Hice quince minutos hasta nuestra base y luego le pedí a los chicos que bajaran con el señor Han. Posteriormente di instrucciones para que les dijeran a los humanos del primer piso que debían de asegurarse de que Han viviera o sino los mataríamos de una forma lenta, cruel y dolorosa. Los dejé haciendo eso y después conduje hacia el sitio de construcción. Ya había terminado el turno o algo, porque estaba vacío. Mejor para mí. Volví a burlar su seguridad y dejé el camión donde lo había tomado. Regresé a nuestra base a pie y me dirigí directamente hacia el primer piso. La tarde comenzaba a caer. -Supe que fuiste a tener un poco de acción y no me invitaste. - Dijo Sara recargada en las escaleras. - ¿Todo bien? -Si. ¿Aquí? -Las "humanas" aun no se revelan y quieren tu culo por no llevarlas a sus casas. -Todo es una victoría cuando nadie quiere mi culo. - Murmuré antes de mandarla de regreso al piso de abajo. - Dile a Cedric que suba, por favor. Encontré al resto de los guardias g
Edson. A estas horas de la noche lo unico que pude conseguir como alimento era comida rápida. Algo que le molestó sobremanera a mi instinto de pareja, pero no había mucho que hacer al respecto. La chica que vigilaba la entrada en la recepción del edificio me miró estrechando los ojos hasta que saqué el pequeño bote de chocolate untable de mi bolsillo y se lo di. Ella aceptó el soborno. -Llegas tarde. Nuestra Lizzie llegó hace horas y no parecía estar muy bien. -No me dejaron salir del trabajo y luego tuve una crisis familiar con mi hermanito. Mamá no sabía qué hacer. - Dije negando con la cabeza. La primera vez que había llegado aquí me gané a la chica con mucho encanto, chocolates y hablando sobre los problemas de la crianza. Ella tenía un hijo más pequeño, así que me dió algunos consejos después de que le asegurara que no era mi hijo. -Ah, pobre pequeño. ¿Ya está recibiendo ayuda especializada? Le había contado que lo habíamos rescatado recientemente de su padre abusador quie
Edson.Me arrepentí de haber preguntado al ver sus ojos. Mi lobo se sentía aun más inquieto al observar el dolor que nada tenía que ver con su brazo.-Lizzie...-Perdí a mamá hace unos años, el jodido cáncer. Mi padre y mi hermana son policías de esta ciudad. - Murmuró con la voz quebrada. - Ambos desaparecieron con pocos meses de diferencia justo en donde nos conocimos.Yo me tensé.Eso explicaba por qué ella había llorado sobre el uniforme que encontró en ese lugar hace unos días.-Solo me convertí en policía porque quería investigar qué había pasado con ellos. La explicación oficial de que estaban perdidos en acción nunca fue suficiente. Les hicieron un funeral con todos los jodidos honores, pero algo me decía que había mucho más en esa historia. -Así que el día en que nos conocimos y me dijiste que estabas investigando algunas desapariciones...-Si, estaba buscando a mi familia. - Dijo y yo me agaché a limpiar algunas lágrimas. Mi corazón sufría por ella, yo también sabía lo que
Edson. -¿Qué haces tú de nuevo aquí? - Preguntó con fastidio Bites al verme atravesar su puerta. -Hola a ti también. - Respondí divertido. - Lizzie me ha prestado su moto y he venido por las llaves. Él resopló. -No creas que no he notado que después de irte de aquí con ella, me ha llamado para decirme que estaba herida. - Estrechó sus ojos y sacó de debajo del mostrador una escopeta con la que me apuntó. Yo arqueé una ceja. - ¿Fuiste tú el jodido tipo que la lastimó? -No. - Dije con brutal sinceridad. - Yo me sacaría el corazón antes de hacerle daño. Pasaron largos segundos antes de que bajara la escopeta y la volviera a guardar. -Te creo, maldito infeliz. Aun así, la poli me ha confiado su moto y no se la daré a nadie como tú. -¿Yo? -Si. Un chulo arrogante. - Dijo escupiendo a un lado del mostrador. - Lárgate de mi negocio. -Me iré cuando tenga las llaves. - Dije con fastidio. - No tengo tiempo para perder contigo. -Tú... Ya que era cierto lo del tiempo, utilicé mi veloci
Edson.-Necesitaré más detalles que solo eso. - Dijo el Alfa Alan arqueando la ceja.Alfa Alan llevaba ese bebé en brazos como si fuera lo más natural del mundo.Sentí solo un poco de curiosidad cuando el olor de Rowan me llegó a la nariz, pero la fuente era aquél paquetito envuelto en una sábana rosa. Sin embargo, tenía cosas más importantes en las que pensar... como en el hecho de que mi piel comenzaba a sentirse extraña debido a que mis intintos de pareja me estaban empujando a volver con Lizzie y revisar que estuviera bien.¿Y si quería ir al baño?, ¿Y si tenía hambre y ya se había terminado la comida que le di?, ¿Y si, simplemente, ella me quería a su lado?Había murmurado por la noche que no me fuera, así que eso me tenía inquieto.-Es una larga historia que se remonta a una semana atrás. - Dije restregando mis manos por mi cara para quitarme esos pensamientos de mi cabeza. - Desgraciadamente no tengo mucho tiempo para hablar. Debo regresar de inmediato a mi manada antes de que
Edson.-Tétrico, lobo. - Murmuró la rubia delante de mí.-Mantiene a los intrusos fuera. - Dije mientras cerraba la puerta principal y nos dejaba en la oscuridad. - Sigan derecho hasta topar con pared. Ahí hay un mecanismo que nos llevará a los pisos inferiores en donde se encuentra el señor Han.-¿Lo reconoció, Alfa Edson? -Si. En Skyblue llevaba el control de los integrantes de la manada. Me sorprendió que estuviera tan lejos de casa hasta que pude hablar brevemente con él y me suplicó que le informara al Alfa Alan su paradero. No quería quedarse sin trabajo solo por "nimiedades". Supongo que perder un brazo no es nada para él.Para este punto ya me había adelantado y estaba accionando el mecanismo, así que lo que sea que hayan preguntado o dicho no lo escuché del todo bien y, la verdad, no importaba. El señor Han podría explicar qué era lo que había sucedido... si es que aún respiraba. De otro modo entonces les diría qué era lo que había pasado con detalle.- Cuidado con la cabeza
Edson.Me acerqué y tomé con cuidado la flor para mirar por debajo de ella. No había rastro de la herida.-¿Cuánto tiempo? - Murmuré.-No estoy segura. Quizá unos 5 minutos en una herida muy grande. Aun seguimos descubriendo nuevas cosas de las flores.-Impresionante. ¿Dices que me dejarás todo eso? - Pregunté mirando que habían un montón de flores en el agua aún. ¿Compartirían conmigo esta maravilla? -Si, por favor, úselas cuando lo necesite y en caso de que se quede sin provisiones, puede visitar nuevamente nuestra manada. - Dijo inclinando su cabeza. - No lo hemos probado en heridas de los humanos, pero si como catalizador en productos de belleza con excelentes resultados.Joder. Yo lo probaría, bañaría a cierta humana en ello de ser necesario. La haré comerlo, beberlo, dormir en ello... y todo lo que se me ocurra.-Gracias, Beta Paula. Nunca olvidaré este favor.Y hablaba jodidamente en serio. Por lo que a mí respectava, la doctora Paula tenía carta libre para pedirme que matara
Lizzie. El día había sido... infernal. Una buena palabra que resumía la frustración que me causaba el estar en cama sin poder hacer otra cosa excepto sufrir. Ni siquiera las tonterías que podía ver en internet para olvidarme del dolor me distraían; aunque fue bueno ver las noticias locales. Nadie hablaba de perros sub desarrollados corriendo libremente por la ciudad y aterrorizando a los ciudadanos. Aunque también eran malas noticias. ¿Cómo los encontraría? ¿Cómo encontraría a mi hermana? Me había sincerado un poco con Edson la noche anterior porque me encontraba sensible y adolorida. Dar una breve explicación era mejor que buscar una mentira convincente. "Ah, mi familia está de paseo en alguna playa del Caribe y yo amo demasiado mi trabajo como para ir con ellos" o "Mi familia vive en otra ciudad y solo nos vemos en las fiestas" suena bien, pero sospecho que las lágrimas hubieran salido igual y habría habido algún malentendido. Así que las horas siguientes a la partida de Edson