Theo.__ Señor ya quedó. - avisó el hombre a quien ofrecí pagarle cinco veces el valor de su trabajo si lo hacía de noche. Aceptó al saber que no estaba jugando, tomó sus herramientas y me acompañó hasta mi casa con todos los materiales que ya llevaba en una bolsa. Siendo de madrugada, en una noche de frío abrumante yo tuve que pedir que abrieran una tienda, buscar un cerrajero, despertar a algunos de mi equipo de servicio para que sacaran muebles y hacer que los reemplazaran. Mi escritorio que tanto me gustaba tener en mi despacho estaba siendo sacado como si tuviera lepra. Un alboroto, mientras quien lo pidió estaba tranquilamente dormida en mi cama. De la cual también se adueñó.Les di el pago en efectivo a cada uno de los que ayudaron a que todo estuviera como la señora lo pidió. La puerta se cerró y solté un resoplido lleno de agotamiento físico.Estaba amaneciendo, no tenía ni un gramo de ir a trabajar por ello con el nuevo juego de llaves caminé hasta mi habitación, la cual
Blanca.Jamás fui de las románticas que pensaban en un color rosa cada vez que tenían el romance en su vida. Mantenía los pies en el suelo, sin tanto drama porque en verdad me parecía innecesario el dejarse envolver tanto.Con Rick siempre era yo quien dejaba de soñar, evitando de esa forma los dolores de cabeza. Se me daba fatal, además que si le preguntaba sobre su día siempre era el típico "bien". Con esa respuesta me quedaba, así lo lindo de la relación se mantuvo. Luego cuando mi relación terminó me juré que solo tendría una nueva, en el momento que sintiera que tenía mi vida controlada. Pero el descontrol que soy, junto a Theo me hace ver que no pude cumplir esa promesa.__ Solo estoy practicando para cuando esto se termine. - dije enmedio del beso. Gruñó en tanto me hizo separar las piernas. __ ¿Ah sí? - me mordió con suavidad sacando un jadeo que se tragó apretando mis caderas a su gusto. - ¿Lo besarás así? Me derretía esa habilidad de dejarme en blanco. __ ¿También lo fol
Blanca.No podía creerlo, fue simplemente algo que no previ. Pero ahí estaba, Helsy, la hermana de Rick de pie, con su camisa perfectamente entallada junto a la falda que la hicieron lucir como una profesional. Sus ojos verdes me observaron con una gran sonrisa. Como si alguna vez me tuvo algo de aprecio, cuando la realidad era totalmente distinta. Ella y yo nunca nos llevamos bien, es más, siempre estuve segura que le molestaba mi relación con su hermano. __ Buenos días. - mi esposo pasó de largo. - Blanca, podrías venir. Necesito discutir...__ En realidad, quiero unos minutos con usted señor. - pidió ella con una sonrisa. - Si me lo permite, claro. __ ¿Blanca, nos acompañas? Es urgente. - asentí, lo seguí para entrar a su oficina, en tanto la mujer de dientes perfectos no dejó de sonreír. Continué el recorrido, dejé el coche de mi hija a un lado en donde la acomodé con cuidado.__ Dígame lo que necesita decir. - pidió colocando el abrigo en el perchero. - Tiene mucho trabajo y
Blanca.__ Buenas tardes, señora O'kelly. - saludó con la ironía que bailó sobre su voz. Rafael era un tipo muy intolerable. - Vengo a ver a mi hija. No sé si sepan, pero...__ Espero que no la dejes caer. - refunfuñé entregándola en sus manos. Maniobró sus manos para hacer lo que le pedí. Igual que Theo al principio, pero este en lugar de verla con delicadeza y esa emoción bordeando sus pupilas, la vio con incomodidad.__ No vomita ¿verdad?__ No, solo no la...¡sostén su cabeza! - previ como la soltó y pude poner la mía. __ Ya, un error de principiante. - el timbre de la puerta sonó y Marcia fue a abrir. El monitor fue quien nos saludó. - ¿Como se llama? __ Sammy. __ Ah, si es verdad. - dejó de verme para ver a la bebé. - Hola, pequeña Sammy. __ Es mejor que les demos espacio. - sugirió el monitor. Dudando accedí, porque era su tiempo con ella, pero la forma en que la movió me dio temor que pudiera dejarla caer. Theo ya estaba tardando, pero dijo que el tráfico lo tenía encerrad
Theo.Siempre vi los viajes como ese punto donde podía olvidarme que tenía un lugar lleno de responsabilidades, aquel que estorbó tanto tiempo, que la única razón para regresar era Samantha. No lo entendí, como podía haber personas que se quejaban de viajar. Hasta que ver una maleta en el pie de mi cama y mi hija dormida sobre el colchón fue un detonante para desear dejar todo en el olvido y quedarme. Me sabría a hiel el tener que partir, subir a Jet sabiendo que por tres días dejaría a mi pequeña junto a su madre. Quizá ella no me extrañaría, estaba muy pequeña para darse cuenta siquiera que faltaría en su vida por tanto tiempo. Todo lo contrario a mí.La puse en mi hombro, caminé hasta el balcón haciéndola estornudar con la luz dando directamente en sus ojos. Me reí, girándome par evitar que volviera a pasar.__ Adivina quién va a extrañarte. - le dije sobre su cabeza. - Pórtate bien con mamá y distraela para que no piense en asesinarme cuando regrese. Si lo haces, te dejaré usar
Theo. Continué la noche con una llamada que Blanca contestó mostrado a nuestra hija dormida en la cama, Con tanta calma que la envidié.__ La cama se ve gigante solo con ella. - bromeó colocando la cámara desde arriba de su rostro para dejar notar lo que ella veía. - Pero es más espacio para mí. Extrañaba dormir sola. __ Me estás diciendo que te estorbo, Blanca O'kelly. - me quité la corbata para dejarla a un lado. __ No me llames así, que siento que es como un regaño. - frunció los labios y ese gesto tierno provocó que el aire comenzara a escasear. __ ¿Te he dicho lo dramática que eres en ocasiones? - retiré dos botones de la camisa. - Comienzo a creer que lo haces consciente.__ ¿Te estás desnudando consciente o inconscientemente frente a la cámara? - preguntó logrando que me diera cuenta de todo. __ No sé. Tal vez, solo quise darle un espectáculo de lo que mi esposa se perderá al soñar que dormirá sola. Soñando con lo que pudo haber tenido - la retiro de un solo. Antes de que
TheoPellizqué el puente de mi nariz, convencido de que hay momentos de la vida donde se pondría esa prueba, ese límite, para recalcar lo hijo de puta que podía ser siempre. Pero como ha Ia dicho a otros, toda mi vida me basaría en tomar lo que quería, y descartar lo que no me sumaba. Quizá era un ser con tantos fallos, que las cosas a resaltar, en su mayoría eran las que hicieron temer a otros, pero mi decisión estaba tomada. No caería en tales jugarretas, podía perder mucho más de lo que ganaría tan siquiera considerando el tomar lo que se me ofrecía. __ Supongo que se basó en alguna de sus fantasías para creer que accedería a follar con usted, Melissa. - dije con voz fría. - No quiero que me diga una explicación de porque creyó tal cosa, pero le diré las razones del porqué usted no me parece atractiva, por más que sea visualmente bella. - di un paso al frente, junté la bata que ella había traído para ponerla en su mano. - No es mi esposa. No es Blanca. No es la mujer a la cual j
Blanca.Un rodillazo en su entrepierna bastó para quitármelo de encima, al inclinarse el puño de alguien lo tiró al suelo, sorprendiéndome.No tenía que adivinar de quién se trataba, esa loción corporal solo un hombre la emanaba con esa intensidad. Tuve que recordarme quien estaba en la sala, interponiéndome en su camino o en consecuencia, tendría a la policía sobre Theo. Eso no sería bueno en absoluto.__ ¡Te voy a romper cada maldito hueso! - profirió mi esposo con clara rabia. __ Theo, no. - lo empujé, pero su determinación, fuerza y altura me hizo emplear más fuerza para impedir que sus amenazas fueran reales. __ A ella no...__ A ella no la vuelves a tocar - le dijo a Rick, quien apenas iba levantandose. Sus ganas de irse sobre él, se vieron muy claramente en cada gesto que hizo, como una bestia a la cual tuve que tomar del rostro, para luego rodear con los brazos para calmar.Su respiración poco a poco se volvió más lenta, leve y con la normalidad que debía ser. Me abrazó ta