Capítulo 608
Al día siguiente, Daniela se despertó sintiéndose agotada. Se había acostado muy tarde anoche. Cuando se levantó, Augusto todavía estaba dormido. No quiso despertarlo, ni siquiera desayunó, simplemente salió directo a la oficina.

Baltasar, que había llegado temprano, estaba entretenido enviándole mensajes a Yulia sobre lo que tenía que llevar para el viaje. Justo cuando terminó de escribir, escuchó el firme sonido de unos tacones. Al voltear, vio a Daniela acercándose.

—Baltasar, prepárame un café, sin azúcar. Gracias —dijo Daniela, deteniéndose justo junto a su escritorio. Tenía un dolor de cabeza horrible y se sentía muy agotada. Solo en ese momento el café podía ayudarla a sentirse un poco mejor.

—Claro —respondió Baltasar, sonriendo.

En ese instante, el celular de Baltasar, que estaba sobre la mesa, mostró una foto con un corazón que Yulia le había enviado. Daniela la vio de reojo y esbozó una sonrisa suave.

—¿Tú novia? —preguntó con voz baja.

Baltasar confirmó y sonrió, esta vez c
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