Capítulo 411
Frida estaba a punto de confesar algo cuando, de repente, al final del pasillo, vio a Mario sentado en una silla de ruedas. Lo observaba todo en silencio, con unos ojos oscuros y profundos que parecían guardar mil secretos…

Frida, paralizada entre el temor a Mario y sus sentimientos no resueltos, optó por el silencio.

—Antes, mi prima Cecilia me decía que amabas mucho al señor Lewis y yo te creí. ¡Ahora me doy cuenta de que ni siquiera lo conocías bien! Tu supuesto «afecto» por él era tan superficial como lo fue el mío en su momento. —Le dijo con una sonrisa triste.

—Empieza de nuevo. Busca amor en otros hombres. Te estaré esperando hasta que te arrepientas…

Tras un silencio que pareció eterno, Ana finalmente habló con una voz inexpresiva:

—Señorita Gómez, ¿qué tanto sabes realmente sobre mi pasado con Mario?

Sin decir más, Ana se alejó. Cuando se giró, la silla de ruedas y su ocupante ya habían desaparecido. Pero las palabras de Ana habían sembrado una duda persistente.

Ana descendió
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo