CAPÍTULO 5
Emma abre los ojos al ver la luna brillante, sabe que algún día se encontrará con su madre y que en este momento las dos admiran la misma luna.
Los ancianos le informan que su habitación está lista, mientras hace una algarabía
—Nuestros líderes irán a consumir el matrimonio en espera de un heredero.
Emma está nerviosa, se dirige a la habitación del Alfa, nunca había estado con otro lobo a solas en la misma habitación.
Máximo toma un poco de whisky y se acerca a ella encerrándola en contra de la pared con una sonrisa pícara.
—Creo que llegó el mejor momento —susurra cerca de su oído, intimidando a la salvaje que quiere domar.
—Esto no está en el trato, así que dormiré en el suelo —Emma intenta alejarse, pero la toma de la cintura.
—¿Por qué no dormimos juntitos?—Máximo se queda a un par de milímetros cerca de ella, tan cerca de sus labios que ella siente su respiración.
El rostro de Emma se pone rojo como un tomate, su corazón late con rapidez.
—No… Duérmete estás borracho.
Máximo la sube encima de una mesa.
—Hoy te veías realmente hermosa ¿Lo hiciste para provocarme?
—Lo hice para sentirme bien yo, jamás para impresionar al Alfa, eso tenlo por seguro.
Emma agarra la daga del borde de la cintilla de Máximo y la coloca en su cuello.
—¿Vas a matar a tu esposo el primer día de casado?
—Voy a darle una lección a un lobo que cree puede tener lo que se le dé la gana y conmigo se equivocó.
Máximo sonríe, hay una tensión que le gusta, la personalidad de Emma está lejos de lo que está acostumbrado.
—Yo dormiré en el sillón y tú en la cama, pero sí tendrás compañía.
Emma observa como Máximo se acerca a la puerta, y entra un perro San Bernardo, Máximo lo abraza.
—Él dormiría contigo, no voy a quitarle su parte de la cama.
Emma sonríe, accede a compartir su cama con el animalito que ha ganado su corazón, se acerca y juega con el perro que de inmediato le enseña su pancita, algo que nunca hizo con Lilian.
—¿Cómo se llama? —pregunta Emma enamorada de la hermosa criatura y su bello pelaje.
—Sam, es muy importante para mí, otro mejor amigo, se puede decir que mi segundo Beta, aunque a veces creo que es el primero.
Los dos duermen, o fingen hacerlo, han iniciado el primer día de una vida que no esperaban.
Daniel llega ebrio, la idea de pensar que Emma está haciendo el amor con Máximo, que él tuvo su virtud, le quema la sangre, quiere dañar a su hermano, provocarle un poco de todo lo que él ha hecho en contra de él.
Decide agarrar un polvillo que se usa para matar cucarachas, y lo aplica en la comida de Sam.
Amanece.
Emma se da un baño rápido, se tarda en elegir su primer vestido en este lugar, en especial porque quiere darle una buena impresión a Victoria, a la reina que ve como la princesa de un cuento.
Máximo se levantó temprano, dejo una nota en la mesa de noche para ella, la loba la toma entre sus manos.
“Gracias por dejar dormir a Sam contigo”.
Al bajar con una sonrisa tímida, escucha a Victoria.
—¡No quiero que esa salvaje desayuné conmigo! Me imagino que no sabe usar un cubierto, será un espectáculo bochornoso verla mandar bocado
La ahora reina madre no quiere que Emma esté en su mesa, la desprecia a pesar que Máximo le ha advertido en varias oportunidades que debe entender que ahora Emma es la reina.
La joven loba siente un terrible dolor en su pecho, tenía esperanzas en que Victoria no tendría esos prejuicios en contra de ella, pero se da cuenta que la trata como todos, que nadie cambiará la manera en la que la ven ¿Por qué cambiar entonces?
Emma llega a la mesa, se siente la tensión, pues Daniel está en la mesa y el altercado de hace unos días es difícil de olvidar.
Al servir la mesa, Emma agarra la comida de manera desaforada, se mete varios panes a la boca y con el tenedor agarra varios pedazos de fruta que caen de su boca.
—¡Emma! —exclama Máximo que abre los ojos horrorizado.
—Comportarte niñita —Victoria no puede creer lo que ve.
Emma empieza a hablar con la boca llena, pero no se le entiende, así que manda la comida con un gran sorbo de jugo directamente de la jarra.
—Esto comiendo como una salvaje ¿no era eso lo que esperaba ver?, le Estoy dando el espectáculo bochornoso que quería.
Máximo y Daniel sueltan una risita que cubren con la servilleta.
—Yo soy la reina merezco respeto.
—La reina soy yo, usted solo es la madre del Alfa y el título de reina solo es decorativo como su gestión durante estos años —Emma la ve con altivez regresando un poco de su arrogancia.
Victoria se queda en silencio, abre sus ojos sin poder responder nada.
Un siervo llega corriendo buscando al Alfa
—Señor, Sam está enfermo, no sabemos qué le sucede.
Máximo se levanta rápidamente, corre hasta donde está su perro mientras Daniel sonríe.
Sam está en el suelo, ha vomitado, se le nota triste.
Máximo lo toma en sus brazos, ordena que lo dejen solo, quiere estar con su mejor amigo los últimos momentos, es claro que morirá.
Emma, que se levanta de la mesa, va tras él, por primera vez ve una parte del Alfa desconocida, una empática que sufre por su mascota.
—¿Qué recuerdas de él? —Emma le da una caricia en la espalda dándole consuelo.
—Cuando era niño yo… jugaba con él con una pelota, corría y me hizo salir del encierro, de niño tenía miedo de compartir con otros.
Emma suspira —¿Por qué no vas por esa pelota? Quizás sea un lindo recuerdo para él, yo me quedaré.
Máximo suspira, accede mientras se limpia las lágrimas, la busca en el lugar especial donde la guardo.
Al llegar Sam está bien, corre tras él, lanza la pelota y su mejor amigo corre con rapidez.
—¡Emma se mejoró! —exclama Máximo emocionado mientras se acerca a ella —¿Qué tienes?
Emma está pálida, sus labios están resecos, y se siente mareada.
—Yo… La loba se desmaya en los brazos de Máximo..
Capitulo 6 Lilian y Daniel se citan en su lugar de siempre, después de entregarse el uno al otro Lilian lo abraza. —¿Porque no formalizamos esto? Ya Máximo no es un impedimento. La loba por un momento pensó en no llenarse de odio, y vivir una vida al lado de ese lobo dueño de su virtud. —¡Estás loca! —Daniel la empuja —Te quiero dejar algo claro, los dos somos amantes, vivimos la pasión, nada más. Lilian se cubre con su ropa, siente vergüenza, pensó que Daniel sentía algo por ella. —¿Que... Que va a pasar entonces con nosotros?. —Te ayudaré a que recuperes a Máximo, y el lugar que debes tener como reina. Lilian acepta limpiándose una lágrima que quiso salir de su lágrimal presionandolo, no se va a ver débil. Máximo carga a Emma y la lleva a su habitación mientras en medio de gritos ordena a la servidumbre atenderle. El Perro Sam no quiere salir de la cama, sus ojos tristes acompañan a la loba que está pálida y débil, parece que ha perdido sus fuerzas. Máximo se queda a su la
Capitulo 7 Emma abre los ojos, siente un escalofrío que recorre su piel, ve a Máximo besando sus labios pero vuelve a dormir, piensa que todo es producto de su imaginación. La loba sabe que el la desprecia como lo han hecho todos los lobos que en algún momento se han acercado a su vida, en sus expectativas Máximo jamás la vería con ojos de lobo. Amanece... Victoria le pide a Emma bajar al desayuno, a pesar de estar debil decide hacerlo para no ocasionar más problemas con su suegra. Pero se lleva la desagradable sorpresa que quien está en la mesa es su hermanastra. —Invite a tu hermana Lilian para que comparta unos días, espero que no tengas problemas nueva reina. Victoria tenía en su voz un tono de ataque, parecía que sus palabras eran una burla a la nueva posición de Emma. La loba se sienta en la mesa con rabia en los ojos —¿Porque debería molestarme la presencia de mi Hermanastra, acaso no dicen nuestras reglas que se debe ser cortés con el desdichado. Lilian levanta la cabe
Capitulo 8 —Tu madre está un poco delicada, no puede tener estrés o disgustos —Le informa el médico de la manada a Máximo que solo asiente con la cabeza. Sabe que su madre oculta algo, quisiera entender si hay un secreto que el deba saber. Máximo le da un beso en la frente a su madre que le súplica deje que Lilian la cuide —Se que no gustas de su presencia pero confío más en ella que en tu esposa. Máximo debe aceptar, no quiere más problemas con las dos lobas, además no desea jugar con la salud de su madre. Lilian entra a la habitación, llora como si se tratara de su propia madre y al quedar solas Victoria suelta una pequeña carcajada. Le explica a su protegida que ha mentido, necesita mantener bajo control a Máximo y sobretodo que este se sienta en deuda con Lilian. Las dos planean seguir demostrando a Máximo que Lilian es la mejor opción. La loba baja y Máximo pide hablar con ella —Te daré una suma por los cuidados de mi madre, creo que es lo que corresponde, pues no tienes
Capítulo 9 Después de aquella discusión donde parecía que el deseo los dominaba a los dos, Emma no salió de la habitación. No sabía cómo ver a Máximo después de lo que sucedió en la noche, no solo por lo bochornoso de su pelea, si no porque dejó una llama encendida. Sentía un calor que la cubría, que su entrepierna quería estar ajustada con el cerca, sintiendo a su Alfa tenerla. Una fuerte necesidad de sentir algo que no sabía que era, pero el cuerpo la guío. Empezó con sus manos a tocar su intimidad, descubrir esa zona que nunca había tocado más allá de la limpieza. Tomo una almohada y la coloco en sus piernas, en un abrir y cerrar de ojos, estaba sobre la almohada moviéndose frenéticamente agarrada del barandal de su cama, desesperada por sentir una pequeña explosión que nunca había sentido y que le dio libertad. El sudor corría por su rostro, una sonrisa se había dibujado y la imagen de Máximo besando sus piernas se quedó en medio de aquella liberación. Por eso no quería ver
Capítulo 10 Cesar no sabe que responder, agacha su mirada algo incómodo, pero es imposible no sentir que Emma es la loba que espero toda su vida. Victoria sonríe incómoda, toma del brazo a Lilian para darle un lugar dentro del lujoso banquete y les pide ir a todos a la mesa. Ella por un momento quiere ocupar el lugar a la derecha de su hijo, como siempre lo hace la reina de la manada, pero Máximo con un movimiento delicado agarrando su brazo, la acerca y le pide que se siente a la izquierda. Victoria tensa el menton, sonríe delante de todos pero está molesta, por la actitud de su hijo. Emma ocupa el lugar de la reina, se sienta con delicadeza mientras Máximo la toma de la mano, El Alfa en su rostro tiene un gesto de orgullo, su esposa es definitivamente la loba más bella. El primer platillo es servido, Victoria eligió Escargots bañados en mantequilla y finas hierbas, una especie de caracoles para paladares finos, que se abren con delicadeza. Emma abrió los ojos al ver aquel plat
Capítulo 11 —¡¿Que acabas de decir?! —Máximo levanto la voz mirando a todos lados, esperando que nadie hubiese escuchado ese desproposito. —Llevan muy poco de casados, ella aún no se embaraza, asi que si le das la libertad, la tomaré, no me importa nada de su pasado —Cesar parecía convencido de su oferta, como si le ofreciera a Máximo el cielo a manos llenas. —¿Pasado? —Máximo abrió los ojos. —Emma era una desterrada y tú madre dice que te casaste con ella porque te entrego su virtud y te obligó su padre a responder, yo la acepto aún con ese pasado. Emma abrió los ojos, de ella salían lágrimas, decidió entrar corriendo a la mansión, no podía creer que su integridad estuviera en boca de todos, solo por las malas intenciones de Victoria. —Eso no es así y te pido que nunca hables de este tema porque estás irrespetando a mi esposa —Máximo agarro del saco a César. —Lo siento, yo pensé que no la amabas y que había Sido un matrimonio forzado, quería libérarte —Cesar creía en estas pala
Capítulo 12 Como cada mañana después del desayuno, Emma decide darse un baño en el río que queda cerca a la manada, el agua cristalina de aquel lugar le da paz, siente que el agua fría renueva su piel y su vida. Máximo que sabe de sus pasos, decide ir tras ella, quiere verla, se esconde en un lugar donde su esposa no lo pueda observar. Emma se acomoda desnuda en el borde rocoso del río y acaricia su cuerpo con las manos mientras frota el agua en su piel, lentamente llega a su feminidad. Desde esa noche que descubrió lo que el autoplacer le provoca, lo ha hecho en varias oportunidades, en especial después de una pelea tensa con Máximo. El Alfa abre los ojos mientras relame sus labios secos al ver a Emma hacerlo, parece una bella obra de arte, una ninfa que conquista sus mejores sueños, que enciende su lado pasional. Una bella loba desnuda en el río, con su cabello flotando en el agua mientras su rostro tiene una sonrisa picara y lujuriosa, sus manos se mueven bajo el agua. Ella g
Capítulo 13 Emma se muestra coqueta con César, no solo alabandolo como Alfa, si no su apariencia, su manera de tratarlos. —Eres siempre bienvenida en mi casa y en mi mesa —Cesar está encantado con ella, parece que nadie más importa, solo Emma. La loba sonrie mientras mira a Máximo de reojo. —Ella siempre vendra conmigo que soy su esposo —Máximo gruñe y agarra la mano de Emma haciendo el momento incómodo. Los dos Alfa deciden retirarse para hablar del negocio, Emma se retira de la mesa, detesta pensar que en esa conversación está su futuro y está siendo decidido por dos lobos ajenos. —Aqui está todo el papeleo, puedes pagarme en el dinero acordado, así que solo basta tu firma — Cesar es gentil con Máximo, al que sigue considerando su amigo a pesar de desear tener a su esposa. —No voy a firmar, siento que con este trato solo buscas estar cerca de mi esposa y no lo voy a permitir —Máximo rompe el papel, aquel sueño de años de su padre como Alfa por poner en primer lugar su respeto