Llegamos a su apartamento, y ella abrió la puerta. Yo entré inmediatamente, ella me quedó mirando y después sonrió. — Soy mujer de palabra, no te iba a dejar en la calle — me dijo. Yo me encogí de hombros; todo podía pasar con ella, así que era mejor estar prevenido. — Quédate aquí, me pondré cómoda — me dijo. Yo asentí con la cabeza. Ella desapareció en su habitación, y yo me quedé mirando y husmeando el lugar. En un estante había una foto, me acerqué y la observé. Era una Kat mucho más joven, parecía estar en el campus de alguna universidad y se veía hermosa. Con ella estaba otra chica, una castaña con enormes lentes, se veía como la típica a nerd.— ¿Qué haces? — preguntó ella espantándome. Yo me di la vuelta y la quedé viendo; ella estaba vestida con una pijama que le quedaba enorme. — Son como las tres de la tarde — le recordé. Ella se encogió de hombros y fue a la cocina. — Me gusta estar cómoda mientras me embriago y veo películas románticas — me dijo. Ella sacó una bo
Me desperté de golpe mientras sentía cómo mi respiración se estaba cortando. Kat estaba prácticamente tirada sobre mi pecho, y la pierna de Grace estaba en mi abdomen, presionando mientras ella abrazaba con fuerza mi pierna. Yo aparté un poco a Kat y traté de bajar la pierna de Grace. Kat levanto un poco la cabeza y abrió los ojos, me quedó mirando; yo sonreí un poco. Ella tenía el cabello alborotado, y su cara de recién levantada era tan preciosa. — ¿Dormiste bien? — le pregunté. Ella entrecerró los ojos y se volvió a acostar en mi pecho. Yo miré al techo y puse mala cara; estaba viviendo el sueño de todos los hombres, pero de una mala manera. — Los latidos de tu corazón son relajantes — me dijo Kat con la voz adormilada. Yo sonreí satisfecho por lo que me había dicho; iba por muy buen camino. — Kat, me duele la cabeza — se quejó Grace. Kat se apartó de mi pecho y se sentó en la cama; me miró y después a su amiga, que aún estaba prendida a mi pierna. — Te bebiste dos botellas d
Mientras trabajaba, no dejaba de pensar en lo que me había dicho Grace. Tal vez podría probar un poco, total a nadie le estaré haciendo daño. Me mordí el labio inferior y saqué mi celular del bolso. Busqué su número y me quedé allí mirándolo por un momento, indecisa sobre si marcarle o no.— Qué difícil es esto — me dije a mí misma.Respiré profundamente, cerré los ojos por un momento, los abrí y volví a mirar su número. Le di al botón de llamar y esperé hasta que él contestó. Me quedé en silencio por un momento; ya me estaba arrepintiendo y ni siquiera le había propuesto nada.— ¿Kat? — me llamó.— ¿Hola, cómo estás? — le respondí.Me quedé en silencio otra vez. No tenía la valentía para hablar sobre el tema; me estaba haciendo un lío por prestarle atención a Grace.— ¿Estás bien? — me preguntó.— ¿Quieres almorzar conmigo? — le pregunté.Ahora él fue quien se quedó en silencio.— ¿De verdad? — me preguntó.Estuve a nada de colgar, pero respiré hondo y me tranquilicé. Tenía treinta y
En horas de la tarde, fui a visitar a Grace a su trabajo. Necesitaba quejarme con alguien de lo que había pasado el día de hoy con Hayden. Sabía que ella saldria con algún comentario fuera de lugar y me hará reír.— ¿sidra o cianuro? — me preguntó Grace.Sonreí y me senté frente a ella.— Le propuse follar y me dijo que no —le dije.Grace abrió la boca de par en par y después frunció el entrecejo.— Pensé que le gustabas —me dijo.Asentí con la cabeza.— Él quiere que tengamos una especie de no relación. Es que no lo entiendo —le dije.Grace se veía aún más confundida que yo.— ¿O sea cómo? —me preguntó.— Quiere que salgamos, y si en algún punto de nuestra no relación queremos follar, lo haremos, pero él no quiere tener solo sexo. Quiere que haya como sentimientos o algo así —le dije.Grace se cruzó de brazos.— Qué raro es ese chico —me dijo.Asentí con la cabeza de inmediato.— ¡Exacto! Es demasiado raro —dije.Grace se encogió de hombros.— Pudo darte la follada de tu vida, y con
Grace y yo fuimos a abrir la puerta, y al hacerlo, quedé como tonta mirándolo. Hayden vestía un traje de color negro que lo hacía ver aún más guapo; le quedaba tan bien que parecía hecho a medida. ¿Había algo que a este chico no le quedara bien?— ¡Qué guapa te ves! — me dijo con una sonrisa.¿Guapa yo? ¿Acaso no se había visto él en un espejo? Él entró a mi apartamento, Grace lo saludó y después se fue.— Me gusta el vestido, te queda perfecto — me dijo mientras me comía con la mirada, él me hacía sentir tan sexy.— Es de Grace — admití.Hayden se acercó más a mí, acarició mi mejilla y bajó hasta llegar a mis labios. Hayden pasó su dedo por mi labio inferior y después se miró el dedo.— No se quita — dijo.Yo arrugué el entrecejo sin comprender lo que me había dicho, pero él tampoco me dio tiempo de pensar, ya que agarró la parte de atrás de mi cabeza y me estampó un beso en los labios. Yo abracé su cuello e intensifiqué más el beso. Las manos de Hayden se apoderaron de mi trasero; é
Hayden había llegado unas horas más tarde a mi casa. Tocó mi puerta por más o menos una hora, mientras me marcaba al móvil. Yo me senté en la cama, puse una película de romance a todo volumen mientras me emborrachaba. Sé que no es sano, pero a mí me hace sentir bien.A la mañana siguiente, salí temprano para mi trabajo, que había dejado a un lado por pretender ser una adolescente.— ¿Kat puedes revisar estos documentos? — me preguntó Lily.Yo asentí con la cabeza y ella los puso en mi escritorio. Después, se fue. Yo saqué los documentos del sobre donde estaban y empecé a leer.La puerta de mi oficina se volvió a abrir. Yo levanté la vista de los documentos y vi a Grace con una botella de vino y dos copas de cristal.— ¡Felicidades! Me siento tan orgullosa de ti — me dijo.Ella se sentó frente a mí y me sirvió una copa.— Cuéntame todo, quiero hasta el más mínimo detalle — me preguntó emocionada.Yo tomé la copa de vino y la bebí de un solo trago.— Un tipo pensó que era su madre y me
Me senté al lado de Grace, levanté la botella del escritorio y me bebí un buen trago, necesitaba aclarar mi mente.— Ese chico no te va a dejar ir tan fácilmente, es muy tierno de su parte querer luchar por tu amor — dijo ella soñadora.Yo le di un trago más.— Hayden es muy lindo, creo que de todos los tipos con los que te has metido, él es el más parecido a lo que tú buscas; es tan romántico y persistente — me dijo.Yo la quedé mirando, Grace tenía razón; siempre he deseado a alguien como Hayden, pero nunca lo pedí de veintidós.— No quiero verle más — le dije.Grace me miró.— Si vas a ponerte de esa manera cada vez que alguien diga algo sobre su diferencia de edad, estás jodida. Hayden es un adulto igual que tú — me dijo.Yo me recosté en la silla y miré al techo.— Pero tiene veintidós — me quejé.— Sí, y posiblemente una de veintidós centímetros. Ahora deja de dar pena ajena y agarra el toro por los cuernos. Monta a ese animal; no te vas a arrepentir — me dijo.Yo volví a verla;
Hayden corrió hacia mí y me alcanzó en el coche; él me miró, pero no dijo nada, y eso se lo agradecí con el alma. No quería hablar sobre el tema; no quería pensar en eso. Ambos entramos al coche, y Hayden arrancó de inmediato. Yo me recosté en el asiento y cerré los ojos por un momento, necesitaba procesar esto que había pasado.— ¿Estás bien? — me preguntó Hayden.Abrí los ojos y miré por la ventanilla del coche mientras él seguía conduciendo; no quería verle, me sentía demasiado vulnerable y sabía que lloraría si lo miraba.— Lamento lo que ha pasado, pero creo que no debiste actuar de esa manera. No sé qué tipo de problema tienes con tu madre, pero ella te necesita, y si te lo contó a ti es porque piensa que eres fuerte y puedes soportarlo — me dijo.Lentamente lo volví a ver; sentía cómo las lágrimas picaban en mis ojos.— ¿Crees que soy una mala hija? — le pregunté.Hayden detuvo el coche y me miró mientras me daba una cálida sonrisa.— Creo que eres una hija ejemplar — me dijo.