscaba un empleo para empezar a organizarse, ya que ahora debía asumir los gastos básicos de vivir como una persona independiente, empezando por pensar si compraba una casa, un departamento o rentaba e igual si o si debía buscar ya un empleo, preguntándose que tipo, porque le urgía uno donde ganara bien dinero para empezar a ahorrar y otras cosas.

- Veamos creo que hoy puedo buscar un motel para pasar la noche y…

- Buaa…

Justo en eso se detuvo de golpe porque empezo a escuchar el leve llanto de un bebe y al mirar a todos lados noto que el sonido provenía del callejón que tenía enfrente, con cuidado fue a ver qué pasaba teniendo la precaución de ver a todos lados por si no habia algo sospechoso y al llegar al lugar donde estaba el contenedor de basura el llanto se hacía más fuerte.

- Buaa… buaa…

- ¿Dónde estás…? - empezó a preguntar y en eso noto que el llanto venia de una caja que estaba escondida bajo unas bolsas de basura, por lo que al mover las cosas se sorprendió de encontrar de verdad a un bebe en ese lugar… aunque realmente la palabra sorprendió se quedaba corta porque en esos momentos sentía era una mezcla de: alivio, sorpresa, enojo, indignación y tristeza.

Con cuidado saco al menor de esa caja y lo abrazo, alegrándose de notar que no estaba frio y se miraba sano.

- Ya shh… no llores precioso – dijo ella arrullando y asombrándose al ver los hermosos ojos de color verde del pequeño – ven vamos a buscar algo para que comas.

El pequeño empezo a calmarse al sentir el calor de esa chica, provocando que ella sonriera mientras se encaminaban a una tienda para comprar una mamila, formula y agua para prepararle algo de leche al bebe, donde el menor apenas sintió la mamila cerca de sus labios abrió su boca para empezar a beber ese líquido.

- Jeje sí que tenías hambre ¿eh? – dijo ella acomodando los cabellos del menor - oye ¿y de donde eres pequeño?

- … - el menor solo parpadeo mientras disfrutaba de ese delicioso líquido.

Charlotte hizo una mueca al ver eso, era un bebe muy pequeño y por alguna razón le enojaba saber que lo habían dejado escondido entre la basura, en eso miro analíticamente al pequeño notando que las ropas eran de esa boutique de gente rica… es decir, que a lo mejor alguien se robó a ese lindo bebe.

- Ahora que termines iremos con la policía para que ellos te ayuden, porque creo que alguien debe estar sufriendo por tu ausencia.

- Ah… - el pequeño soltó la mamila y empezo a balbucear sonriendo y moviendo sus manitas.

Ella lo movió con cuidado y le saco el aire para acomodar sus cosas y con ello empezar a andar para buscar una caseta de policías o alguna patrulla.

Después de caminar unos 10 minutos llego a una caseta de policías, por lo que sonrió y justo cuando estaba por ingresar escucho que habia alguien charlando con el oficial de turno así que busco esperar a que terminaran, pero las actitudes de ambos le hicieron sospechar por lo que se escondió mientras escuchaba la plática de ellos.

- ¿Entonces así quedamos? – preguntó esa persona.

- Si ya entendí, si alguien aparece con un bebe con mameluco de color azul pastel con rayas blancas y una sábana de color verde, lo arrestare enseguida y te notificare para que vengas a recogerlos – declaró divertido el oficial.

- Aunque igual si tú deseas matarlos, mi jefe te dará un bono extra por tu excelente trabajo.

- Eso dependerá si cuando pase no está mi superior, pero creo que si aparece ten por seguro que los matare y te enviare la foto.

- Excelente, porque ese niño no debió haber nacido.

- Comprendo y cuente conmigo – dijo el oficial recibiendo un fajo de billetes en el momento que estrecho la mano con esa persona.

- Bien, espero no nos falles – declaró esa persona saliendo del lugar.

Charlotte estaba temblando en esos momentos, porque habían descrito las ropas que tenía el pequeño que ella estaba cargando en esos momentos.

Con cuidado busco alejarse del lugar y corrió al supermercado para comprar un nuevo conjunto de ropas para el bebe y sin dudarlo fue al baño del lugar para cambiarle sus ropas al pequeño, dejando “olvidadas” las que el llevaba y así alejarse de ese lugar, ya que lo primero que pensó fue cambiarlo para que no lo reconocieran mientras buscaba un lugar para pasar la noche y estar seguros, que estar andando por las calles.

Por suerte encontró un lugar donde pasar la noche y cuando se encerró en la habitación de ese hotel dejo escapar un suspiro mientras acostaba al pequeño en la cama.

- Bueno bebe ahora seremos tú y yo.

- Ah… - el menor empezo a bostezar y cerrar sus ojitos.

- Sabes tal vez me quede sin familia, pero a partir de ahora tú serás mi familia – dijo sonriendo al ver que este ya estaba dormido – tranquilo Arturo, ya no estás solo porque seré tu mami y juntos buscaremos ser felices.

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