Edson. -¿Qué haces tú de nuevo aquí? - Preguntó con fastidio Bites al verme atravesar su puerta. -Hola a ti también. - Respondí divertido. - Lizzie me ha prestado su moto y he venido por las llaves. Él resopló. -No creas que no he notado que después de irte de aquí con ella, me ha llamado para decirme que estaba herida. - Estrechó sus ojos y sacó de debajo del mostrador una escopeta con la que me apuntó. Yo arqueé una ceja. - ¿Fuiste tú el jodido tipo que la lastimó? -No. - Dije con brutal sinceridad. - Yo me sacaría el corazón antes de hacerle daño. Pasaron largos segundos antes de que bajara la escopeta y la volviera a guardar. -Te creo, maldito infeliz. Aun así, la poli me ha confiado su moto y no se la daré a nadie como tú. -¿Yo? -Si. Un chulo arrogante. - Dijo escupiendo a un lado del mostrador. - Lárgate de mi negocio. -Me iré cuando tenga las llaves. - Dije con fastidio. - No tengo tiempo para perder contigo. -Tú... Ya que era cierto lo del tiempo, utilicé mi veloci
Edson.-Necesitaré más detalles que solo eso. - Dijo el Alfa Alan arqueando la ceja.Alfa Alan llevaba ese bebé en brazos como si fuera lo más natural del mundo.Sentí solo un poco de curiosidad cuando el olor de Rowan me llegó a la nariz, pero la fuente era aquél paquetito envuelto en una sábana rosa. Sin embargo, tenía cosas más importantes en las que pensar... como en el hecho de que mi piel comenzaba a sentirse extraña debido a que mis intintos de pareja me estaban empujando a volver con Lizzie y revisar que estuviera bien.¿Y si quería ir al baño?, ¿Y si tenía hambre y ya se había terminado la comida que le di?, ¿Y si, simplemente, ella me quería a su lado?Había murmurado por la noche que no me fuera, así que eso me tenía inquieto.-Es una larga historia que se remonta a una semana atrás. - Dije restregando mis manos por mi cara para quitarme esos pensamientos de mi cabeza. - Desgraciadamente no tengo mucho tiempo para hablar. Debo regresar de inmediato a mi manada antes de que
Edson.-Tétrico, lobo. - Murmuró la rubia delante de mí.-Mantiene a los intrusos fuera. - Dije mientras cerraba la puerta principal y nos dejaba en la oscuridad. - Sigan derecho hasta topar con pared. Ahí hay un mecanismo que nos llevará a los pisos inferiores en donde se encuentra el señor Han.-¿Lo reconoció, Alfa Edson? -Si. En Skyblue llevaba el control de los integrantes de la manada. Me sorprendió que estuviera tan lejos de casa hasta que pude hablar brevemente con él y me suplicó que le informara al Alfa Alan su paradero. No quería quedarse sin trabajo solo por "nimiedades". Supongo que perder un brazo no es nada para él.Para este punto ya me había adelantado y estaba accionando el mecanismo, así que lo que sea que hayan preguntado o dicho no lo escuché del todo bien y, la verdad, no importaba. El señor Han podría explicar qué era lo que había sucedido... si es que aún respiraba. De otro modo entonces les diría qué era lo que había pasado con detalle.- Cuidado con la cabeza
Edson.Me acerqué y tomé con cuidado la flor para mirar por debajo de ella. No había rastro de la herida.-¿Cuánto tiempo? - Murmuré.-No estoy segura. Quizá unos 5 minutos en una herida muy grande. Aun seguimos descubriendo nuevas cosas de las flores.-Impresionante. ¿Dices que me dejarás todo eso? - Pregunté mirando que habían un montón de flores en el agua aún. ¿Compartirían conmigo esta maravilla? -Si, por favor, úselas cuando lo necesite y en caso de que se quede sin provisiones, puede visitar nuevamente nuestra manada. - Dijo inclinando su cabeza. - No lo hemos probado en heridas de los humanos, pero si como catalizador en productos de belleza con excelentes resultados.Joder. Yo lo probaría, bañaría a cierta humana en ello de ser necesario. La haré comerlo, beberlo, dormir en ello... y todo lo que se me ocurra.-Gracias, Beta Paula. Nunca olvidaré este favor.Y hablaba jodidamente en serio. Por lo que a mí respectava, la doctora Paula tenía carta libre para pedirme que matara
Lizzie. El día había sido... infernal. Una buena palabra que resumía la frustración que me causaba el estar en cama sin poder hacer otra cosa excepto sufrir. Ni siquiera las tonterías que podía ver en internet para olvidarme del dolor me distraían; aunque fue bueno ver las noticias locales. Nadie hablaba de perros sub desarrollados corriendo libremente por la ciudad y aterrorizando a los ciudadanos. Aunque también eran malas noticias. ¿Cómo los encontraría? ¿Cómo encontraría a mi hermana? Me había sincerado un poco con Edson la noche anterior porque me encontraba sensible y adolorida. Dar una breve explicación era mejor que buscar una mentira convincente. "Ah, mi familia está de paseo en alguna playa del Caribe y yo amo demasiado mi trabajo como para ir con ellos" o "Mi familia vive en otra ciudad y solo nos vemos en las fiestas" suena bien, pero sospecho que las lágrimas hubieran salido igual y habría habido algún malentendido. Así que las horas siguientes a la partida de Edson
-... dormida.-¿Y dónde mierda estabas tú cuando eso pasó? - Gruñó una voz en medio de mi sueño. - Fuiste a pedir permiso para hacer algo ilegal, así que asumí que no debía asignarle a nadie más para patrullar el área. ¡¿Cómo terminó así?!-Usted y yo sabemos que no fui a pedirle permiso. Fui a informarle que estaría allí lo quisiera o no. - Dijo otra voz conocida. - Ahora, ¿Podría dejar de gritar? La pobre no ha dormido mucho porque el jodido doctor consideró que su dolor no era tan malo y le dió solo malditos placebos.-¿Placebos? ¡¿Con una herida así?!-Yo también estaba sorprendido cuando investigué qué le habían recetado por internet. Ese maldito doctor escuchará unas cuantas palabras en cuanto mi pareja deje de sentirse mal y pueda dejarla sola por unas horas, quizá incluso le llamen del hospital para que vaya por mí y me esposen.-Y yo te esposaré con gusto después de tener una charla con ese doctor yo también. - Murmuró. Abrí un poco los ojos y me encontré a Edson de pie sin
-Así que todas las razas tienen árboles así. - Dije casual después de que me ayudara a vestirme... aunque no lo necesitaba realmente.No habíamos hablado mucho sobre el tema durante sus experimentos por la noche. Quizá porque ambos estábamos enfocados en que me dejara de doler y no en cómo o el por qué, pero ahora tenía muchas preguntas.-No sé las otras razas. De hecho, este tipo de árboles milagrosos han aparecido solo muy recientemente en nuestras vidas. - Dijo Edson revisando las bolsas que había traído el tío Jeff. - Bueno, creo que tu jefe algo sabe acerca de tus días de lavandería porque te ha traído ropa. En otras circunstancias me enojaría por ello, ¿Cómo es que conoce tu talla?-De la misma forma que supo qué talla de uniforme darte. - Dije divertida y sin querer analizar el por qué se enojaría. - Le gusta adivinar. No es la primera vez que me cuida.Hubo un repentino silencio, así que lo miré. Él parecía... curioso y algo enojado.-Lo llamas tío Jeff. ¿Es realmente tu sangr
-Las radios comenzaron a sonar y alguien al otro lado pedía que ayudáramos con la mercancía. - Comenzó Cedric mientras descendíamos. - Dillón preguntó cuántos tipos habían llegado al lugar porque nadie nos había avisado sobre esta mercancía y no queríamos "trabajar" en lugar de los holgazanes del camión. -Inteligente. - Dijo Edson con reconocimiento al lobo al lado de Cedric. -Solo eran dos, por lo que salimos y los sometimos con facilidad. La "mercancía" la llevamos al pasillo del primer piso. Solo eran suministros médicos normales, supongo. -Dijo el tipo llamado Dillón. - Le hemos dejado la parte del interrogatorio, Alfa. -Excelente , chicos. Pueden ir arriba de nuevo, me encargaré desde aquí. -Si, Alfa. Nos escoltaron solo al piso debajo del comedor improvisado y luego volvieron a subir. Estaba totalmente oscuro, pero por alguna razón, no sentí el mínimo miedo. Edson se internó en la oscuridad y de pronto las luces se encendieron. Era parecido al piso de arriba si