Capítulo 847
Tenía muchos planes y sueños.

Sabía que también debía contemplar la posibilidad de que su salud no mejorara, y en ese caso, quería despedirse de ella de la mejor manera posible.

Los pasos de Dulcinea se escucharon desde la cocina. Ella se detuvo en el umbral y con voz suave le dijo:

—El arroz con leche está en la olla, el huevo cocido se debe comer mientras esté tibio. También freí dos huevos y preparé un tazón de fideos… Clara no está, así que asegúrate de encontrar a alguien que pueda ayudarte pronto.

Luis se volvió hacia ella y la miró directamente a los ojos.

—Voy a pedirle a Catalina que encuentre a alguien. Vamos, desayuna conmigo antes de irte.

Dulcinea negó con la cabeza, respondiendo suavemente.

—Leonardo está en casa y no me siento tranquila dejándolo solo.

Miró hacia la habitación donde dormía Alegría, su mirada reflejaba la mezcla de amor y preocupación que sentía. Finalmente, se puso el abrigo y se preparó para marcharse.

Luis la detuvo, tomando su mano con firmeza pero co
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