Entré sus caricias y sus te amo, habíamos terminado nuestro encuentro sexual, me acosté de costado, se puso en la misma posición, de ese modo amanecimos abrazados, en la mañana me desperté, mientras acariciaba mi silueta.

Me dio un beso y lo vi levantarse, me dijo que se ducharía para estar listo, dijo que bajaría a esperarme junto con la familia, le asentí y él se metió a la ducha, me quedé unos minutos en la cama, pase mis manos por mi rostro para poder despertarme bien.

Decidí que me ducharía con él, caminé hasta la ducha y allí se estaba duchando, estaba de espalda, me quedé allí mirándolo unos minutos, él giró y me miró.

Sonrió y me tiró un poco de agua. Le dije que no lo hiciera y continuó haciéndolo, se acercó, me recogió en sus brazos y me llevó hasta la ducha. En dónde nos duchamos juntos.

—¿Estamos bien verdad? —preguntó acariciando el nacimiento de mi cabello.

—Si, estamos bien, estaremos bien.

Después de habernos duchado y organizado, pasamos con el resto de la familia,