El clima en la ciudad arreciaba con una fuerte lluvia, Anna salió de la empresa y corrió hasta la parada de autobús cubriéndose con su bolsa la cabeza, mientras esperaba el transporte se quedó observando el cielo gris, las gotas caían sin cesar, desde lejos vio salir el Aston Martin color negro de su jefe que salió a máxima velocidad pasando frente a ella empapándola por completo.
— ¡Maldito idiota! –Gritó con fuerza, pero era imposible que su jefe la escuchará debido a la velocidad que llevaba.
Anna no podía entender como en el pasado su corazón fuera conquistado por alguien como Derek que solo la trataba mal, había días en que pensaba que lanzarlo por la ventana era una opción y acabaría con sus problemas.
(…)
Llegó a su casa siendo recibida por su abuelo en silla de ruedas, a pesar de lo enfermo y la pesadez de su cuerpo siempre le brindaba una gran sonrisa a su nieta.
— ¡Oh mi niña! Estás empapada –Tomó una toalla del vestíbulo y se la acercó a Anna.
— ¡Hola bubu! –Se acercó la joven castañeando sus dientes por el frío.
— Te vas a enfermar ¿Por qué no tomaste un taxi? –Ella negó acercándose a él dejando un beso en su mejilla.
— Estoy bien –Frente a ellos apareció la pesadilla de ambos.
— ¡Vaya hasta que por fin la señorita se dignó en aparecer! Mi hijo y yo nos estamos muriendo de hambre –El abuelo de Anna frunció su ceño.
— Mi nieta no es tu sirvienta Ruby –Cuando la despreciable mujer iba a responder Anna interfirió.
— Tranquilo abuelo, haré la cena para todos, no te preocupes no me molesta
— Lo ves, a tu nieta no le molesta además es lo mínimo que debe hacer por tenerlos aquí en mi casa –Se dio vuelta alejándose, Anna le sonrió a Braulio.
— Hija, no tienes por qué soportar esto, llegas cansada de la empresa y… deberías de buscarme un sitio, he leído que el estado se encarga de personas como yo, Anna no quiero que reprimas tu vida por mi culpa
— Mi viejito lindo no digas eso, sabes que yo te adoro con toda mi alma y mi corazón y nunca podría vivir tranquila mientras tu pasas penurias, aquí estas cómodo y cerquita de mi para llenarte de besos cuantas veces yo quiera –Él sonrió- yo soy una mujer fuerte, puedo aguantar todo esto y más –Le dejó otro beso y se alejó, odiaba preocupar a su abuelo, rápidamente subió a su habitación cuando entró se sorprendió al ver a su primo Baltazar, el nombre le quedaba perfecto porque era un demonio y pervertido- ¿Qué haces en mi habitación?
— Técnicamente es mi habitación porque estas en mi casa –Sonrió el chico con cinismo.
— ¡Vete! –Exigió Anna, que por error le dio la espalda y no vio cuando Baltazar la tomó de la cintura pegándola a la pared- ¿Qué haces? ¡Suéltame!
— Tú no me das ordenes, primita, el cerrar todas las noches la puerta con seguro no te salvara de hacerte mía y desvirgarte –Expresó pasando las manos por los pechos de Anna, de inmediato el terror en la chica se hizo presente y las lágrimas se asomaron comenzando a deslizarse por su rostro, desde su adolescencia ha sufrido los asedios de Baltazar que habían cesado cuando se fue a Italia a estudiar, pero hace una semana había regresado y la pesadilla de Anna se ha vuelto realidad.
— ¡Por favor Baltazar! Te lo suplico no lo hagas –Baltazar vio el rostro de Anna cubierto de lágrimas, mientras frotaba su miembro en parte baja de su espalda.
— Así me vas a suplicar pero para que te folle día y noche primita –Tomó con fuerzas su mentón estampando sus labios en los de ella, cerca se escuchó la voz de Ruby llamándolo, Baltazar soltó rápidamente a la chica sonriendo con malicia y salió disparado por la puerta, Anna cayó sobre sus rodillas, con las lágrimas desbordándose y temblando de miedo.
(…)
En la mesa, todos comían en silencio, Anna tuvo que disimular mientras su primo fijaba sus ojos en ella sonriendo cada tanto con cinismo.
— Si me disculpan, me retiraré debo madrugar para ir al trabajo –Se levantó bajo la mirada de su tía, Anna se acercó dando las buenas noches a su abuelo.
— Hija, pero no has comido nada ¿Te sientes bien? –Ella asintió conteniendo las lágrimas.
— Si bubu no te preocupes, solo estoy agotada, descansa te veo mañana –Anna se apresuró a salir del comedor, iba subiendo las escaleras cuando escuchó a Baltazar despedirse de su madre, el estómago de Anna se contrajo por lo que apresuró el paso subiendo los escalones de dos en dos, llegando a su habitación y cerrando la puerta con seguro, rápidamente cogió la silla de su pequeño escritorio colocándola por debajo de la cerradura, vio el cerrojo moverse con insistencia hasta que no se movió más, Anna suspiró, sentándose en su cama, abrazándose así misma.
A la mañana siguiente.-
— ¿Anna estás bien? –Preguntó con preocupación su amiga Emily- es la tercera taza de café que te veo tomar en una hora –Los ojos de Anna se cristalizaron- ¿Qué sucede? –Al no obtener respuesta Emily la tomó de la mano y la guió al baño.
— ¡Estoy desesperada Emily! Baltazar regresó y… -Sus manos estaban temblando volvió a sentir la misma angustia al recordar la imagen de su primo frotando su entrepierna sobre su culo.
— ¿Qué te hizo ese miserable? –Preguntó con preocupación su amiga, temiendo lo peor.
— Hasta ahora nada, pero no se va a quedar tranquilo hasta… -Gimoteó limpiando sus lágrimas.
— ¡Infeliz! Tienes que salir de esa casa hoy mismo
— No puedo y lo sabes, anoche no pegue un solo ojo, muerta de miedo, pude encerrarme, pero…
— No puedes vivir así Anna –En ese momento el alarido de Derek las hizo pegar un brinco a ambas.
— ¡ANNA! ¿Dónde demonios está esta tonta? –Anna salió corriendo del baño, limpiándose el rostro.
— Aquí estoy jefe –Derek la miro fijamente con la mandíbula tensa poniéndola nerviosa como siempre acostumbraba.
— No se te paga para que andes chismoseando con tu amiga y tú vete a tu oficina Daniel te anda buscando –Emily miró a Anna y ella asintió- Ven a mi oficina –Le ordenó, Anna lo siguió en silencio- ¿Estabas llorando? –Ella negó.
— No, estoy un poco resfriada porque un idiota ayer pasó a toda velocidad con su auto y me baño de la cabeza a los pies –Derek la miró con atención, ignorando que el idiota era él mismo.
— No quiero verte, conversando por los pasillos con Emily, se te paga por trabajar no por chismear –Anna asintió y en el fondo se alegraba de que Derek se hubiera fijado en cómo se sintiera.
Anna pasó la mañana, en sus labores un poco más tranquila, después de lo que vivió en su casa, cuando llegó la hora del almuerzo su amiga le hizo una seña sin acercarse a ella. Entró a la oficina de su jefe y le avisó que iría a almorzar, una vez más Derek asintió ignorándola por completo.— ¿Te sientes mejor? –Anna asintió- mira no había querido hablarte de esto, pero siento que lo necesitas –Anna miró a su amiga confundida- hace unas semanas encontré una aplicación se llama chat girl, me suscribí por curiosidad y pues se trata más que nada de conversar con hombres que solo buscan conversar y te pagan por ello y muy bien, en dos semanas yo ya he hecho mil quinientos dólares –Los ojos de Anna se abrieron por la sorpresa- si quieres te ayudo a instalarla en tu celular y te pago la suscripción— No, sabes que yo con los hombres… además ¿Solo conversar? –Enarcó la ceja con duda.— Bueno, la verdad te pagan más si tienes conversaciones eróticas –Anna negó.— Tú sabes que yo no sé nada de
Derek.- En la soledad de su estudio iluminado solo por una pequeña lámpara estaba sentado frente a su computador supervisando el código de su nueva aplicación, además de haber estudiado administración y finanzas, Derek se había especializado en informática específicamente en el desarrollo de Software, seguridad informática e infraestructura tecnológica, era el dueño de dos aplicaciones de citas, no era de su total agrado, pero sabía que era una unidad de negocio que le estaba haciendo ganar mucho dinero.Hace poco había realizado el lanzamiento de una nueva aplicación chat girl la aplicación era como un servicio de scores, pero a nivel digital todo quedaba en la red, tuvo la idea después de las numerables demandas de mujeres que con la única intención de amarrarlo lo habían injuriado diciendo que él las obligaba, por lo que eligió crear está aplicación no solo para generar más ingresos, sino para alejarse de los problemas que le ocasionaban las mujeres de la vida real.Sonreía al ver
Las horas pasaban y Derek no dejaba de pensar en la posibilidad de que su secretaria tuviera un perfil en su aplicación, estuvo horas pegado al ordenador buscando el código que le daba acceso a los números telefónicos de las ChatGirls, ninguno le parecía conocido hasta que sus ojos casi se salen de sus orbitas y su mandíbula casi desencaja de su rostro, observó que el número de su secretaria que guardaba en su celular coincidía con el número que observaba en la pantalla, lo único que hizo fue soltar una gran carcajada.— Esto no puede ser –Dijo aun sonriendo, comenzó a inspeccionar el perfil y nuevamente la sorpresa se hizo presente, su desesperante secretaria era nada más ni nada menos que la virginal Artemis74. –¡Vaya, vaya! Que sorpresa –Luego arrugó su nariz. –Y yo pensando que podría ser una diosa con un cuerpo exquisito.Derek se sintió decepcionado, cuando de pronto una idea cruzó por su mente, era malicioso, tomó su celular y escribió.“Hola Artemis, para esta noche necesito q
Derek.-En el sofá con las luces de los rascacielos de Seattle, Derek ingresó nuevamente a su chat con Artemis, el juego lo excitaba demasiado se puso cómodo y envió el mensaje sonriendo.— No espero mucho de ella, así que vamos ver que esconde Anna bajo todo ese poliéster que holgado que se coloca –Volvió a sonreír y de inmediato le dio la orden de colocarse la camisa, espero con ansías aguantando la risa, la imagen se estaba cargando y cuando se hizo visible su quijada casi se parte en dos, agrandó la imagen no podía creer lo que sus ojos observaban.Aun sin responder Derek no esperaba que su secretaria se viera tan bien, su cabello castaño caía en ondas y lo poco se le veía de su piel era apetecible a sus ojos, de inmediato la idea de ver más surgió por lo que le dio la siguiente orden.Los segundos fueron eternos para él y sus ansias aumentaban, se sobresaltó cuando escucho el timbre de la notificación, inhaló profundamente al ver cargada la imagen y de inmediato su cuerpo reaccio
Anna.-— De verdad no sé cómo puedo seguir soportándolo ¿Cómo es que supo?— ¿Derek te tiene tan loca que ahora hablas sola? –Emily llegó por detrás sonriendo.— No sé cómo, pero cada día es más insoportable, me arrepiento de haberle permitido que me ayudara, ahora se cree con derecho de meterse con mi vida íntima –Emily la miró confundida.— ¿Intima? Pero si tú –Anna se sonrojó bajando la mirada- ¡Por dios ya tuviste sexo!— ¡Nooo! Y baja la voz, anoche tuve una experiencia con uno de mis clientes, pero no es como que me acosté con alguien ni nada y la bestia esa se dio cuenta no sé cómo –La mejor amiga de Anna soltó una gran carcajada.— Bueno según los rumores Derek es una bestia sí, pero una bestia sexual ¿Crees que las mujeres intentan atraparlo nada más por el dinero o su bonito rostro? No mi niña, muchas dicen que es el hombre perfecto tienes los tres principios básicos, dinero, atractivo y… es un dios en la cama –Anna frunció el ceño, el escuchar a Emily decir los atributos de
Anna.-— Ten ponte esto sobre el golpe –Anna tomó la bolsa con hielo que la enfermera le ofreció- sí que te diste un duro golpe— A veces suelo ser un poco torpe –Mintió colocándose el hielo sobre el labio.— Puedes quedarte un momento aquí, regresaré en unos minutos con tu analgésico –Anna asintió mientras la enfermera la dejó sola, las lágrimas de Anna se desbordaron recordando la escena, las manos de Baltazar manoseando su cuerpo a punto de… y luego ver a Derek golpeándolo nunca lo había visto así, fue como si un demonio se hubiera apoderado de él, el color de sus ojos cambió por completo, le dio terror verlo así, Anna nunca pensó ver a Derek tan violento.— ¿Estás bien? –La voz de la enfermera la hizo salir de su trance, asintiendo.— Debo volver a mi puesto de trabajoSalió de la enfermería con la aprobación de la enfermera, subió al ascensor aun llevaba la bolsa de hielo sobre su boca, agradeció que en el piso de presidencia solo estuvieran las oficinas de Derek y Daniel, lo que
Derek.-Luego del desagradable momento ocurrido con Anna y su primo, Derek manejo sin rumbo por la ciudad, con la mente perdida hasta que fue hasta su pent house, al llegar el portero lo saludo, Derek solo paso directo al ascensor privado en silencio.Al llegar fue directo hasta el botiquín de primeros auxilios, se quitó la sangre de los nudillos, era la de Baltazar mezclada con la suya limpió la herida y la vendó, se sirvió un trago de whisky y se lo empinó de un sorbo, tomó su celular y llamó a su mejor amigo Daniel.(…)— Vine tan rápido como pude ¿Estás bien? –Derek asintió.— Casi lo mato –Daniel lo miró en silencio.— Verlo sobre Anna, obligándola me llevó a ese momento, solo que esta vez si quería poner a ese idiota tres metros bajo tierra— Entiendo las razones por las que lo hiciste –Caminó hasta sentarse frente a él.— No puedo pasar por esto de nuevo, Anna es… tan inocente mi desprecio hacia ella es por eso porque la veo y es como si viera a Dalia— Te entiendo, hice lo que
Derek.-Derek estaba alistando los documentos que necesitaría antes de su viaje a Nueva York cuando escuchó el timbre de una notificación de chat girl, de inmediato tomó su celular leyó el mensaje, haciéndolo sonreír.“Tarea cumplida” –Seguido de una foto que lo dejó como piedra y con la boca hecha agua, rápidamente una erección se hizo presente al ver el hermoso cuerpo desnudo, la temperatura de su cuerpo aumento, estaba perdiendo los estribos por Anna la necesitaba en su cama y follarla hasta perder las fuerzas, su mente estaba contrariada no sabía si era un regalo o un castigo verla.“Veo que encontraste inspiración” –Esperó ansioso su respuesta.“Así es y debo confesar que lo disfrut锓Sabes que me estas matando, no tienes idea de cuánto te deseo, desearía conocerte”“A mí también para ser sincera”“Puedo pagarte lo que quieras” –Su propuesta era cierta pagaría lo que fuera por tenerla, Anna lo estaba enloqueciendo y si para ella era una transacción él se encargaría de ser el mej