—Por supuesto y la entiendo, no es para menos, pero deje de decir eso, la única mujer que tiene derecho a llamarme su hombre es usted Clark, comprenda que le pertenezco a usted y a nadie más que usted, soy su hombre y usted es mi mujer, solo mía.

—Usted sabe que no estoy de acuerdo con ese tipo de cosas, Ivanov, pero si lo hace sentir cómodo pensarlo y decirlo está bien, para mí no es algo que implique romance, querer adueñarse de una persona como si fuera objeto. Para mí es generar apegos enfermizos, yo prefiero tenerlo a mi lado sin tener que decir que es mío, por qué no es así, aunque en ocasiones diga que es mi hombre, no es en el mismo concepto, pensar en posesión se puede volver un problema y su exnovia es un claro ejemplo de ello.

—Creo que deberíamos de bajar con el resto de la familia, porque si continúa este tema, nunca lo vamos a terminar. Se suponía que usted era la romántica en esta relación, ahora veo que le cuesta mucho más a usted que a mí expresar sus sentimientos, us