¡Pues Rehabilítate!

Tres Meses Antes.-

Derek.-

— ¿Y lograste contener el daño? –Preguntó Derek con la mirada fija en su abogado y mejor amigo Daniel quien entraba en su oficina con el rostro cansado deshaciendo el nudo de su corbata.

— Claro que lo hice, una vez más pague por el silencio de esa mujer, debes parar Derek, no puedes seguir utilizando el dinero de la empresa por pagarle a tus amantes, llevamos tres demandas por abuso ¿Quieres estar en la cárcel?

— ¡Cálmate! Esas zorras son unas mentirosas todo fue consensuado, yo nunca las obligué lo que pasa es que todas las mujeres desean casarse conmigo –Expresa con toda la tranquilidad lanzando en el aire su pelota anti estrés.

— Pues deberás aguantarte las ganas –Derek detuvo el agarre de la pelota anti estrés que ahora apretaba con fuerza y frustración.

— Por favor no me pidas eso sabes que me gusta mucho el sexo, ¡soy adicto voy a morir!

— ¡Pues rehabilítate! –Le regañó- Ve a reuniones de adictos, no sé, si tu abuela se llega enterar sabes lo que va a pasar, te quitaran la presidencia y el apoyo –Derek restregó su rostro entre sus manos y bajó la mirada en ese momento, su secretaria entró a la oficina.

— La próxima vez toca te lo he dicho mil veces –Regañó a la joven con aspecto desaliñado y enormes lentes parada en el umbral de la puerta de su oficina- ¿Qué quieres?

— Recuerde la reunión con los clientes de Japón, es a las tres, me iré a mi hora de almuerzo –Respondió su secretaria Anna, con un ademán la echó de su oficina.

— ¿Sigues en guerra con tu secretaria? –El apuesto empresario asintió.

— No sabes cuánto la odio, ella está aquí solo para llevarle los chismes a mi abuela

— Si fuera así estaría enterada de todos, además es una ventaja que no quiera seducirte –Sonrió su amigo con burla pero Derek casi lo fulminó con la mirada.

— Nunca me fijaría en ella, es fea, tonta y desesperante, lo único bueno es que es buena secretaria y muy eficiente de lo contrario la echaría de aquí

— Pues lamento informarte que no puedes, en toda esta compañía es la única que no se puede reemplazar porque hasta tú, si no te comportas le darán el puesto a tu primo Jacob –De mala gana Derek se levantó de su asiento mirando la hermosa vista de la ciudad apretando nuevamente la pelota anti estrés.

— Nunca me dejaré quitar mi puesto por el imbécil de Jacob tienes razón.

Derek se quedó en silencio pensando en la posibilidad de perderlo todo y de defraudar por completo a la única persona que realmente le importa su abuela Clara, cada miembro de su familia incluyendo sus padres lo han subestimado.

Sin embargo Derek es un mujeriego empedernido adicto a las mujeres hermosas sus ganas de satisfacer sus deseos carnales lo han metido en varios problemas en su espalda recaen varias acusaciones de mujeres que solo se encuentran detrás de la inmensa fortuna de los Morgan. Cuyo apellido es sinónimo de estatus, poder y millones, con veintiocho años y un físico deseado por muchas Derek es el blanco de muchas mujeres dentro y fuera Seattle, por venganza varias de sus conquistas lo han demandado alegando que el apuesto heredero las obligó a estar con él, lo que ha sido suficiente para que Derek las haga callar ofreciéndole una gran suma de dinero.

Derek es un gran estratega y un as para los negocios, graduado en negocios internacionales en Europa, habla varios idiomas, es astuto e inteligente y posee un poder de persuasión que sobrepasa los límites, convenciendo a cualquiera de hacer lo que él desea, es persistente en todo lo que hace, pero realmente es un hombre solitario cuyo único cariño importante en su vida es el de su abuela, pese a ser un hombre egoísta que piensa en sí mismo, dejará a un lado sus necesidades y afianzar su poder dentro del conglomerado de las empresas Morgan, lo necesitaba para para seguir adelantes con sus propios proyectos y negocios de los que no le tuviera que dar explicaciones a ningún miembro de su familia.

Anna.-

— ¡No lo soporto, no lo soporto! –Anna tomaba su almuerzo refunfuñando entre dientes.

— ¿Qué te hizo ahora? –Su amiga Emily se acercó a ella preguntando con diversión.

— No sé cuánto tiempo podré aguantarlo más, si no tuviera esa bendita deuda con mi tía, no tendría que aguantarme sus groserías –Expresó tirando la pieza de pan en la bandeja.

— ¿Por qué no hablas con la señora Clara? –Anna negó con insistencia.

— ¿Estás loca? Me ganaría más su odio Emily, para él yo soy la chismosa que le cuenta todo a su abuela –Dijo con tristeza.

— Podrá ser un experto en negocios, pero es un idiota, últimamente su abuela no se ha enterado de las visitas que recibe en su oficina o las demandas ¿O si le has dicho?

— No, me ha preguntado, pero se lo niego es más siempre le estoy salvando el culo, lo prefiero a él como jefe que al primo se dice que es un explotador, por lo menos Derek respeta mis horarios, solo debo pagar las deudas de que dejó mi padre y el tratamiento de mi abuelo, mi tía cada vez que llegan los días de pago me cobra –Emily acarició su mano dándole apoyo.

— Tu tía es una igualada, no entiendo como alguien como ella puede ser amiga de doña Clara –Anna se encoge de hombros.

— Igual adquirí un compromiso y debo cumplirlo

Anna es una joven humilde que vive bajo el mismo techo que su tía la hermana de su padre, su madre murió cuando estaba dando a luz y por mucho tiempo su padre la culpó por eso.

La muerte de su madre llevó a su padre al vicio del alcohol y los juegos de azar involucrándose con personas indebidas, la abuela de su jefe conocía a la familia desde hace años y al saber la situación de la joven no dudó en ayudarla ofreciéndole el puesto de secretaria de su nieto con la condición de tenerla al tanto de todos sus movimientos.

Aceptó gustosa puesto que Derek Morgan y ella de niños solían compartir junto al hijo de su tía, pero pronto descubrió que aquel chico risueño, amable y cariñoso había quedado en el olvido Derek se había convertido en un hombre cruel, arrogante, amargado y burlista y lo único que ha conseguido ganarse de él fue su odio y su desprecio, ha soportado por dos largos años sus malos tratos e insultos en silencio, ya que está en deuda con su tía Ruby quien la acogió y ha estado pagando el tratamiento y las consultas médicas de su abuelo materno Braulio.

(…)

— ¿Me llamó jefe? –Preguntó.

— Obviamente –Respondió Derek con desdén- Para mañana necesito el informe sobre el edificio que se está construyendo en Japón y envíame mi agenda del día de mañana

— De acuerdo –Cuando se giró hacia la puerta la voz de su jefe la detuvo.

— ¿Ya le contaste a mi abuela? –Anna giró quedando frente a él, vio sus facciones Derek era jodidamente apuesto con un rostro varonil pero particularmente se veía angelical, con unos lindos ojos de un azul claro, pero tan fríos como el ártico, su cabello castaño peinado de lado, mandíbula cuadrada una barba perfectamente afeitada y unos labios que tientan a cualquiera y ni hablar del cuerpo de adonis que se carga, su caminar incluso su voz seducen a cualquiera incluyendo a ella, verlo hacía que su corazón palpitará con tanta fuerza que sentía que se saldría de su pecho en cualquier momento, quería evitar esas sensaciones, pero el físico de Derek no ayudaba.

— No –Dijo secamente.

— Puedo saber ¿Por qué? –Anna suspiró tocándose el puente de su nariz.

— Porque no quiero más problemas con usted, además no me parece justo alterar a doña Clara con sus asuntos, sé que el joven Daniel ha resuelto todo ¿Para qué atormentarla? –Los hermosos ojos azules de Derek la miraron fijamente, algo en ella se removió casi nunca él le mantenía la mirada como lo estaba haciendo ahora más bien siempre la ignoraba.

— Puedes retirarte –Ella asintió y cerró la puerta, inhaló profundamente sorprendida, pensó que su jefe le diría algún comentario hiriente como siempre lo hace, sin embargo no pensó en nada más y se puso a trabajar en lo que le pidió.

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