Capítulo 597
Yulia escuchaba con una sonrisa feliz las discusiones entre su papá y su hermoso hermanito.

Diego extendió caroñoso las manos para cargar a Iker, que ya estaba bastante pesado. No quería que su hija se cansara.

—Papá, yo lo cargo no te preocupes—dijo Yulia con voz suave.

Iker, con su aire tan presumido, miró de reojo a Diego como diciendo: ¡que sea mi hermana la que me cargue!

—Hermana, puedo caminar solo —dijo Iker, preocupado porque Yulia estuviera cansada.

—Yulia, mejor déjalo caminar, el niño necesita hacer ejercicio —respondió Diego.

Yulia sabía muy bien que su papá la consentía muchísimo, así que, obediente, dejó que Iker caminara. Tomó su mano con una y con la otra rodeó el brazo de Diego.

Juntos salieron del aeropuerto.

...

Al otro lado del aeropuerto, en la zona de llegadas, un grito estruendoso resonó por toda la terminal. Desde la multitud, alguien gritó entusiasta:

—¡Lidia, te amo!

Lidia, una mujer alta con curvas perfectas, escuchó los fervorosos gritos de sus fans. Se qui
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