Capítulo 648
Dulcinea le dio una sonrisa.

Pero esa sonrisa era más dolorosa que el llanto.

Decir que ella estaba en su corazón era el chiste más cruel que había escuchado en su vida.

Se fue sin mirar atrás.

Luis extendió la mano para detenerla, pero no la alcanzó…

Por la tarde, Ana vino a ver a Leonardo.

Luis tuvo que ir a la empresa, así que en la habitación estaban solo Dulcinea y Clara, cuidando de Leonardo.

Leonardo, enfermo, dormía la mayor parte del tiempo.

Dulcinea estaba pálida y se veía muy mal.

Ana estaba muy preocupada por ella.

Aprovechando un momento, Ana habló en privado con Clara.

Clara, sabiendo lo que pasaba, le contó todo a Ana:

—El señor Fernández dijo que daría una explicación a la señora Fernández, que entregaría a esa tal Sylvia a la policía para que cumpliera una larga condena, pero después de irse cambió de opinión. Parece que usó un documento importante para salvar a esa mujer, y la señora se peleó muy fuerte con él.

Clara, llorando, agregó:

—Desde ayer, la señora no ha c
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