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Mientras trabajaba, no dejaba de pensar en lo que me había dicho Grace. Tal vez podría probar un poco, total a nadie le estaré haciendo daño. Me mordí el labio inferior y saqué mi celular del bolso. Busqué su número y me quedé allí mirándolo por un momento, indecisa sobre si marcarle o no.— Qué difícil es esto — me dije a mí misma.Respiré profundamente, cerré los ojos por un momento, los abrí y volví a mirar su número. Le di al botón de llamar y esperé hasta que él contestó. Me quedé en silencio por un momento; ya me estaba arrepintiendo y ni siquiera le había propuesto nada.— ¿Kat? — me llamó.— ¿Hola, cómo estás? — le respondí.Me quedé en silencio otra vez. No tenía la valentía para hablar sobre el tema; me estaba haciendo un lío por prestarle atención a Grace.— ¿Estás bien? — me preguntó.— ¿Quieres almorzar conmigo? — le pregunté.Ahora él fue quien se quedó en silencio.— ¿De verdad? — me preguntó.Estuve a nada de colgar, pero respiré hondo y me tranquilicé. Tenía treinta y
En horas de la tarde, fui a visitar a Grace a su trabajo. Necesitaba quejarme con alguien de lo que había pasado el día de hoy con Hayden. Sabía que ella saldria con algún comentario fuera de lugar y me hará reír.— ¿sidra o cianuro? — me preguntó Grace.Sonreí y me senté frente a ella.— Le propuse follar y me dijo que no —le dije.Grace abrió la boca de par en par y después frunció el entrecejo.— Pensé que le gustabas —me dijo.Asentí con la cabeza.— Él quiere que tengamos una especie de no relación. Es que no lo entiendo —le dije.Grace se veía aún más confundida que yo.— ¿O sea cómo? —me preguntó.— Quiere que salgamos, y si en algún punto de nuestra no relación queremos follar, lo haremos, pero él no quiere tener solo sexo. Quiere que haya como sentimientos o algo así —le dije.Grace se cruzó de brazos.— Qué raro es ese chico —me dijo.Asentí con la cabeza de inmediato.— ¡Exacto! Es demasiado raro —dije.Grace se encogió de hombros.— Pudo darte la follada de tu vida, y con
Grace y yo fuimos a abrir la puerta, y al hacerlo, quedé como tonta mirándolo. Hayden vestía un traje de color negro que lo hacía ver aún más guapo; le quedaba tan bien que parecía hecho a medida. ¿Había algo que a este chico no le quedara bien?— ¡Qué guapa te ves! — me dijo con una sonrisa.¿Guapa yo? ¿Acaso no se había visto él en un espejo? Él entró a mi apartamento, Grace lo saludó y después se fue.— Me gusta el vestido, te queda perfecto — me dijo mientras me comía con la mirada, él me hacía sentir tan sexy.— Es de Grace — admití.Hayden se acercó más a mí, acarició mi mejilla y bajó hasta llegar a mis labios. Hayden pasó su dedo por mi labio inferior y después se miró el dedo.— No se quita — dijo.Yo arrugué el entrecejo sin comprender lo que me había dicho, pero él tampoco me dio tiempo de pensar, ya que agarró la parte de atrás de mi cabeza y me estampó un beso en los labios. Yo abracé su cuello e intensifiqué más el beso. Las manos de Hayden se apoderaron de mi trasero; é
Hayden había llegado unas horas más tarde a mi casa. Tocó mi puerta por más o menos una hora, mientras me marcaba al móvil. Yo me senté en la cama, puse una película de romance a todo volumen mientras me emborrachaba. Sé que no es sano, pero a mí me hace sentir bien.A la mañana siguiente, salí temprano para mi trabajo, que había dejado a un lado por pretender ser una adolescente.— ¿Kat puedes revisar estos documentos? — me preguntó Lily.Yo asentí con la cabeza y ella los puso en mi escritorio. Después, se fue. Yo saqué los documentos del sobre donde estaban y empecé a leer.La puerta de mi oficina se volvió a abrir. Yo levanté la vista de los documentos y vi a Grace con una botella de vino y dos copas de cristal.— ¡Felicidades! Me siento tan orgullosa de ti — me dijo.Ella se sentó frente a mí y me sirvió una copa.— Cuéntame todo, quiero hasta el más mínimo detalle — me preguntó emocionada.Yo tomé la copa de vino y la bebí de un solo trago.— Un tipo pensó que era su madre y me
Me senté al lado de Grace, levanté la botella del escritorio y me bebí un buen trago, necesitaba aclarar mi mente.— Ese chico no te va a dejar ir tan fácilmente, es muy tierno de su parte querer luchar por tu amor — dijo ella soñadora.Yo le di un trago más.— Hayden es muy lindo, creo que de todos los tipos con los que te has metido, él es el más parecido a lo que tú buscas; es tan romántico y persistente — me dijo.Yo la quedé mirando, Grace tenía razón; siempre he deseado a alguien como Hayden, pero nunca lo pedí de veintidós.— No quiero verle más — le dije.Grace me miró.— Si vas a ponerte de esa manera cada vez que alguien diga algo sobre su diferencia de edad, estás jodida. Hayden es un adulto igual que tú — me dijo.Yo me recosté en la silla y miré al techo.— Pero tiene veintidós — me quejé.— Sí, y posiblemente una de veintidós centímetros. Ahora deja de dar pena ajena y agarra el toro por los cuernos. Monta a ese animal; no te vas a arrepentir — me dijo.Yo volví a verla;
Hayden corrió hacia mí y me alcanzó en el coche; él me miró, pero no dijo nada, y eso se lo agradecí con el alma. No quería hablar sobre el tema; no quería pensar en eso. Ambos entramos al coche, y Hayden arrancó de inmediato. Yo me recosté en el asiento y cerré los ojos por un momento, necesitaba procesar esto que había pasado.— ¿Estás bien? — me preguntó Hayden.Abrí los ojos y miré por la ventanilla del coche mientras él seguía conduciendo; no quería verle, me sentía demasiado vulnerable y sabía que lloraría si lo miraba.— Lamento lo que ha pasado, pero creo que no debiste actuar de esa manera. No sé qué tipo de problema tienes con tu madre, pero ella te necesita, y si te lo contó a ti es porque piensa que eres fuerte y puedes soportarlo — me dijo.Lentamente lo volví a ver; sentía cómo las lágrimas picaban en mis ojos.— ¿Crees que soy una mala hija? — le pregunté.Hayden detuvo el coche y me miró mientras me daba una cálida sonrisa.— Creo que eres una hija ejemplar — me dijo.
Hayden jadeó en mi boca mientras embestía lentamente. Estaba abrazada a su cuello, devorando su boca como una hambrienta. Lo habíamos hecho muchas veces en diferentes lugares de mi apartamento. Hayden salió de mí y me dio la vuelta. Levanté un poco el trasero para darle mejor acceso a mi intimidad. Él agarró mis caderas y embistió con agresividad. Los gruñidos y jadeos que salían de su boca me encantaban. Había estado con muchos hombres, pero jamás los escuché jadear como a él; era tan delicioso saber que le gustaba estar conmigo.— ¿Te gusta? — me preguntó con la voz agitada.Miré sobre mi hombro; su piel pálida estaba toda sonrojada, pequeñas gotas de sudor adornaban su piel, y sus ojos azules que ahora eran negros parecían poseídos. Él era la definición de sexualidad.— Me encanta — le contesté.Hayden sonrió y batió sus largas pestañas rubias. Yo escondí la cara entre las sábanas, aunque estaba haciendo esto con él, todavía mi cabeza le daba muchas vueltas a su edad.— Eres tan pe
Trabajar para el equipo de Hayden era muy demandante. Estaba hecha un lío con algunos documentos que tenía que redactar, y también estaba liada con mi otro trabajo.— Te ves terrible — me dijo Lily entrando a la oficina. Ella me dejó café en el escritorio y se sentó frente a mí. — ¿Ya te han avisado que hoy se unirá alguien nuevo? — me preguntó.Yo asentí con la cabeza. Hace una semana me habían enviado un correo con toda la información.— Está muy bueno — me dijo ella.Yo aparté la vista de los documentos que estaba revisando y la miré.— ¿Ya está aquí? — pregunté.Ella asintió con la cabeza, tenía una sonrisa tonta en los labios.— Se llama Matteo — me dijo.Yo ya sabía su nombre, pero la realidad era que no recordaba su rostro aunque vi su foto, pero no le presté mucha atención.— Y te están esperando en la sala de juntas para hacer una presentación formal al equipo — me dijo.Yo puse los ojos en blanco, si hubiera empezado por eso ya estaría allí. Me levanté y caminé fuera de la o