La manada bailaba en medio de un festejo en medio del bosque, Luna Eterna celebraba que su Alfa había cumplido 25 años, y debía escoger a su esposa, la reina.

Máximo Nyles ya tenía una elegida, la bella y hermosa Lilian Monroe.

El lobo llega en medio de la fiesta, su rostro está pálido y sus ojos no tienen expresión alguna, es frío ¿Qué sucedió?

—Alfa, ¿Vas a elegir a la dama que será nuestra reina? —uno de los ancianos se acerca mientras le da una palmadita en la espalda.

Máximo lo mira aún distante, pero asiente con la cabeza, es un deber que no puede faltar.

La manada se acerca, todos esperan con una sonrisa alegre el nombre de la reina, la distinguida futura madre de su futuro heredero.

—La elegida es…

Lilian se acomoda un poco la ropa y se va acercando al lobo con el que tiene un noviazgo secreto, convencida de ser la futura reina

—Emma Monroe

La manada se sorprende, la fiesta parece apagarse ¿Ella? ¿La hija de una desvergonzada? Se escuchan los susurros.

Emma, una joven flaca, de ropa vieja, cabello enredado, y poco femenina, queda sorprendida, su hermanastra Lilian la empuja furiosa y se va corriendo.

—¿Aceptas? —pregunta Máximo frunciendo el ceño.

El Alfa la toma fuerte del brazo, sus miradas se cruzan, el inicio de una pasión desmedida.