Capítulo 482
—¿Otra vez tienes que escribir de nuevo ese informe?

Margarita se encogió de hombros, resignada. Al parecer, el subgerente tenía algo en su contra.

...

Mientras tanto, en el hotel, Diego llegó al mediodía con el almuerzo y una silla de ruedas.

Marina miró la mesa con la comida y la silla, sonrió y le agradeció:

—Muchas gracias.

Ricardo, como un niño obediente, salió de la habitación con un aire triste.

Diego cargó a Marina con cuidado y la sentó junto a la mesa. Luego, con delicadeza, le limpió las manos con una toallita húmeda antes de sentarse frente a ella.

Sus ojos no dejaban de mirarla, y la tensión se sentía en el aire.

Marina tomó el tenedor y empezó a comer lentamente, saboreando cada bocado. Diego la observaba en silencio, hasta que finalmente preguntó en un tono suave:

—Marina, ¿cuándo planeas regresar a Estelaria?

Marina hizo una pausa breve, levantó la mirada y respondió con una sonrisa tenue:

—Mañana voy al Grupo D&M a firmar el contrato, y pasado mañana vuelo de regreso a
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