Capítulo 430
Respondí: [Está bien, gracias.]

Poco después, Yolanda me envió la ubicación.

Como pensaba en Dieguito, había reservado en un conocido club en la Ciudad de Porcelana, un lugar tranquilo donde también se podía llevar a los niños, en lugar de en un bar.

Olaia se acercó: —¿Es un mensaje de Mateo?

—No, es de su hermana.

Le pasé el celular: —Mañana es el cumpleaños de Mateo. ¿Vamos a visitarlo?

Olaia seguía molesta por lo de la tarde: —¿Estás segura de que quieres ir?

—Creo que fue un malentendido. Además, es probable que su amigo también esté allí. Mejor lo aclaramos en persona.

Si era un malentendido, lo mejor era resolverlo directamente.

Olaia, visiblemente resignada, me miró. —Está bien, lo haré por ti.

—¡Eres la mejor!

Le guiñé un ojo y levanté a Dieguito del suelo: —Dieguito, mañana es el cumpleaños de tu tío. ¿Vamos a buscar un regalo para él?

Recordaba que era el cumpleaños de Mateo.

Y ya tenía un regalo preparado.

Sin embargo, si iba a estar con sus amigos, el regalo podría no ser e
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