Capítulo 614

Después de hablar, Luis la jaló, y Dulcinea cayó en sus brazos.

Ella no quería mostrar debilidad, con una voz suave dijo:

—Luis, en realidad ya no siento nada, comparado con ese video, esto no es nada. Incluso si tuvieras relaciones con alguien en este lugar, solo sería una más de tus aventuras. ¿Por qué debería importarme?

Luis no se enojó, sino que sonrió. Inclinó la cabeza, sus labios rozaron los de ella, y dijo con un tono burlón:

—¡Claro! Tienes a otro en mente, ¿cómo te importaría si yo soy limpio o no? Pero déjame ver cuán indulgente es la señora Fernández… ¿sí?

Dulcinea abrió los ojos de par en par.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer que él quisiera hacer eso en el coche.

El chofer seguía ahí, y él había estado con otra mujer hace un momento.

Pero no pudo detener a Luis.

Su vestido fue arrastrado hasta su cintura, las capas de tela lujosa contrastaban con su piel blanca, como una flor delicada siendo arrancada por Luis.

Él no fue nada gentil, fue brutal.

En medi
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