Capítulo 180
Ana se hundió en la suavidad de la cama, sintiendo una ola de inseguridad.

Antes de que pudiera reaccionar, Mario la sujetó suavemente. Se inclinó sobre su oído, besando sus ojos húmedos con la voz ronca y baja: —Hay cosas que creo que son necesarias. Señora Lewis, quiero complacerte, quiero hacerte feliz... Dime, ¿qué quieres que haga ahora?

Mientras hablaba, entrelazó sus dedos con los de Ana. Con su atractivo físico y habilidad para el coqueteo, era difícil para cualquier mujer resistirse, especialmente para Ana, que había amado a Mario durante seis años.

Bajo él, ella ya no podía contener su deseo.

Cuando Mario la besó, Ana se inclinó instintivamente hacia él, temblando ligeramente en respuesta a su beso.

Él se apartó con una risa baja, provocando en Ana un deseo aún mayor.

Con las mejillas enrojecidas, ella abrazó su cuello y buscó sus labios.

Mario sonrió complacido y luego bajó la cabeza para besarla apasionada y locamente, satisfaciendo sus necesidades físicas.

En la pared
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo