¿Como era posible...

Theo.

__ Señor ya quedó. - avisó el hombre a quien ofrecí pagarle cinco veces el valor de su trabajo si lo hacía de noche. Aceptó al saber que no estaba jugando, tomó sus herramientas y me acompañó hasta mi casa con todos los materiales que ya llevaba en una bolsa.

Siendo de madrugada, en una noche de frío abrumante yo tuve que pedir que abrieran una tienda, buscar un cerrajero, despertar a algunos de mi equipo de servicio para que sacaran muebles y hacer que los reemplazaran.

Mi escritorio que tanto me gustaba tener en mi despacho estaba siendo sacado como si tuviera lepra.

Un alboroto, mientras quien lo pidió estaba tranquilamente dormida en mi cama. De la cual también se adueñó.

Les di el pago en efectivo a cada uno de los que ayudaron a que todo estuviera como la señora lo pidió. La puerta se cerró y solté un resoplido lleno de agotamiento físico.

Estaba amaneciendo, no tenía ni un gramo de ir a trabajar por ello con el nuevo juego de llaves caminé hasta mi habitación, la cual
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